El Sentimiento Más Profundo

4.

Fue una noche de sueño tranquilo para Connix por lo tanto la mañana fue una bendición de tranquilidad, toda la Resistencia se veía relajada pero todavía con algo de recelo a un nuevo ataque. La general Organa no descartó la posibilidad de un ataque, eso y otras cosas ponían nervioso a todo integrante de la Resistencia.
Los radares no demostraban señal de movimiento alguno, sin embargo por las mañanas los X-wing salían a hacer un reconocimiento del territorio. La general tal vez presentía algo inesperado, algo que no se lo comunicaba a nadie.

Ahora si bien el mundo de la Resistencia giraba en torno a la incógnita Kaydel no se encontraba estresada, una sonrisa maravillosa hacían de la teniente un espécimen distinto dentro de la base.

-Buen día Pamich- saludo con sinceridad a su compañera

-Serán para ti, no pude pegar el ojo anoche- bostezo la morena sentándose en una silla

-¿Porqué?-

-Pues, tuve pesadillas recurrentes del imperio y esas cosas-

-No eres la única con cara de haber tenido una mala noche- mirando a su alrededor la tensión se podía sentir, aunque no había señales de ninguna nave, ni una amenaza, el cielo se encontraba limpio de cualquier señal.

-La histeria es colectiva, los pilotos patrullaron toda la madrugada-

-Es una pérdida de combustible- quejo la rubia observando la ventana

-La general quiere asegurarse... ¿Crees que sepa algo y nos lo esta ocultando?-

-Eso es una locura, ¿que general haría una cosa así?-

-Si, tienes razón, las alarmas ya se habrían disparado-

-Los sensores estratosféricos no detectaron movimiento enemigo en toda la noche-

-Bien por ti, vas con todo Connix... Y también en el amor-

-¿Sabes? Cuando estábamos juntas en las pruebas de control jamás pensé que me molestarías así, no te hubiera ayudado de haberlo sabido- sonrió dulcinea Kaydel

-Te hubieras sentido muy sola, además es verdad, mirate, te ves radiante en medio de la guerra- Pamich rió encendiendo su radar

-Por favor, las cosas son como son-

-Uhmmm...-
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En su tiempo libre la teniente se sentaba a la orilla del río, que extraña agua color lavanda corría en las venas del planeta, clobocks y otras especies marinas saltaban en la corriente que daba curso hacia el mar púrpura. Podía ver las exóticas flores y árboles gigantes meciéndose en la suave caricia del aire tibio, podía ver los mamíferos más curiosos del planeta, podía tocar la tierra húmeda y prolífera y aún así sentirse sola, sola en su estado, sola de una manera especial, tal vez la motivación del trabajo duro la había hecho osca a las relaciones interpersonales, tenia a Pamich, a Queenie, a Varly, ocasionalmente a Poe por igual y a Leia, todos los demás en la Resistencia eran fieles compañeros más no pasaban de eso.
En ese suave respirar suyo una idea se le cruzó en su mente traicionando todas sus convicciones
Si, pensaba de manera habitual en el general, le causaba sensaciones nunca antes encontradas dentro suyo, si tan solo cambiara un poco quien sabe...tal vez le hubiera dado una chance...de cualquier manera analizando el perfil de Hux había cosas rescatables en él, solo algunas.
Había otras cosas que nadie veía en el sombrío general que Connix observaba en detalle, le gustaba esa clase de detalles por que le hacia sentir que todo aquello era íntimo.

Dicen que la lucha es para los valientes y si esto se trataba de lucha entonces... ¿Porqué no pelear para apelar un lado desconocido en Hux?

Caminando hacia la base de nuevo observo a la mayoría de los pilotos juntándose en grupo para la celebración que habría en la  noche, la excusa perfecta...

La general alternaba su estado de concentración con algunas sonrisas que a todos hacían sentirse mejor.

-¿General?- Leia se dio media vuelta para ver a una Connix tímida con las manos juntas

-Connix, querida-

-Quería pedirle permiso para algo...-

-¿Y que es ese algo? Cuentame-

-¿Podríamos ir a un lugar más tranquilo?- la princesa se preguntó el motivo para tanto misterio, lo comprendió todo al escuchar esa frase que le causaba mucho misterio

-¿Quieres que te dé permiso para llevar al general alrededor del planeta?-

-Del planeta no, llevarlo hasta el río es suficiente-

-Explicame como lo mantendrás vigilado si todos estarán en la celebración esta noche-

-No es muy hábil sin su navío-

-No es inocente aún cuando se vea así-

-Se que es un peligro pero una vez confíe en mí-

-Confío en ti, no confío en él...se que tú piensas que algunas personas pueden cambiar pero él es Armitage Hux, general principal de la primera orden, genocida y director de la destrucción de la República, Connix tú eres inocente, eso es una gran virtud, sin embargo en el lado oscuro es una debilidad-

Fue extraño para Leia, en los ojos de la joven teniente había una sola cosa y era seguridad

-Tiene mucha razón, toda la razón en realidad pero yo...siento que...a veces reacciona de maneras que yo jamás hubiera esperado, es diferente al general Hux, es solo un hombre-

-Kaydel, ¿que pasa contigo?- preguntó asustada la general, esta Connix era nueva, osada, desafiante, ya había roto la orden de  la vicealmirante Holdo al ayudar a Rose y a Finn a escapar pero todo esto era una sorpresa reveladora

-No lo sé- respondió la chica sinceramente con un tono de credulidad

-¿Acaso tú...? Eso es imposible... ¿Te has enamorado del general Hux?- preguntó Organa sabiendo la respuesta antes de preguntar siquiera

-Usted también no por favor, no estoy enamorada de ese hombre, ¿Porqué todos lo dicen?-

-Porqué tan solo el amor hace que reacciones de la misma manera que tú reaccionas en este momento, defiendes lo indefendible y pasas por alto gravísimos errores. Connix, toma esto en serio, sabes quien es él-

-Se quien es, nadie ve quien él puede ser-

-Mi respuesta es no, no quiero arriesgarme a perderlo de vista, repito esto si no quedo en claro: confío plenamente en ti, no confío en él-

Con esas palabras la general se marchó, asustada al ver una posible teniente enamorada del peor postor.