Capítulo 11.- Desesperación, ira y odio

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Disclaimer: Los personajes de The rise of the guardians (El origen de los guardianes) pertenece rigurosamente a Dreamworks. Película basada en la serie de libros de William Joyce, 'The Guardians of Childhood' (Los Guardianes de la Infancia). Este fic lo hice sólo y únicamente como diversión.

Personajes: Bunnymund, Jack Frost, Toothiana, North, Sandman.

Aclaraciones y Advertencia: Este fic contiene YAOI, humor, Lemon, fantasía y lo que se me vaya ocurriendo, kesesesese.

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El origen de los guardianes: Las crónicas de la muerte

Capítulo 11.- Desesperación, ira y odio

El inframundo era todo un caos en ese momento, Muerte había ido a visitar a Cosmos obligado por Vida y Destino ya que ambos guardaban la esperanza de que su hermano menor se sintiera un poco más tranquilo estando lejos y lo ayudara a olvidarse de sus sentimientos por Jack. Desgraciadamente, en su ausencia había desaparecido uno de los más pequeños segadores, por eso todos estaban preocupados pues el niño no solía dejar sus obligaciones de lado así como así.

Roderich era el más angustiado; después de todo él era el segundo de Muerte, sus responsabilidades incluían velar por la seguridad de sus compañeros, ¡esto seguro dejaría una terrible mancha en su perfecto historial!

—Es es una pesadilla —se dijo dejándose caer pesadamente en el trono de Muerte —. Seguramente Su señoría me enviará a limpiar la barca de Caronte por los siguientes tres mil años.

Andras ingresó en el recinto, miró a su superior y dio un largo suspiro. Roderich no sólo era el de mayor edad, también había sido el primer segador elegido por Muerte, todos lo admiraba en especial él; darle malas noticias era algo que nadie deseaba hacer.

—¿Has encontrado a Remi? —preguntó Roderich esperanzado, Andras negó con la cabeza —¡Esto es horrible! —exclamó desesperado.

—El nieto menor de su hermano estaba por ser padre, es posible que fuese a visitarlos —sugirió el joven segador pero el mayor descartó de inmediato la idea; Remi no se iba sin avisarle a él o a Muerte, algo verdaderamente malo debía haberle pasado.

Roderich sopesó las posibilidades; si alguien había atacado a Remi, podía ir tras los otros segadores y aumentar aún más la crisis.

—Dile a los otros que regresen a sus labores pero que permanezcan alertas —le ordenó a Andras —Ya hemos dejado por mucho tiempo nuestras obligaciones. El círculo de la vida no puede ni debe detenerse o podría acarrear terribles consecuencias.

—Pero Roderich, ¿Qué pasará con Remi?

—Soy su líder mientras el señor Muerte se encuentre ausente... mi deber es velar por su seguridad —dijo el aludido. —Yo seguiré buscando. Me preocupa que alguien o algo lo atacara.

—¡Con mayor razón debemos seguir buscando! Tú no podrás solo.

—Rey Calabaza y Catrina me acompañaran —Andras bajó la mirada, apretó los puños; se sentía tan impotente, pero si las sospechas de Roderich eran ciertas, únicamente Halloween, Día de Muertos y el castaño podrían pelear.

—Está bien, será como...

—¡¿Dónde está ése miserable?! —un hombre de baja altura, de cuerpo redondo y con un solo mechón de pelo en la cabeza ingresó al salón abruptamente. Los dos segadores fruncieron el ceño al reconocer al hombre.

—Zar Luna —dijo Roderich entre dientes —. ¿Qué haces en los dominios del señor Muerte? Sabes perfectamente que no eres bienvenido, márchate ahora y no llamaré a Cerberos para que se alimente con tu carne.

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