Mi Brújula - Bruce Y Selina (Batcat)

Capítulo 8

Estaba nerviosa. Nunca en su vida sintió tantos sentimientos encontrados como esa tarde. Sentía sus palmas sudorosas y un escalofrío recorriendo por lo largo de sus brazos. Repentinamente asfixiada por el delgado collar de oro que decoraba su cuello, su mano lo recorrió para tratar de aflojar.

Tomo asiento para detener el mareo espontáneo que nacía. Sus ojos verdes estaban cerrados y trataba de respirar lentamente, cuando escucho como la puerta de la pequeña habitación era abierta. 

A través del gran espejo vio como Jim Gordon ingresa con una amplia sonrisa decorando su rostro. Vestía un lindo traje negro que lo hacía ver elegante, aunque Selina estaba acostumbrada a verlo de vestir, ese traje era de algún modo diferente al que siempre usaba en su trabajo. 

—¿Estás bien?—preguntó sentándose frente a ella, observándola detalladamente. 

—Estoy mareada. Pero no sé si sea por nervios o por el embarazo. 

Soltó una risa y Jim la acompañó. Por un leve momento se relajó.

—Estoy nerviosa—confesó sintiéndose estúpida al decirlo en voz alta. 

Ella era Selina Kyle. No sentía nervios cuando realizaba un robo en donde su vida estaba en peligro. ¿Porque dar este paso se sentía más peligroso que lanzarse contra delincuentes para robarles?.

—No todos los días te unes en matrimonio. ¿Verdad?—dijo Jim recargado en la silla. 

—No—respondió Selina tocando el anillo que Bruce le dió dos meses atrás. 

***

Era una cita normal. Ella tuvo un montón de citas normales con Bruce, por lo cual no busco nada especial para vestir, solo tomo un pantalón y blusa sencilla color azul. 

Salió del club rápidamente y subió al vehículo que se compró. Después de tanto tiempo decidió que era momento de adquirir uno propio, para poder ir a donde quisiera libremente sin que Tabitha o Barbara le estuvieran marcado para que regresara a cierta hora.

Desde que le confesó a Bruce que estaba embarazada, se sentía más tranquila. Al principio trató de evitarlo a toda costa, ella temía que una vez que lo viera su nueva realidad se alzaría más.

Selina podía recordar cómo se encontraba asustada y sola en el baño de su habitación, esperando pacientemente a que pasaran los cinco minutos para ver el resultado de la prueba. En los últimos días se había sentido extraña y la duda de un embarazo surgió cuando se dio cuenta de sus dos meses de retraso, con miedo y nervios fue como llegó de la farmacia al club. Los minutos transcurrían de manera lenta y desesperante, para después estancarse cuando el positivo apareció. 

Su espalda se deslizó por la pared del baño hasta llegar al piso. Esto no puede ser. Se dijo viendo el resultado.

Aún cuando trato de fingir que todo estaba bien, fue un completo fracaso. Tabitha Galavan sabía que algo andaba mal, metiendo presión cada momento del día, Selina terminó confesando lo que estaba viviendo. 

Tabitha entonces propuso ir con un especialista para que estuvieran seguras. Llegaron a un médico de los Narrows, un consultorio sencillo de una sola habitación con los instrumentos necesarios para atender a los pacientes, aunque Selina podía pagar un médico normal, lo que menos quería era llamar la atención. 

Ese día fue cuando descubrió a través de una prueba de sangre que efectivamente estaba embarazada de dos meses, el médico al ver su preocupación le ofreció varias opciones. 

Ella sabía que Bruce está haciendo planes, unos días atrás había visto de manera rápida folletos de universidades. Él era un chico brillante, la idea de que quisiera desarrollarse no era extraña. El podía tener el futuro que quisiera, era listo, tenía medios y gozaba la capacidad de lograr sus metas.