Capítulo 5

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—No puedo creer que me convenciera de esto—dijo Selina mirando por la ventana las casas de la ciudad.

Era cierto. No podía creer que un viernes por la noche estuviera dirigiéndose a una recaudación de fondos al extremo de la ciudad, no es que a ella no le gustará, de hecho, eran los eventos que anteriormente le permitían llegar a fin de mes.

La facilidad con la que podía robar a las personas, era tan simple como respirar. Más ahora que había cumplido los diecinueve años y era socia de un club, la necesidad de infiltrarse era escasa. Ella no tenía necesidad de robar para comer o pagar un alquiler en los Narrows, no, ahora ella tenía todo lo que podía necesitar junto a sus compañeras en aquella ciudad. 

Era una noche agradable de verano mientras hacían su recorrido al salón Virrey en donde se llevaría a cabo la recaudación. A Selina no le sorprendió que Bruce fuera un invitado especial esa noche, su apellido Wayne siempre reconocido por el dinero que podía proporcionar a las buenas causas. 

Ella lo miró sonriendo ante lo dicho. Iba elegantemente vestido, lo que le daba una apariencia mayor que resaltaba unos hombros anchos y un rostro afilado.

—Entonces llegamos, saludamos a las caras de poker, dejas un generoso cheque y nos vamos—volvió a decir con la esperanza de que ese fuera el plan del chico.

—Aunque me gustaría, no puedo, al menos tengo que durar la mitad del evento—respondió Bruce acercándose a ella hasta que sus brazos rozaron—Gracias por decidir acompañarme, no sabes cuánto lo aprecio.

—Bueno, al parecer Alfred y yo estábamos destinados a acompañarte a eventos aburridos.

—No todo lo que dice es cierto señorita Kyle—dijo Alfred viéndola por el espejo retrovisor rápidamente.

—¿Qué quieres decir?—preguntó.

—Creas o no, me gusta asistir a estos eventos—al ver la mirada de sorpresa continuó—Hay personas muy interesantes.

Selina solo negó ya que la idea de personas interesantes era imposible de imaginar. Según sus años de experiencia, las conversaciones no tratan nada más que de negocios, viajes y presumir sus riquezas unos a otros. 

Ignorando una conversación que se comenzaba a desarrollar entré Alfred y Bruce sobre un tal empresario Jem, Selina siguió observando por la ventana las calles de la ciudad. 

Ella comenzó a sentir el dedo de Bruce dibujar círculos en su pierna inconscientemente, un hábito que estaba tomando con mayor frecuencia cada vez que se perdía en sus pensamientos. Duró con ese movimiento circular, hasta que el automóvil se detuvo en la entrada de un gran edificio. 

Tomando el brazo de Bruce subió las escaleras dirigiéndose a la entrada, en donde un hombre mayor que Alfred, les dio la bienvenida con un sentimiento. 

Tan pronto como entraron las miradas de la mayoría se volvió a ellos. Era la primera vez que ambos asistían a un evento juntos, desempeñando sus respectivos papeles de novios, la palabra todavía era extraña para Selina, más ahora, todas aquellas personas conocían de su relación a través de un medio de comunicación. 

El periódico Tower había designado dos páginas completas de cómo el joven multimillonario comenzaba una relación, mostrando como foto principal a Bruce y ella cenando en una sencilla pizzería de la ciudad. Desde ese día la prensa se encargó de ser unos espías constantes hasta descubrir quién era la afortunada Selina Kyle. Día tras día durante dos meses completos Selina leyó al menos una página completa sobre ella con una versión retorcida de su historia, la cual se basaba en que era una niña huérfana que pasó la mayor parte de su vida en casas de acogida hasta que Tabitha Galavan, una persona de gran corazón la adoptó, ¿Gran corazón?, Selina no pudo parar de reír todo un día ante lo escrito por la joven periodista, después de eso, decían que ambas junto a Bárbara kean, decidieron abrir un club. 

Mi Brújula - Bruce Y Selina (Batcat)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora