Epílogo (1/2)

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Ya habían pasado 7 años desde la última vez que la vio. Había regresado a California después de mucho tiempo de una larga gira, el cuerpo le temblaba como un niño pequeño, y el corazón le retumbaba fuertemente aun sin haberla visto.

A sus 24 años se sentía así ¿cómo sera cuando la vea? y es que moría por verla otra vez. Saco de entre sus cosas el pequeño papel que le entrego Jackson con la dirección de Sally, lo leyó mil veces hasta que llego a su departamento. En una zona muy linda por cierto, todo lucia tranquilo, subió por el ascensor con el alma en un hilo y cuando llego busco el Dep. #401 y ahí estaba parado frente a su puerta, con la ilusión de volverla a ver después de todo este tiempo.

Su vida en Londres había sido mas pacífica, la universidad le cayo a pelo, hizo amigos e incluso consiguió un patrocinador para las carreras, ya había madurado totalmente, ya no era el mismo Montgomery de antes, era mundialmente conocido como "Rayo McQueen" a todas las tenía babeando por él y claro había salido con algunas chicas pero nada serio, siempre conseguía lidiar con el fantasma de Sally Carrera que revoloteaba por su almohada cada noche.

Respiro profundamente nervioso y miro el reloj eran las 8 pm, se armo de valor y su dedo tembloroso presiono el timbre, frunció el ceño apenas lo retiro.
<Ya voy>- escucho decir desde adentro y entonces estuvo apunto de salir corriendo con ganas de vomitar de los nervios. Antes de que se arrepintiera la puerta se abrió dejando ver a una linda y madura Sally.

Sus ojos se abrieron de par en par, estaba hermosa como siempre, su cabello sujetado con media cola y sus proporciones perfectas en su cara, los labios pequeños yun poco gruesos, los ojos grandes y llamativos con esas pestañas rizadas, sedosas y coquetas, sus mejillas ruborizadas y su frente pequeñita al igual que su mentón, sus orejitas pequeñas y delicadas con esos aretes de oro pegado a ella, ya no podía dejar de verla lucia extremadamente bella como siempre fue pero ahora en su etapa de chica grande y madura. Ella se quedo mirando fijamente como queriendo analizar al chico rubio de en frente. El olor se su perfume invadio cada espacio de Montgomery, suspiro complacido de haberla visto.

- ¿McQueen?- al fin logro decir Sally, tenia una chispa positiva
- Hola Sall- respondió el.

No podrían creer que se tenían el uno al otro frente a ellos mismos.

- No puedo creerlo- dijo Sally y abrazo por el cuello al chico.
- Yo tampoco - dijo McQueen correspondiendo el abrazo- lindo pórtico

Sally entendió la referencia y se movió para que Harry ingresara.
La sala era linda, perfectamente decorada, con un gran sillon de cuero negro y una alfombra morada, algunas fotografias y cuadros al rededor, y unas cuantas flores blancas.

- Lindo lugar- dijo el rubio.
- Gracias- respondió la ojiverde- creí que estabas de gira con eso de las carreras...
- Regrese- dijo mirándola fijamente.
- No te veía hace muchos años- dijo ella.
- Si... ¿Cómo estas?- pregunto.
- Bien...- contesto ella
- Ah- dijo McQueen...

Hubo un silencio incomodo mientras ambos dirigían sus miradas por algún lado de la pequeña sala.

- ¿Vives sola?- pregunto el chico.
- No- respondio - lo comparto con Shannon, una amiga de la universidad.
- ¿Que tal Cambridge?- preguntó el ojiazul- ¿Ya terminas la carrera?
- En 1 año- dijo orgullosa.
- Pense que vivierias en tu casa
- No - respondio- Mamá esta viviendo con mi tia Angelina en Miami hace como 2 años, ademas este lugar esta a unas calles de la universidad, es más rapido... ¿Y tu?- pregunto Sally.
- Mmm, llege de Londres ayer- respondió la próxima carrera será en San Diego- respondió McQueen.
- Oh, si es cierto- dijo Sally
- Si...

Otra vez ese silencio incomodo.

- Letritas- llamo Sally, él giro a verla- ¿Regresaste por tu familia?
- Así es- respondio- por mi hermana y mi madre...
- Si- dijo Sally- ¿Quieres un vaso con jugo o agua?
- Agua estaría bien- dijo nervioso.

Ella camino hacia la cocina y le sirvio un vaso con agua.
Harry lo bebio todo de un solo sorbo, estaba demasiado nervioso.

