Cuarenta

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CAPITULO CUARENTA
Nos veremos mañana hijo de perra.

Jayden'

- ¿Como te sientes? - Pregunte sin dejar de acariciar su cabello.

- Como si varios camiones me hubieran pasado por encima -
Intento ser graciosa.

- Estaba muy procupado - Su mano fue hacia mi mejilla acariciandola.

- Estoy bien - Contesto con una ligera sonrisa - Ahora solo besame.

Sonreír a la vez que negaba con la cabeza.

- Estuviste apunto de morir - Me acerque a sus labios besandolos cortamente.

- Pero no lo hice, estoy aquí contigo -

- Y estoy tan feliz por eso - Eleve su mentón para volver a atrapar sus labios.

Sin duda nunca me cansaría de esto.

- Lamento interrumpirlos chicos - Emily hizo que me separara con torpeza por el susto haciendo reír a Hayley - Me tenias tan preocupada.

Ella se acerco a abrazarla por lo que me hice a un lado para darles su espacio.

- Yo las dejare solas - Dije aclarando mi garganta.

(***)

- Hayley... - Adverti al verla ponerse de pie cuando Alexa entró. Ella bufo.

- Solo vine a ver como estaba - Me informo. Asentí sin decir nada.

- No finjas preocupación - Hayley dijo amargamente.

- Escucha, no soy la villana de esta historia - Ella intento acercarse pero levante mi mano para que no hiciera.

No sabia si ella había sido o no la causante de la casi muerte de Hayley pero no debía confiar demasiado, ahora mas que nunca debia tener cuidado.

- Alexa solo...

No pude decir mas, no encontraba que decir.

- Vete - Hayley hablo.

- Yo no lo hice. Si quisiera matarte lo hubiera hecho yo misma con mis propias manos no usaría algo tan simple como el veneno - Se defendió cruzando sus brazos.

La puerta se abrio nuevamente dejando ver a Benjamin quien inmediatamente le dio la razón.

- Ella jamas lo haría.
Nosotros no somos el enemigo, somos familia, Jayden.

(***)

El cielo estaba nublado casi en su totalidad. A mi alrededor había muchas personas, calculo como unas 15. Todos amigos y amigas de mi madre. Algunas de ellas no las conocía pero se habian acercado a darme el pésame.
Mi hermana estaba aferrada a los brazos de Sara completamente devastada.

- Lo siento mucho, Jayden. Ella era buena mujer - Frases como esas fueron las que escuche.
Solo agradeci por haber vendido.

(***)

Una emergencia había surgido por lo que rápidamente Benjamín y yo caminábamos hacia el punto donde el terreno de la mansión finalizaba.
Ahí dos cazadores sostenían a uno de los lobos de Nathan, quien apenas podía mantenerse en pie.

¡Mio!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora