Capítulo 9 (Parte 2)

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—No puedo creer que la comprarás— dijo Selina incrédula al verla ahora en su cabaña y no en la estantería de la tienda. 

—Es linda, ¿No crees?—Bruce se sentó frente a ella. 

La enorme caja de plástico que estaba encima de la mesa, no permitía ver más allá de la cima de su cabello. 

—Dado que nunca tuve una valiosa muñeca de 20,000 dólares o simplemente un juguete de niña, no sé cómo calificarla exactamente.... Pero creó que sí. Es linda—llegó a la conclusión. 

Media alrededor de 40 centímetros de largo y estaba atrapada en su caja, a través del plástico podía mirar la fijamente. Era toda una princesa que cualquier niña podía soñar, con vestido rosa esponjado y toques de perlas en la parte baja, cabello rubio perfectamente rizado que caía hasta su envidiable cintura, con unos intensos ojos marrones y una delicada cara que le daba aparecía elegante y fina. 

—No es una niña, Bruce—dijo Selina haciendo a un lado la caja para verlo mejor. 

—Si lo es—dijo Bruce convencido doblando los brazos—Y este va a ser su primer regalo, la señora Rachel me dio garantía de que es única. 

Sacó de su bolsillo un documento y se lo entregó. Selina lo tomó, fingió leer el viejo papel y lo dejó a un lado de la gigante muñeca. 

—¿Estas molesta por algo?—preguntó Bruce acercándose más a ella a través de la mesa—Yo solo consideré que ambas tuvieran algo único de Suiza, tú la bola de nieve que te regalé en tu cumpleaños y ella esta muñeca. Además, no quería perder la oportunidad de comprarla ya que estamos aquí. 

—No estoy molesta. Es solo que acordamos no saber el sexo y parecía ser que estabas de acuerdo en su momento—dijo Selina acercándose más también.

Bruce sonrió ampliamente. En la corta distancia que se encontraba uno del otro, Selina consideró seriamente en abofetear lo para que eliminará su sonrisa, pero su idea se esfumó rápidamente. Ella no podía golpear a su marido por estar divertido si  apenas tenían una semana de casados y estaban en su luna de miel, eso era... incorrecto.

—Y estoy de acuerdo en no saberlo—dijo Bruce alejándose hasta volver a recargar en la silla—Otra cosa es que mi instinto paternal me dice que es niña. 

—Bueno. Mi instinto maternal me dice que es niño—Bruce solo sonrío suavemente provocando que su molestia aumentara—¿Crees que tú instinto es mejor que el mío?. Porque soy yo quien está formando una vida dentro de su cuerpo. 

Bruce se levantó de la mesa y se dirigió a  ella. Selina lo observó cuando llegó a su lado con sus intensos ojos verdes. 

—No creo que mi instinto sea mejor. Acéptalo, sólo quieres llevarme la contaría—ella lo miró asombrada mientras él besaba su cabeza y decía—Además, yo contribuí en esto. 

Estaba sin palabras solo escuchando como Bruce abría la nevera detrás de ella. Y aún que nunca lo admitiría frente a él, si, solo quería llevarle la contraria en aquel momento, ellos habían acordaron no saber el sexo, esperaban que fuera una sorpresa, pero al parecer el instinto de Bruce había nacido dos días atrás cuando decidieron dejar la cabaña en donde se hospedaban para ir a recorrer el  pueblo. 

Suiza era hermosa y refrescante. Val Fex era simplemente natural, escondido entre montañas cubiertas por glaciares, bosques y prados. 

Dos días atrás ellos decidieron dejar la privacidad que su cabaña les otorgaba, para observar detalladamente cada lugar.  

Mi Brújula - Bruce Y Selina (Batcat)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora