Capítulo 3.- Un nombre

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Disclaimer: Los personajes de The rise of the guardians (El origen de los guardianes) pertenece rigurosamente a Dreamworks. Película basada en la serie de libros de William Joyce, 'The Guardians of Childhood' (Los Guardianes de la Infancia). Este fic lo hice sólo y únicamente como diversión.

Personajes: Bunnymund, Jack Frost, Toothiana, North, Sandman.

Aclaraciones y Advertencia: Este fic contiene YAOI, humor, Lemon, fantasía y lo que se me vaya ocurriendo, kesesesese.

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El origen de los guardianes: Las crónicas de la muerte

Capítulo 3.- Un nombre

Bunny daba vueltas por toda la habitación; los segadores de Muerte los habían llevado de vuelta al polo un par de días atrás y desde entonces el ex conejo se encontraba confinado pues North estaba preocupado por lo que pudiera pasarle a Aster en esa forma humana. Pero Bunnymund odiaba el frío y su nuevo cuerpo era incluso más débil a las bajas temperaturas, aunque debía agradecer a esa "mujer" por las ropas, que eran confortables y le ayudaban a soportar su tortura.

—Canguro —Aster gruñó por lo bajo. Jack se encontraba en la entrada, cargando una charola con comida recién hecha.

Bunny iba a regañarlo por ponerle apodos, pero se detuvo al verlo detenidamente. Jack no usaba sus ropas normales, ni las que el segador le dio para la fiesta; esta vez, traía puesto un pantalón blanco, una camisa verde claro de manga larga con botones dorados y una pequeña capa roja con motivos navideños que lo hacían lucir adorable.

—¿Te gusta? —dijo Jack pensando que el ex conejo lo miraba tan fijamente por su nueva vestimenta. —Muerte la envió, dice que la señorita Aracne ha estado trabajando compulsivamente desde que me conoció.

Aster frunció el ceño al notar cómo se sonrojaba el guardián de la diversión. Muerte, Muerte, desde que Jack lo conoció no hacía otra cosa que no fuese hablar de ése sujeto.

—Escucha Frostbite, debes mantenerte alejado de Muerte —Jack frunció el ceño por lo que Bunny le decía —. Hay una razón por la que él no debe acercársenos...

—¡Ya basta! —dijo Frost enojado. Estaba harto que los demás guardianes se metieran en su vida; le enojaba tanto que después de trescientos años de abandono en la que nunca dedicaron un solo minuto de sus vida a acercarse a él y tratar de conocer lo que esa máscara de "chico desastre" escondían.

Sólo cuando el Hombre de la Luna lo convirtió en uno de ellos comenzaron a tratarlo bien. Eran tan injustos.

—Jack, es por tu bien, Muerte es malo...

—¿Acaso es por lo que él representa? —preguntó cada vez mas enojado —Tú no lo conoces, él... —paró abruptamente; los labios de Aster se habían apoderado de los suyos en un arrebato, tomando por sorpresa a Jack, quien después de unos segundos se separó con brusquedad.

El viento comenzó a soplar dentro de la habitación, como respondiendo a la frustración del peliblanco.

—Jack... yo... —no pudo terminar, Frost salió de la habitación como una ráfaga de viento, dejando a Aster entre arrepentido y preocupado.

Jack salió del polo, dejándose llevar por el viento, tratando escapar del cúmulo de pensamientos. Llegó a una pequeña ciudad, a lo lejos, pudo apreciar algunas manchas negras que identificó como segadores, se acercó a ellos; tal vez hablar con alguien lo ayudaría a olvidar lo sucedido con Bunny.

El origen de los guardianes: Las crónicas de la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora