Hux daba vueltas en su pequeño recinto como una fiera encarcelada pensando en que hacer.
Traicionar a la Primera Orden por la mujer que amaba o serle fiel a su ejército en pos de mantener su rango.
Su pecho alborotado subía y bajaba en un constante terror que no podía manejar.
Kaydel o la Primera Orden, desertar o subir de rango, su corazón o su mente.-¿Le sucede algo General?- preguntó la princesa tras los barrotes
-General Organa...que sorpresa verla aquí- simuló una curva sonrisa el pelirrojo, Leia le dio una mirada inquisitiva estudiándolo de arriba a abajo subiendo una ceja
-Siento perturbación en su fuerza, General-
-¿Como se atreve a poner en duda mi acatamiento al código de la Primera Orden? Peor aún...invadir mi...fuerza-
Leia rió sentándose frente a la prisión
-Muchas guerras se han perdido y otras ganado a causa de la alteración de la fuerza-
-¿Y usted vino a que? ¿Obligarme a hablar?-
-¿Obligarlo a hablar? Confunde las diferencias entre la fuerza de la luz y de la oscuridad-
-Tengo en cuenta eso- refunfuñó entre dientes Hux
-Cuenteme, ¿la Teniente lo esta tratando bien?-
-Sí, su Teniente es muy atenta, amable, inteligente-
-Oh vaya, ¿esta seguro que no es "escoria rebelde"?- preguntó ella
-Ella es diferente...para ser una rebelde es fuerte, con un sentido del liderazgo propio de cualquier general-
-Le ha tomado cariño-
-No lo niego-
-Digame General Hux, ¿si usted es una buena persona porqué se deja usar así?-
-No la entiendo-
-Estoy segura que dentro suyo todo se cae a pedazos-
-Lo único que ha caído en pedazos es mi rango y mi decencia-
-No tengo motivos para liberarlo pero no me ayuda con la decisión de mandarlo a Balm-
-Pues bien, supongo que deberé cumplir cadena perpetua en Balm, General Organa, si esta charla ya acabó por favor retirese- con un tono frívolo y con el afán de todo un general de la Primera Orden Hux se sentó en su cama
Leia por otra parte suspiró decepcionada-No quería hacer esto pero...- dijo preocupada Organa arremangandose
-¿Hacer que cosa?-
Leia levantó una mano haciendo que la fuerza fluyera por ella controlando a Hux
-Odio mi vida, odio a la Primera Orden, cada segundo dentro de las instalaciones es un siglo para mí- exclamó repentinamente Hux
-No es un misterio- susurró la princesa
El muchacho se levantó de la cama aferrándose a los barrotes
-Puede que no le guste lo que va a escuchar pero odio a su hijo también, es un patán sin ambiciones, no sabe liderar y además es un sinvergüenza. Quiero ayudar, le diré todo lo que quiera saber pero las cosas cambiarán cuando no regrese-
-¿Quedarse para que?-
-No me iré de aquí, no al menos hasta saber que Kaydel estará segura-
-¿La Teniente?-
-La amo, estoy enamorado de su Teniente, si puedo salvarla lo haré, si debo traicionar a la Primera Orden lo haré, si debo ser parte de esta rebelión para estar con ella lo haré...-
Leia lo liberó del control mental y Hux volvió a su naturaleza osca entendiendo lo que acababa de pasar
-¡Oiga!- exclamó molesto el pelirrojo
Organa se rió con más sapiencia que gracia
-Eso explica muchas cosas. Bien, le daré la oportunidad de demostrarme que el amor que siente por Kydel es verdadero-
-Esos eran mis mas profundos secretos, ¿que ustedes los Jedi no saben lo que es la privacidad?-
-Ay por favor General, el amor no es algo que usted ni nadie pueda ocultar-
-Al menos me lo hubiera preguntado-
-Me hubiera mentido, ahora pongase presentable, le daremos la noticia a la Rebelión entera de su conmovedora ayuda y este cambio rotundo-
-General Organa...por favor, no le diga a nadie sobre...-
-¿El romance prohibido de usted y Connix? Descuide, nadie lo sabrá- sonrió cálidamente la princesa marchándose de la cárcel
El pelirrojo suspiró decepcionado de si mismo
-Al menos no le dije que nos besamos en secreto- se dijo a si mismo acostándose en su cama
/////Poe descansaba en la estación de los X-Wing con sus compañeros terminando de limpiar su nave mientras hablaban de las cosas de la vida
-Si algún día termina esta guerra quisiera irme a un lugar exótico, lleno de curiosidades- mencionó uno de los pilotos mirando el cielo
-Si la guerra acaba quiero formar una familia, casarme, encontrar un hogar- contestó otro
-Oye, según a mi entender las cosas suceden al revés- lo que dijo Poe hizo reír a todos incluso al piloto mismo
Uno de los compañeros interestelares pronunció algo en su idioma y todos sonrieron
-¿De veras tienes a alguien esperandote? Vaya Dukar, eres todo un galán-
-¿Y tú Poe?-
-¿Yo? No, como crees, esto de la guerra...te quita el romanticismo-
-¿Pero si tuviste a alguien en tu vida?-
-Bueno si pero no estoy de humor para hablar de ella, solo diré que tenía los ojos más hermosos de la galaxia y que cuando me besaba se sentía como si un blaster me atravesaba el pecho-
-¿Como sabes que se siente?-
-Lo sé, es lo único que importa-
-Comandante- llamó Leia detrás suyo
-General, ¿en que la puedo servir?-
-Necesito de ti, quiero charlar algo a solas-
-Si, por supuesto- Poe se extrañó de la privacidad pero solo obedeció órdenes
En su habitación Leia se sentó con una mueca de preocupación
-¿Sucedio algo?-
-Necesito de ti Poe, algo acaba de ocurrir-
-¿Son los TIE? ¿Descubrieron como atravesar la tormenta?
-Esto se trata de algo más grave, algo que tal vez cambie la guerra, confío en ti Dameron, es por eso que te llamé-
-Lo que sea sólo digame, me empieza a asustar-
-¿Prometes guardar silencio de lo voy a contarte?-
-General...le prometo mi total discreción sea lo que sea este a punto de contarme- susurró el castaño sentándose frente a Leia con total atención
-Se trata de Hux-
-¿El General Palidox? Creí que lo iba mandar a Balm, pero si le urge deshacerse de él puedo tirarlo al hiperespacio de inmediato-
Organa mostró una sonrisa cálida juntando sus manos
-No se trata de eso...-
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El Sentimiento Más Profundo
RandomConnix siempre ha sido una chica correcta, hasta que conoce al General Hux, sus preguntas se salen de control con la llegada de este hombre a su vida...y también sus sentimientos.