El Sentimiento Más Profundo

12.

Despertarse en cama de Hux no era algo que Connix esperaría de su vida. Despertar con la sensación de que todo fue un mal sueño, que en cualquier momento la imagen de la lámina metálica simulando barrotes conectados se desvaneceria y allí estaría la realidad que tanto anhelaba. Sin ninguna guerra, sin ningún enemigo, no más peleas absurdas, no más lucha del bien y el mal.
Pero no sería así. Por más que su corazón deseará esa realidad la vida es diferente a los sueños.
Hux aún dormía cuando se levanto en silencio de su lado. Sería casi de mañana porque el sol asomaba en el horizonte, la rubia miró por la ventanilla minúscula la niebla proveniente del suelo, las plantas enredándose por las paredes, los animales merodeando alrededor.
No quisiera haberlo hecho mas lo hizo, se marcho de la celda sin ninguna palabra.

El corredor de luces opacas estaba helado, Connix tiritó un poco friccionando sus manos juntas.

Control se encontraba vacío aún.
Aunque las sondas se veían bien los X-Wing salieron a recorrer la atmósfera como todos los días. Los pilotos desembarcaban de las naves que se podían ver con claridad desde el puesto de mando. Connix bostezo tomando su cabello para una formar una coleta que al principio no la convenció así que la desató de nuevo dejando su cabello libre.

Un droide pequeño se le apareció delante suyo provocándole un espasmo del susto.

-Cielo santo...me asustaste, pequeño...¿Como te llamas?- la rubia se inclinó un poco mirando al nuevo robot. El pequeño hizo algunos chirridos abriendo un compartimento 

-Si pusieras un poco mas de atención notarías que hay nuevo personal- Pamich tomó asiento en la consola encendiendo los radares

-Si, buen día para ti también- chito Connix bostezando

-¿Te sucede algo? Te ves fatal-

-Nada, nada, una migraña tal vez-

-¿Migraña? Ay vamos, te conozco, estas de mal humor-

-Ash, odio cuando tienes razón- bufo la rubia sentándose en la silla de comando

-Cuéntamelo-

-Es la general-

-No creas que eres la única presionada aquí, todos estamos dando lo mejor pero ten en cuenta una cosa: si ella exige mucho de nuestra parte es porque exige lo mejor para la resistencia, ¿no es ese nuestro propósito? Debemos acatar ordenes, cumplir con el trabajo-

-No me refiero al trabajo, siento que...que no confía en mi, eso me consume por las noches-

-¿Puede confiar en ti?-

-Claro que sí, ¿que creés que soy?-

-Una mujer...enamorada y del hombre incorrecto-

-Oye, ponlo en la bitácora si puedes- con ironía Kaydel se cruzó de brazos

-¿Poner que cosa?- Oh rayos...Poe con BB-8 a su lado

-Nada, nada, olvidé las grabaciones de anoche ¿puedes creerlo? Ahora regreso chicos- la morena se marchó con paso acelerado dejando al piloto con la teniente a solas

-Si tienes que gritar prefiero que BB-8 me lo diga-

El droide emitió algunos sonidos hablándole a la rubia

-¿De verdad? ¿No va a gritar esta vez? Debe de estar enfermo entonces-

-No, no estoy enfermo, estoy molesto contigo, no significa que no este preocupado por ti-

-¿Preocupado?-

-¿Que te dijo el general?-

-Nada específicamente, quiero decir, si, hablamos pero no encuentro lógico que quiera hablar de los planes de la primera orden con una teniente de la resistencia-

-Los caza se comportan extraño, anoche esperábamos que atacaran pero se detuvieron antes de entrar a la atmósfera, dieron la vuelta-

-¿Quieres decir que...?-

-Ellos saben que la base esta aquí, ¿porqué no atacan?-

-¿Dices que Hux tiene que ver con eso?-

-No lo se, esperaba a que tú me lo dijeras-

-No me ha dicho nada-

-Pues intenta averiguar algo, esto no es un juego de niños Kaydel, esto es la guerra, saber los planes del otro es fundamental-

-No voy a forzarlo a abrir la boca-

-¿Porque él te importa? Perfecto, mas motivos para intentar protegerte, mueve tus pestañas si debes hacerlo, averigua alguna cosa ya que eres cercana al general Armitage-

-Eres un sínico-

-¿Yo? Yo no me enamoré del enemigo- su falsa sonrisa palida al marcharse fue más dolorosa que cualquier otra palabra o pelea que pudieran tener
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De nuevo otro día agotador, de nuevo la discusión con Poe, de nuevo esa sensación de tener que rogar perdón.

Lo primero que Kaydel hizo al entrar a la celda fue sentarse al lado de Hux colocando su cabeza con cuidado en el hombro del pelirrojo

-¿Tuviste un buen día?- preguntó el general acariciando el cabello lacio de la teniente

-Regular, ya sabes, típico protocolo-

-Si, a veces puedes sentirte hastiado del reglamento, las órdenes, todo lo diario-

-¿Te sientes bien?- preguntó la chica mirándolo por un segundo

-Ahora que éstas aquí mucho mejor- susurró el general

-Lo practicaste todo el día ¿cierto?- rió Kaydel acostándose en la cama

-No sabes cuanta vergüenza me da- Hux se acostó a su lado mirándola
Aún cansada seguía siendo la linda y fresca teniente de la Resistencia, sus ojos profundos le daban un calor abrasador que jamás había sentido

-¿Que relación tenemos?- la pregunta heló al muchacho, Connix lo sabía, la pregunta fue abrumadora aún para Hux

-Enemigos...aunque me cueste aceptarlo, ¿verdad?-

-Quisiera haberte conocido en otra situación, lejos de esta paranoia-

-Comparto tu deseo-

-...Las patrullas vieron algunos cazas anoche... y sin embargo no atacaron...¿creés que saben que estas retenido aquí?-

-Es posible, creeme, si fuera decisión del nuevo líder supremo me dejaría aquí pero la burocracia de los puestos militares sigue siendo vigente así que una patrulla nocturna será suficiente para aparentar una búsqueda de mi paradero-

-¿Por que dejarte aquí?-

-Kylo Ren es un soldado individual, no comparte la visión unigenita del nuevo imperio-

-Pero debe pretender que piensen así-

-De todos modos ¿que posibilidad existe? Las únicas opciones que tengo es un rescate o ir a la cárcel-

-Si colaborarás no tendría que ser así o al menos la pena se reduciría-

-Estoy seguro que la Rebelión no se tomará el caso de un alto mando enemigo con gentilidad-

-A veces tienes confiar, como...cuando tienes una corazonada-

-No he tenido una corazonada en mi vida-

-Bueno, alguna vez deberás tener una- Connix bostezo apoyándose en el hombro del pelirrojo

-Solo tú puedes hacer que esto funcione- sonrió el muchacho dándole un beso en su frente