DISPATCH [Jenlisa]

09

El rostro de Roseanne pasó de mostrar preocupación y ternura a mostrar enojo, sí. Se había enojado porque se habían prometido nunca ir a verlo solas, y muchísimo menos sin avisar.

-¿Que hiciste qué?

-Solo quería..-

-No, no importa lo que querías, Kim Jisoo. Lo prometiste, sabes que no debes ir sola, y ¿a esta hora? ¿sin avisarnos? ¿eres consciente de la situación en la que estamos? El hombre está buscando cualquier cosa para dañarnos, ¿no crees que le estabas haciendo demasiado sencillo dañarte, estando sola y... vulnerable? Porque te conozco Kim, sé que quieres solucionar todo, pero no funciona así, no puedes hacer nada más que apoyarnos emocionalmente, sé que pretendes ser fuerte por esto, por nosotras, sé que te crees responsable de nosotras, y sé que no es así, te he oído llorar, ¿sabes? Solucionaremos ésto, pero no Jisoo. No de ésta manera. Lo haremos juntas, las cuatro, Blackpink puede con ésto.

Jisoo iba a decir algo, pero vio a Roseanne darse media vuelta y caminar hacia la escalera. Era obvio que se iba a enojar, si ella hubiera ido sola a hablar con Hyunsuk, la mayor no se lo habría perdonado, así que no iba a decir nada para defenderse, simplemente apoyó su frente en la pared y dejó salir unas lagrimas más, las cosas que su jefe le dijo fueron dolorosas, pero no eran nada comparado a la cara de decepción que tenía la australiana cuando escuchó dónde había estado la mayor. De pronto sintió unos brazos flacos rodeándola desde su espalda. Jisoo intentó girarse para quedar de frente con la pelirroja, pero ésta la detuvo.

-Sólo cuéntame qué sucedió.- Dijo apoyando su cabeza en su espalda.

-Yo... Yo sólo quería que deje a nini y a Lis en paz, y terminó tocando cada uno de mis puntos débiles; que no puedo bailar, que mi voz es fea, que no soy tan visual, que soy una idiota.. que me encantas- apenas susurró ésto último inconscientemente, apretó fuerte sus ojos con la esperanza de que Rosie no lo haya oído, pero una enorme sonrisa reemplazó la mueca de asco y desprecio que sentía Roseanne por aquel viejo.

-Chu...- la giró para quedar frente a frente.- sabes que eso no es cierto, sabes cuánto has trabajado en todos esos aspectos que te disgustaban, estás perfecta con todo, eres una gran persona, eres súper talentosa en todo sentido y eres preciosa, pero no tengo nada que decir con respecto a que eres una idiota, pero eres una talentosa cantante, bailarina, y hermosa idiota.-rió contagiando a Jisoo.

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Jennie perdió la cuenta de la cantidad de veces que llamó a Lisa, y ella no le contestaba, intentó comunicarse con ella hasta que al parecer Lisa apagó su celular. Sabía que tenía que darle tiempo, y esperaba que el tiempo que tardara el avión en llevarla a casa fuera suficiente. Tenía que disculparse, no es muy normal que Jennie diga "lo siento", o "perdón". Pero la situación con Lalisa era complicada, ambas estaban sensibles por toda la farsa que estaban armando. Jennie no tenía intenciones de lastimarla, pero evidentemente, lo estaba haciendo.

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-¿Qué haces aquí Jennie?

-¿ya no es mi casa también? ¿no me extrañaste, Kim Jisoo?

-Baja la voz.- Jisoo sonrió y la abrazó, indicándole que una dormida Roseanne se encontraba en el sofá, habían estado toda la noche hablando de cosas graciosas y juegos que Rose no entendía pero se mostraba interesada, no en el juego del que hablaba Jisoo, si no en la sonrisa que se le formada al hablar de un viejo juego de celular llamado Cookie Run Ovenbreak. y aún no era hora de despertar.-si despierta te golpeará, así que sólo ve por tu chica ahora, mañana solucionaremos esto otro.- apuntó con su cabeza a Rose.

Jennie asintió y comenzó su camino hacia la habitación de Lalisa con demasiado silencio. Abrió lentamente la puerta de la habitación de la menor y ahí la vió y se le partió el alma en mil pedazos. Ella estaba en posición fetal de espaldas a la puerta. Jennie sabía que cuando Lisa se quedaba dormida en esa posición era porque extrañaba a alguien. Más de una vez la vio así, abrazando un porta retratos con un foto familiar, o de sus amigos de Tailandia. Se acercó a ella y se sentó en la cama logrando así ver su cara, y sí, se había dormido llorando. Jennie tomó con cuidado el porta retratos de entre los brazos de su novia y no pudo evitar que algunas lágrimas humedecieran sus mejillas al ver la foto que ellas dos se habían tomado la primera vez que fueron juntas al país natal de la menor.

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Lalisa fue la primera en despertar, sintió como el frente de un cuerpo se apegaba completamente a su espalda y un brazo cruzaba abrazándola con fuerza por encima de su torso. Ésta obviamente creyó que era su mejor amiga, ya que al dormirse era ella quien se encontraba allí, abrazándola, como siempre. Además de que Jisoo no era muy de abrazar a Lalisa de este modo. Inhaló reconociendo aquel aroma pero no, seguramente serían sus pensamientos queriendo que volviera a llorar. Jennie, Jennie estaba en París teniendo citas románticas. Pero comenzó a sospechar que algo no andaba del todo bien en el momento en el que con su dedo índice rozó el brazo que la cubría y notó que éste estaba cubierto por una chaqueta de cuero.

-Te quité la foto por si se caía. Ya sabes, usualmente te mueves mucho por la noche.

-¿Qué haces aquí?

-¿Puedes darte la vuelta, por favor?

-No.

-Ok.- Jennie rodeó la cama y quedó frente a Lisa, pero ella rápidamente volvió a girarse dándole la espalda a Jennie otra vez.- Vamos lili, no seas infantil.-se repitió el proceso unas tres veces hasta que Jennie se resignó y volvió a abrazarla con fuerza por la espalda.-Sé que me equivoqué.- ¿si lo sabes por qué lo hiciste? Pensó Lisa- Lo de la cena en París era nuestro.- pero pensaste en él cuando estabas cenando en parís, que loco, ¿no? -Sólo tenía que escribir algo y fue lo primero que se me ocurrió.- ¿para él? Wow Jennie Kim, lo estás arreglando todo, eres genial. -literalmente estuve toda la cena con Maeng hablando de ti. Y de lo increíble que lo habríamos pasado si hubieras podido ir. Lo bien que quedarían en ti algunos estilos franceses... Seguramente ella te lo dirá luego. Ok, pero no me estoy excusando tampoco. Simplemente me equivoqué y listo. Entiendo si no quieres perdonarme, pero también piensa en que la única persona con la que quiero compartir cenas, viajes y aventuras es contigo, Lalisa Manoban. Quiero pasar el resto de mi vida sólo contigo.