Capítulo 8.- Un regalo para mamá parte I

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Disclaimer: Los personajes de The rise of the guardians (El origen de los guardianes) pertenece rigurosamente a Dreamworks. Película basada en la serie de libros de William Joyce, 'The Guardians of Childhood' (Los Guardianes de la Infancia). Este fic lo hice sólo y únicamente como diversión.

Personajes: Bunnymund, Jack Frost, Toothiana, North, Sandman.

Aclaraciones y Advertencia: Este fic contiene YAOI, humor, Lemon, fantasía y lo que se me vaya ocurriendo, kesesesese.

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El origen de los guardianes: Las crónicas de la muerte

Capítulo 8.- Un regalo para mamá parte I

Destino estaba desesperado; había llamado a Cupido con la esperanza de que él le dijera que sus temores eran infundados pero desgraciadamente no fue así, su hermano realmente estaba comenzando a enamorarse de Jack, de seguir así afectaría el equilibro por completo.

—Esto es terrible —dijo Destino desplomándose en una silla que acababa de aparecer.

—Mi señor no debe desesperar, algo se podrá hacer —habló Cupido en tono conciliador, ver a su señor en ese estado le preocupaba —¿Por qué no le pide consejo al padre tiempo o al señor Cosmos? —la sola mención de este último hizo que Destino se pusiera pálido.

Cosmos era el primer hijo de Cronos, el origen del universo; él regia sobre Destino, Vida y Muerte. Era el ser más poderoso y había incluso algunos que creían que era el verdadero rostro de lo que los humanos llamaban Dios. Cómo hermano, Cosmos era sobreprotector y cómo rey era cruel y sanguinario con quien afectase su precioso equilibrio.

Sí Cosmos llegaba a enterarse de los sentimientos de Muerte... sería capaz de explotar todo el sistema sola con tal de destruir el alma de Jack.

—Esto no debió de haber pasado —se lamentó Destino —, Muerte y Jack no debieron reencontrarse.

—¿Por qué no?...

Muerte representaba el final, su destino era permanecer solo, era por eso que vivía en la oscuridad, ese era su reino, sus dominios eran la soledad; si llegaba a enamorarse pondría de cabeza toda la creación, era por eso que Vida había tenido que aceptar darle el alma de Jack al hombre de la luna en vez de a su hermano.

—No entiendo mi señor, si la señorita vida y usted sabían lo que Jack representaba, ¿Por qué no destruyeron su alma desde un principio? —era cruel, Eros lo sabía, pero sí el guardián de la diversión era el problema, ¿Por qué no deshacerse de él?

Era imposible, un alma no podía destruirse, ni transformarse del todo; no importaba cuantas veces reencarnara, ni cuantas cosas tuviese que pasar, en el fondo seguiría conservando su esencia y era de eso de lo que Muerte se había enamorado, de la esencia misma de Jack.

....

Pitch daba vueltas como un león enjaulado; sus poderes no eran lo suficientemente fuertes para poder romper el sello que mantenía cautivas a las plagas.

—Para liberarnos...

—Otro debe ocupar nuestro lugar...

¿Tomar su lugar?, ¿Quién podría hacerlo? No fue necesario buscar la respuesta pues un niño apareció, era un segador y el guardián de las plagas. No fue difícil para Pitch dominarlo, era bastante débil para luchar.

El pequeño segador forcejeaba para liberarse del agarre de las pesadillas que mantenían una de sus manos extendida frente a él; le suplicó a Pitch que lo soltara, que no liberara a las plagas.

El origen de los guardianes: Las crónicas de la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora