16.

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Hux pasaba la mayoría del tiempo pensando, sin buscar nada más a su alrededor, recostado, parado, observando la ventanilla que daba hacia afuera. Los detalles de la vida rebelde.
¿Donde trabajaría Connix? Es decir...la Teniente, la teniente.
Por allá el depósito de los X-Wing, más allá el control de mando, las habitaciones, la guarnición de armas.
No, no sabría donde, tendría que preguntar primero. La puerta se abrió dejando a la vista a la rubia con una expresión de cansancio.

-Me estaba preguntando donde trabajas- exclamó el pelirrojo dándose la media vuelta para encontrar una sonrisa modesta

-En la torreta norte, control de mando-

-Al fin, ahora ya se adonde puedo fijarme todo el día-

-¿Todo el día? No sabía que era un hombre obsesivo General Hux- rió la chica entregándole la cantimplora mientras se sentaba en la cama, el pelirrojo imitó su acción observándola en detalle

-Obsesivo no, cuidadoso tal vez, no creas que no he notado al piloto persiguiendote y velandote-

-¿Poe? Como crees, es sólo mi amigo-

-Un amigo reconoce el espacio personal, un amigo no interviene en las decisiones de los demás, por sobre todo un amigo no se comporta como un enamorado despechado-

-Wow, en la Primera Orden también tienen códigos morales- carcajeó Connix cruzándose de piernas

-Al menos por mi parte-

-Bueno no tienes nada que temer, porqué yo...- Connix estaba a punto de decirlo, Hux quedó en vilo de su boca callada, esos ojos rogando por escucharla, escuchar esas palabras de la voz de la muchacha

-¿Porqué tú que?- preguntó Hux mientras su corazón se aceleraba

-Porque yo...te...yo te...yo estoy...enamorada-

-¿Te enamoraste? Vaya, no me lo imaginaba- con algo de sarcasmo Hux dio una pequeña risa, la chica lo miró con sus ojos bonitos, con sus mejillas ruborizadas, con su respiración arrebatada, no pudo evitarlo, tomó por los hombros a ese, el general de la Primera Orden, el gran militar, el temido Armitage Hux ahora entregado totalmente al sentimiento más profundo: el amor. No la clase de amor violento o pasional, no la clase de amor interesado, no la clase de amor que profesan los poderosos, no, la clase de amor que Hux sentía por primera vez en su vida, amor tierno, feliz, desinteresado, sin nada más que pedir solo un momento como una sonrisa o un beso.

-Yo te amo- susurró Connix a centímetros de Armitage

-Yo también- sonrió el General acariciando a la chica

-Lamento mucho esto, lamento mucho no haberte conocido en otra situación- murmuró Kaydel sintiendo los labios del general en su frente

-No lamentes nada, yo no lo lamento-

-Aún así...todo esto es tan repentino, no se que vaya a pasar...aún así quiero estar contigo-

-Yo también, Teniente-

Sin que lo supieran Poe escuchaba desde afuera de la prisión preguntándose si de verdad se trataba de amor
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-¿Connix?- preguntó Pamich poniendo una mano en el hombro de su amiga

-¿Que pasa Pam?-

-¿Estas bien?-

-Si, solo...me siento algo cansada- sonrió palidamente la rubia sentándose en un asiento

-La General me ha dicho que tu querías que me considerará en el proyecto del dron-

-Si, creí que sería lo mejor, no me siento muy bien estos días-

-¿Éstas enferma? ¿Porqué no me lo dijiste?-

-No, no, enferma no-

-¿Entonces?-

-Esto de huir es algo que me estresa-

-¿A quién no?-

-Es todo repentino y seguido, no tengo las fuerzas para seguir haciendo esto-

-No me asustes amiga, suenas como si quisieras renunciar-

-No te preocupes se que no durará- suspiró la chica mirando hacía el ventanal

-Se que no es un buen momento al rato comenzamos con las pruebas-

-Bien, iré a darte una mano-

¿Porqué almacenamiento siempre era tan sombrío? Sin ventanas abiertas, grandes puertas de metal bloqueadas, la llave principal se le había olvidado en la caseta, de haber olvidado la llave, ufff... ¿como la desbloquearían?

Connix tumbó su cabello hacía atrás de su hombro abriendo la puerta del pequeño espacio... que sorpresa fue ver a Poe en el asiento del escritorio abandonado

-¿Que tienes?- bufo la chica mirándolo con recelo

-¿Yo? Nada, estoy de maravillas, ¿tú?-

-Si, vine por unas cosas pero si estas aquí creo que mejor me voy-

-¿Porque tengo las llaves o porque no quieres hablar conmigo?-

-Tienes las llaves, tú puedes cerrar la puerta-

-Cuando te pregunté si lo amabas...- se rió Poe levantándose -Me dijiste que estaba loco, lo negaste, lo negaste, y volviste a negarlo, una semana después le confiesas tu amor a un tipo que casi nos mata a todos, que colabora con nuestra destrucción dentro de las mismas instalaciones, ¿te crees que esto es una especie de cuento de amor?-

Connix se quedó helada ante el comentario, Poe se había extralimitado esta vez.

-Mis problemas son míos, quedate con los tuyos propios- susurró asustada la chica

-¿Tus problemas? Esto no se trata solo de ti, creés que esto se trata de ti y de él pero no imaginas cuanto abarca en realidad su pequeño secreto-

-Pues sí, lo amo- contestó Connix tragándose sus propias lágrimas

-Estas loca...- murmuró Poe mirándola con algo de extrañeza

-Estoy harta de tener que ocultar cosas, de tener que ser la teniente, de esta guerra-

-Kaydel...¿Que...? ¿De que lado éstas?-

-¿Como preguntas algo así? Sabes quién soy-

-Ya no se quién eres, ya no se que quién es quién o que pasa, todos esconden cosas-

-Poe mirame, mirame, soy tú amiga, tu camarada, ¿ya olvidaste todas las locuras que hicimos?-

-Esa es la parte que más me duele-

-Poe- Connix se acercó al piloto tomando su rostro entre sus manos -Que lo ame no significa que los vaya a traicionar, ¿como podría?-

-¿Como pudiste? Es...Es el General Hux, ¿que se te ocurrió? ¿Piensas que el cambiará? ¿Por ti?-

-No quiero que cambie, si amas a alguien no lo quieres cambiar-

-Connix, deja ese sueño de lado, vuelve conmigo- murmuró el castaño tomándola de los hombros

-¿Volver contigo?- negó con la cabeza

Poe apenas reaccionó a la pregunta besándola, ¿porque ahora? ¿Porque después de todo este tiempo?
Kaydel no sabía si detenerlo o dejarlo, lo único cierto era que ya no sentía nada al punto de poder razonar durante el beso y aunque Poe había sido su amor imposible ahora verlo así le daba cierta...pena, lo más seguro era que ya no sentía nada, no, Kaydel tenía su corazón completamente repleto de amor...para Armitage Hux
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¡FELICES FIESTAS MIS HUNNIXS HERMOSOS! ESTE ES MI REGALO PARA USTEDES ESTA NAVIDAD.
NO IMPORTA LO QUE PASE NI DIGAN SIEMPRE ESTARÉ AQUI ESCRIBIENDO PARA USTEDES

P/D: NO HAY SPOILERS EN ESTE FIC Y NO LOS HABRÁN, LOS HECHOS DE TROS NO AFECTARAN MI FIC 🖤😘

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