Mi Brújula - Bruce Y Selina (Batcat)

Capítulo 9 (Parte 1)

—Esta noche Gotham, en la oscuridad, no hay reglas—Jerome decía a todos quiénes estuvieran viéndolo en televisión—Y a la mañana siguiente, todos habrán renacido.

Había pasado años desde la última
vez que Selina lo vio. Fue la noche de recaudación de fondos para el hospital infantil, cuando Jerome vestido de mago junto a Barbara, tomaron de rehén a Bruce. 

Si ella cerraba los ojos podía recordar los disparos y gritos de las personas retumbando en sus oídos, se podía mirar a ella misma siendo una niña que corría por su vida entre una multitud desesperada, mientras jalaba a Bruce del saco para ocultarlo del caos de aquél salón, cuándo la muerte llegó como principal anfitrión en forma de Jerome.

—Debo volver—le había dicho casi en la salida.

—¡Estás loco, están matando personas ahí adentro!.

¿Bruce no valoraba su vida o simplemente ella era muy egoísta?.

—Si. Y Alfred está allá.

—No voy a volver—dijo decidida a no arriesgarse más en aquella fiesta.

—No espero que lo hagas...—dijo Bruce dudando. Por un momento Selina tuvo la esperanza que hubiera cambiado de opinión, pero no fue así cuando continuó—Te extraño... Solo quería que lo supieras. 

Él había desaparecido de nuevo dentro del salón, dejándola sola y confundida con el mismo sentimiento que no logró expresar a tiempo. Al finalizar esa noche, Selina se encontraba en su departamento viendo cómo resultó todo el show de sangre y muerte que Galavan había planeado, todo para obtener poder sobre Gotham como alcalde, dejando como resultado a Jerome muerto.

Pero era Gotham. Las personas tenían más posibilidad de resucitar que en cualquier otro lugar.

Otro monstruo vivo. Pensó Selina viendo cómo Jerome encendía fuego y salía de la pantalla, dejando solo a un hombre amarrado que se encontraba rodeado de tanques de gasolina.

Sintió como su mano apretó la de Bruce cuando la luz se fue en la mansión.

Desconcentrada por el apagón se levantó de la cama y se dirigió a la ventana. Todo parecía tan silencioso como siempre. La inmensidad de aquel terreno junto a la falta de electricidad, provocó que naciera preocupación.

Bruce llegó a su lado observando también el patio.

—¿Cómo te sientes a ver al lunático de nuevo?—preguntó Selina yendo de nuevo a la cama para tomar asiento en una esquina.

Ellos dos estaban tranquilamente disfrutando la noche viendo películas en su habitación, cuando la transición comenzó. Su voz fue lo primero que apareció, su risa maniática e infantil resonó como una melodía de terror, dejando sorpresa en ambos al verlo de nuevo vivo y con el rostro dañado.

—Sorprendido—podía notar como tenía más que decir, pero prefirió permanecer callado solo observando a través del cristal la oscuridad de la noche.

Estuvieron por un buen tiempo en silenció, cada uno perdidos en sus pensamientos. Selina odiando a Jerome por seguir con vida. No lo había conocido más allá de unos minutos en aquel lugar, para comprender que su locura sobrepasaba los límites de cualquier persona de la ciudad. 

El caos, dolor y muerte se añadía a Jerome como su mismo aliento a la vida. 

—El generador no quiere funcionar—la voz de Alfred llegó desde la puerta de la habitación, sacándolos a ambos de sus pensamientos—Estoy pensando en encender un par de velas, ¿Quieren que les traiga algunas?.