Día hermoso y fragante olor a campo.
En las inmediciones de Valle Dorado todo transcurría a total normalidad y Serena dedicaba toda su atención a Rei.
Haruka hablaba con la sonriente dama en la pantalla de su laptop en la intimidad de su habitación y Serena se tronó los dedos por enésima vez.
—Esta muy extraño señorita Serena, ella dijo que no se iría, bueno, no pronto.
Serena se quedó ahí, parada frente a la ventana de la cocina. Sin moverse ni un centímetro, suspiró analizando los posibles lugares donde podría estar.
—Sería una locura que se hubiera ido sin despedirse.
Rei encogió los hombros y suspiró antes de servirse un vaso con leche.
—Lo siento Sere, pero yo no podría deducir mucho, las conoces mejor.
Serena se giró a mirarla. Delgada, esbelta y enfundada en sus habituales pantalones de mezclilla y blusa de tirantes a juego mostró la clara expresión de la aflicción.
—Creo lo suficiente como para saber que no se iría así como así—Soltó el fuete sobre la encimera y avanzó a la salida—Que Nick se encargue de todo en lo que vuelvo.
El día avanzaba y Serena no pensaba dejar que más horas pasasen sin saber en dónde estaba Minako, ese año estando con ellas había sido de demasiadas emociones y de pronto había descubierto que amaba a sus hermanas, que haría lo posible por mantenerlas cerca.
Caminando rumbo a la salida Serena pensó muchas cosas, pensamientos y deducciones encontradas la invadieron y sólo pudo alcanzar a rogar con todo el corazón que Mina estuviera sana y salva. No importaba si no se había despedido, sólo deseaba saber que ella estaba bien.
—Serena.
Sólo esa voz le hizo detener sus determinados pasos, Haruka estaba tan cerca que no la había notado ir hacia ella.
Serena parpadeó.
—Haruka, Mina no llegó a dormir.
Haruka se pasó una mano por el rubio cabello que empezaba a crecer, hermosa y altanera como era ella torció los labios.
—Ha de estar con el sugar daddy—. Determinó segura. Pero Serena negó muy seria.
—Ese inútil no se ha aparecido aquí desde la golpiza que le dió el ex de Mina.
Un pitido proveniente de la habitación de Haruka sacó de línea la conversación.
—Mi representante vendrá, a conocer el pueblo.
Serena asintió.
—Iré al pueblo a preguntar si alguien sabe algo, no sabemos si el ex o el asesino andan—. Paró de hablar mientras se tomaba con una mano la cabeza en señal preocupada.
—Ni lo digas, vamos, te acompaño.
—No, no, debes recibir a tu mánager si hay algo importante te aviso.
Esta vez Serena había ganado la batalla de voluntades, sólo porque Haruka tenía sus propios conflictos existenciales aceptó dejarla ir, pero no sin antes hacerle prometer que le contaría todo. Esperando que su hermana estuviera bien salió media hora después en su lujoso auto para encontrarse en la estación de autobuses con Michiru.
...
—Entonces ella no volvió.
Serena miró como Darien se acariciaba el mentón con dos dedos, paseándose por el consultorio el hombre pensó en dos cosas.
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Las Tres Tristes Tigres
FanfictionSerena Tsukino hija menor del finado hacendado del pueblo tiene una gran responsabilidad en sus manos al tomar el mando de la hacienda Tsukino. Pero tiene un mayor reto, sin saberlo hasta el entierro de su padre se entera que hay dos herederas más...