Capítulo 21

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Los días siguieron pasando y la búsqueda de Mina estaba por ser finalizada.

—Es que no pudo habérsela tragado la tierra. —Imputó el hombre tras el escritorio.

De ojos misteriosos y cabello al hombro, pegoteó con las puntas de los dedos en los documentos.

—¿Han interrogado de nuevo a Darien Chiba?, ese medicuchoo debe saber algo más.

—Si comandante, pero todo está igual. Debe haber algo más, algo que hemos dejado pasar.

—Investiguen a Yaten Kou, es decir, sus propiedades o las de su padre, las últimas compras de ambos, a dónde salen qué lugares frecuentan y hasta sus aficiones.

El joven policía salió del cubículo. Todo estaba más complicado de lo que parecía, y a cada minuto la vida de Mina amenazaba con extinguirse.

—Serena, te vas a acabar el café y tus nervios colapsarán.

Después de mucho silencio y una quinta taza de café Serena miró con atención a Darien.

—Sólo espero no esté muerta. -Soltó a voz seca.

Darien deslizó la mano sobre la mesa para tomar la de Serena.

—Estaré contigo en todo momento. Lo juro.

Serena asintió despacio.

Darien se aproximó a ella y le besó con suavidad, no era el beso que soñaba precisamente. Sabía bien que ella no estaba al cien por ciento pero más que necesitar besarle, quería transmitirle todo su incondicional apoyo. Quería estar cerca de ella, quería ser su pilar, anhelaba ser su protector.

—Darien, yo —Musitó en confusión mientras se separaba de su protector abrazo —. Eres muy lindo y

Darien se volvió a apoderar de sus sonrosados labios, y esta vez fue mas intenso, mas voraz y fehaciente. Serena pudo sentir el tibio calor invadir su cuerpo.

—Darien, espera, yo

—Sé mi novia Serena, tengamos una cita, como las demás parejas.

Serena asintió, sin soltar sus manos entrelazadas y separándose un poco de él se puso de pie.

—En cuanto Mina aparezca consideraré lo que me has pedido.

Haruka y Michiru salieron de la comisaría después del interrogatorio a Haruka. Silenciosas en demasía caminaron hasta el auto de la rubia.

—Ya son cinco días Michiru.

Michiru no había querido insistir en que Haruka reconsiderara su despido debido a las circunstancias que la envolvían en esos momentos.

Ella, al igual que Serena y Haruka quería que Mina apareciera y así poder volver a su vida, incluyendo la amistad tan estrecha que tenía con la rubia alta que caminaba a su lado.

Estiró la mano y asió la de Haruka justo antes que esta tomara la manija del auto.

Haruka dio un saltito al sentir la tibieza de Michiru.

—Michiru.

—Todo va a estar bien, la van a encontrar sana y salva.

Los ojos de Michiru eran brillantes y hermosos, Haruka no quería romper el momento así que pensó en algo arriesgado.

Se inclinó un poco y empujó a Michiru sobre el auto.

—Haru... ¿Qué haces? —. Habló Michiru con voz temblorosa al verle acercarse a su rostro.

—Hay algo que quiero hacer Michiru. Algo importante —. Susurró muy cerca de su oido sin dejar de mirar un punto fijo tras Michiru.

—Hola Haruka, hasta que puedo verte.

Seiya llegaba sin mucho afán al encuentro con ellas.

—Seiya. ¿Cómo estás? —. Preguntó ocultando su desazón.

Seiya sonrió de lado. Le gustaba mucho Haruka y le parecía un deleite cada que sus ojos podían observar su belleza. Así que sin tardar empezó a hablarle sobre como estaba dando poca importancia a Michiru quien atenta estaba a sus movimientos. Haciendo saber que era su gran admiradora siguió pasando desapercibida por el artista.

—La pintura será exhibida por vez primera en el mini museo del pueblo, será algo innovador y en cuanto Mina aparezca organizaré todo para que todos estemos presentes. ¡Oh lo olvidaba! Haruka debo decirte algo sobre Yaten.

A Haruka se le agudizaron los sentidos al escuchar ese nombre.

...

El anochecer estaba cayendo cuando llegaron a la casa que aún colgaba el letrero de venta.

Con lo que pareciera una falsa alarma y la esperanza muerta, Haruka cerró la portezuela de su costoso auto. Dio un visto de soslayo solo para constatar que Darien se había quedado dentro del auto con Serena.

-vaya, este si que es valiente-masculló de muy mala gana, pero pronto se calló al ver a su hermana aproximarse a un costado suyo.- enana-susurró con sus delgados labios y mirada entrecerrada-, no eres tú quien debe venir, es ese pasguato

-Mina es mi hermana y es mi deber encontrarla sana y salva-. Añadió sin dilación una vez que estuvieron muy cerca de la puerta, asomó el rostro por el cristal de una ventana y se echó atrás como si hubiera sido pinchada por un aguijón.

-¡¿qué?!

Serena estaba blanca como el papel.

-Haruka, ahi está Yaten.

-¿te vio?

-no. Eso parece.

-¡maldición Serena!

-¡no me vio tarada!

—No espero una recepción, así que —. De un buen puntapié arrasó la vieja puerta y entró como un viento arrollador, sin duda alguna avanzó con Serena detrás hasta la recámara.

-¡Mina!

Ahí, justo frente a ellas estaba Mina, cubierta de sangre y sin saber si estaba muerta o viva Serena se abalanzó hacia ella mientras Haruka buscaba al culpable de tal atrocidad.

—¡Por favor no mueras! —. Gimoteó Serena sin esperar que Yaten saliera a su paso dándole un buen golpe al estómago.

-¡tres rubias en lugar de una!-exclamó en voz enardecida y ojos extraños-. Ven, Haruka,-ordenó sonriente cuando tomó a Serena por los cabellos y puso la filosa arma sobre su cuello.

-la gente como tú no gana Yaten, lo sabes.

-¡cállate!-gritó eufórico de locura y lanzó a Serena contra una pared.

Haruka aprovechó bien el movimiento y forcejeó con él por el arma. Violentos y ágiles se dieron buena batalla hasta que Yaten en un rápido tirón rasgó con el cuchillo el brazo de la mujer.

—¡Muere Haruka!

Aun asi Haruka asestó un puño en la nariz de Yaten haciéndole disvariar en su huida hasta la puerta.

-Haruka, ve por él-gimió Serena de dolor.

Yaten estaba a punto de cruzar el umbral de la puerta cuando sintió un rodillazo en el estómago que acabó derribándolo.

-¡controlado!-gritó Darien desde la puerta.

Haruka se sobrepuso pronto, aún herida ayudó a Serena a levantarse.

...

Tenía que pasar una desgracia para que hubiera unión. Casi siempre es así, casi.

La vida es muy hermosa, maravillosa y digna de vivir. Los sueños logrados son los que nos dan esa energía para continuar, para reír, para disfrutar...

08/09/19.

Las Tres Tristes TigresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora