¡Mio!

Treinta y ocho

|CAPITULO TREINTA Y OCHO|
Lo pensare por ti...

- ¿Porque no lo dijiste? - Pregunte a Noah con evidente molestia.

- Lo siento... no quería recordarte a tu familia. Se que es un tema difícil para ti - Respondió. Gire los ojos.

- Da igual, ahora no tenemos nada. ¿Como haremos para saber quien se lo llevo? Pudo haber sido cualquiera.

- Los humanos están descartados, solo quedan los lobos de Nathan -

- ¿Pero como demonios se enteraron? - Jon pregunto indignado. Me miro - No se tu, pero creo que hay un traidor entre nosotros de alguna u otra manera siempre están primero.

El tenia razón.

- ¿Pero quien? - Emily pregunto - ¿Crees que tenga algo que ver con mi magia?

- No lose cariño. Pero sea como sea vas a recuperarla - Sus brazos la rodearon.

Lleve mis manos a la cabeza y me deje caer en la silla. Estábamos en el salón que usábamos para estas platicas.
Los cazadores salieron segundos después para reunirse con los demás.

- ¿Sera alguno de ellos? - Emily pregunto sentandose en la silla de a lado.

- No, ellos siempre han sido leales a Jayden - Respondi.

- Recordemos Hayley, que ella esta enamorada de Jayden, y el la dejo por ti ¿Porque no lo haría? - Las palabras de Jon me hicieron dudar.

- Y Benjamin siempre estará de su lado.

Mire a ambos sin tener idea de que decir. Ahora no estaba segura de nada.

- Asegúrate de que sean vigilados - Em asintió.

(***)

El frío viento de la noche hacia que mi cabello se moviera hacia todas partes.
Cerré los ojos y me apoye sobre la frente detrás de mi.
En estos días había descubierto mas de mi familia, y me tenia totalmente frustrada ¿Cuantas cosas mas nose?
Pero lo que mas me preocupaba, era mi padre... saber que el estaba vivo me daba una angustia demasiado grande. 

- Sabia que estabas aquí - Su voz me hizo levantar la mirada. Le di una pequeña sonrisa antes de ponerme de pie.

- Te sienta bien - Dije refiriendome a su nueva imagen. El alzo una ceja divertido.

- El cuero me sienta bien - Negué con la cabeza divertida - Se que te encanta.

- Creo que la ceremonia tiene algo que los hace mucho mas vanidosos -

Soltó una pequeña risa antes de llevar su mano a mi mejilla.

- Hubiera querido que estuvieras ahí, estaba aterrado -

- También hubiera querido estarlo, pero ya sabes no era bienvenida -

- Si fueras una cazadora...

- Nunca te hubiera conocido si lo fuera porque en ese momento no me hubiera atrevido a hacer el sacrificio -

-  Lamento todo lo que tuviste que pasar -