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Lo de anoche no tenía precedentes en la vida amorosa de Hux. ¿Vida amorosa? ¿Que vida amorosa? Su entera vida estuvo repleta de entrenamientos militares severos, el amor era cosa de débiles y las atracciones desviaciones momentáneas
Su corazón no dejaba de palpitar al pensar sobre esa chica que se había llevado con ella al antiguo Hux trayendo un nuevo Armitage, un poco más suave y amable.
¿Que sucedió con su seriedad anoche? Aquella sensación de perdición, de deseo, ¿Ahora? ¿Aquí? ¿Ella? Todas esas preguntas combinándose en su silencio, en sus manos juntas.
El bendito ejército de soporte nunca llegaría, o esa le pareció al esperar varios días. Algo le hizo sonreír, el hecho de no haberse ido de repente lo hizo feliz, nunca la hubiera conocido de no ser por eso.
La chica de bellísimos ojos, la traviesa teniente, la inteligente rebelde, esos aspectos que de cierta manera necesitaba ver día por medio.
Analizando la situación actual de sus "sentimientos" el mismo Hux se llamaba a conciencia, las cosas entre la rebelión y la primera orden jamás se resolverían hasta la destrucción total de alguna. Entonces esto era imposible, el...amor o deseo o vaya llamarlo como quiera era una cuestión inadecuada en momentos de batallas como ahora.
Si la ascendencia Hux lo viera ahora mismo sería una vergüenza en la familia. No pensó en ello cuando por su mente pasó una frase que por cobardía su boca no se atrevió a expresar.
Si tan solo el destino hubiera sido diferente, esto de la rebelión no era tan brutal como había creído desde el primer momento que tomó conciencia sobre la destrucción del nuevo imperio. Compartían vínculos mucho más íntimos que en la primera orden, su ejército se componía de varias especies, su osadía e ímpetu motivaba a los mas débiles de la galaxia a una total revelación libertadora. Libertad, que rara palabra para la disciplina de Hux.

-Pensar así le hará tener jaquecas general- Leia Organa y su labia

-Mi estado no debería importarle, emperatriz-

-Ese título nunca me perteneció-

-En el corazón de la Resistencia lo sigue siendo-

-Me conmueve como se sigue preocupando por mi general pero no estoy aquí para charlar sobre política, la teniente me informó sobre su estado, también vine a comentarle que los juicios serán en unos cuantos meses-

-¿Y cual sera la pena? Ya que el tercio de la galaxia me considera un genocida-

-Cadena perpetua en el sistema de Balm-

-Creí que sería una ejecución pública al estilo rebelde-

-No existen los estilos, general, y si llegase a perecer que sea en batalla pero no en nuestras manos-

-Es una lastima que no haya tomado el lugar que su padre le había heredado, con su ingenio y su fuerza el imperio ya hubiera resurgido-

-A un costo impagable, el poder es un camino que no lleva a buenos términos- 

-Si es todo...puede marcharse- con una indiferente media vuelta el general ignoró las palabras de Organa

-Hay más... Si esta dispuesto a cooperar yo podría abogar a su favor para disminuir el tiempo de su encarcelación-

-¿De verdad cree que me asusta ir a la cárcel? General, yo moriría por la Primera Orden, es decisión suya mantenerme con vida-

-Le daré el tiempo suficiente para que lo piense-

-Que sea cadena perpetua entonces-

-Ah...y una cosa más, deje de seducir a mi tripulación por favor-

-¿Disculpe?- Hux volvió a darle la cara a la general, ¿seducir a quién?

-Sabe a quien me refiero, usted y yo sabemos que es una chica dulce, tierna, sensible, es una de mis mejores soldados en control, quiero promoverla a comandante pero no podré hacerlo si no se concentra por estar aquí jugando con usted...o mejor dicho usted jugando con ella-

-No tengo idea de lo que me esta acusando Organa, jamás seduciría a alguien de aquí, ¿que clase de hombre creé que soy?-

-No intente desviar la conversación, Hux, Connix podrá ser una chica pero es parte de esta familia...así que al menos tenga un poco de respeto-

-Si tiene dudas sobre su teniente debería preguntárselo usted misma-

-No tengo dudas sobre ella, no olvide esto, si le crea problemas a la teniente le estará creando problemas a toda la Resistencia, ya esta avisado-

-Aún que fuera el tipo de persona que usted describe no me atrevería...-

Leia no supo si eso se trataba de sinceridad o un sofisticado sarcasmo, tras una pequeña pausa la general retomó su camino, no quería escuchar las falsas excusas de Armitage aún cuando las palabras sonaron autenticas.

¿Seducir? No podía ser cierto, una soldado de la Resistencia enamorada de él, el caso de la galaxia, un rebelde vinculándose con un miembro del alto rango del nuevo imperio.
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-¿Que le dijiste?- preguntó la rubia descubriendo el hombro de Hux

-Si a tu general te refieres fue ella quien vino con una oferta de común acuerdo-

-Debía preguntar, cuando subía de aquí llevaba una cara de preocupación extrema-

-Le dije que prefería la cárcel a colaborar con la causa de la Resistencia-

-¿No era acaso la Rebelión?-

-Da igual- murmuró el pelirrojo viéndola hacer fricción con sus manos a un parche

-No creo que te quedes en el sistema de Balm por mucho tiempo...¿estoy en lo correcto?-

-No puedo dar nada por hecho, si fuera por Kylo Ren me dejaría allí el tiempo necesario-

-¿Es todo...? Quiero decir, siento que tuvo que pasar algo más para que la mismísima Leia Organa pusiera esa cara, "esa" cara- aclaró Connix colocando el parche en el hombro

-Eres una criatura curiosa-

-Si, eso dicen- sonrió la teniente volviendo a cubrir el hombro del pelirrojo con un suave roce a su piel

-Una locura que prefiero no escuches-

-Dímelo, de cualquier manera no tienes a quién contarle- bufo la chica sentándose enfrenté del general en una silla

-Organa piensa que...intento... Se...seducirte- ¿porqué le había costado tanto decirlo? Sonaba mal por supuesto, la cara de la muchacha reflejaba el sentimiento de impresión perfecto

-¿...Y eso es verdad?- preguntó incómoda cruzándose de brazos

Hux sintió un escalofrío recorriéndole la espina dorsal
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