- ¿Cómo conseguiste mi dirección?- Preguntó Sally un tanto nerviosa y curiosa.
- Jackson me la dio...
- ¿Y por qué?... Digo ¿por qué me buscaste?
- Porque queria verte... Para que me perdonaras en vivo y en directo...
- Letritas yo no tengo que perdonarte nada, fue hace mucho tiempo cuando teniamos 17 años, eramos unos chicos inmaduros.
- Pero cometi muchos errores- recordo el chico- quise aclarar todo contigo, incluso fue al la clinica para despedirme pero...
- Lo se, Cruz me lo dijo yo creo que fue lo mejor.
- Si- bajo la cabez- de todas maneras me porte como un imbecil contigo.
- Peero eso ya paso- volvió a decir ella- no te guardo ningun rencor... De verdad.
- ¿Entonces podemos ser amigos?- pregunto McQueen, ella hizo una mueca.
- Creo que si...
- ¿Me tienes miedo?
- No- dijo - es solo que me sorprende del todo que estes aquí... En mi nueva casa, hablando conmigo...
- Nunca te pregunte como termino lo de tu enfermedad.
- Bien - dijo orgullosa- con los tratamientos logre superar la leucemia y estoy sana- dijo feliz
- Me alegro por ti Sall- dijo sonriéndole.
- Ahora voy a hacerme chequeos, pero es solo para descartar la posiblidad que aparescan nuevamente las celulas cancerigenas, pero bueno... nada del otro mundo
- ¿Podrias recaer?
- No- ella nego- deje las clinicas hace como 3 años, estoy perfecta- ambos rieron.
- Bien...- dijo .
- Has cambiado mucho- dijo Sally observandolo
- ¿Así?- pregunto McQueen.
- Se nota el cambio... luces... no sé ¿Diferente?
- ¿Más alto?
- Noup- dijo ella- me refiero a que, estas mas tranquilo...
- Si- respondio McQueen- estar alejado por estos años me ayudo mucho.
- Me alegro por ti... Supongo que eso es lo que realmente importa, al final de todo siempre debes quedar bien contigo mismo...
- Y tu tambien luces muy bien- dijo el chico observandola- me gusta tu vestido te ves muy bonita Sally- ella al escuchar eso, se ruborizo mientras sonreia
- Gra-gracias- dijo Sally
- ¿Y tu compañera?- dijo evitando el nerviosismo de su cumplido.
- Salio con su novio...- contestó.
- ¿Y tu no tienes novio?- pregunto Montgomery, luego claro, se odio por preguntar eso "Que estúpido eres McQueen ¿La quieres espantar?"
- Nop- dijo Sally- termine con Francesco el año pasado y desde entonces no he salido con nadie... bueno si, pero nada serio...
- ¿Francesco Bernoulli?- pregunto McQueen frunciendo el ceño
- Si- contestó.
- No sabia que...
- Fue complicado- dijo Sally- le dieron una beca en la Universidad de Roma y acepto...
- Supongo que a veces hay que seguir con los sueños y dejarte fluir...
- Eso paso con Francesco, él debia seguir su corriente.

No tenia novio, solto un suspiro de alivio en su interior.

Sally recojio el vaso de agua de Montgomery y ambos chocaron sus manos, ella al recibirlo y el al entregarselo, una fuerte descarga electrica los sacudio, rapidamente nerviosos se separaron.

- ¿Quieres ir a cenar?- pregunto McQueen- quisiera oír más de lo que has estado haciendo...
- Mmm- dijo ella pensando- supongo que si - respondio Sally- no quiero quedarme esta noche del sabado sola.
- ¿No tenias planes?- pregunto.
- No- contestó ella- he estado muy ocupada con mis cuadros...
- ¿Eres pintora?- pregunto levemente sorprendido.
- Algo así es mejor dicho un pasatiempo- asintió - hace como 2 meses los aceptaron en una galeria y los exponen.
- Felicidades- dijo McQueen muy contento.
- Gracias- dijo amablemente- antes de que empiezen los finales debere pintar nuevos...
- Me encataria verlos.
- Claro- dijo Sally- cualquier otro día te dare la direccion para que te pases...
- Eso estaria bien... ¿vamos?
- Si- respondio
- ¿Qué te gustaria cenar?- pregunto McQueen amablemente
- Mmmm pasta- contesto Sally.
- Conozco un sitio muy lindo por aqui...- dijo el chico.
- De acuerdo- dijo mirandolo fijamente- iré por... mi bolso- dijo nerviosa.

Montgomery respiro profundamente y antes de que ella girara para irse, la volteo frente a él sujetándola del brazo para unir sus labios. Ya no aguantaba más, queria besarla.

Al principio Sally se sorprendió, más no se resistio, siguio con el beso. Mientras buscaban en sus bocas el beso perfecto solo se sentia lo cálida que sentía su piel, un beso suave, sensual y muy magico.

Cuanto habia extrañado aquellos preciosos labios, su sabor era exquisito, a menta.

Sentia su respiracion agitarse mientras tragaba su saliba y jugaba con su lengua y de a poco el beso se hace más fuerte, más seguro. Y aprieta. Y afloja. Jadea. Respira. Y juega, en las comisuras, en el centro. Un par de labios sostiene al otro. Y la lengua roza apenas los bordes. Y vuelve. Una, otra vez. Se encuentran. Se separan. Se reencuentran. Saciándose. Llenándose. En un sinfín. Como una melodía. Buscando el equilibrio entre la delicadez y el desenfreno, entre la prisa y la pausa, entre la suavidad y la fuerza. Encajan. Se funden. Se hacen uno. Son uno.

Posesivo Y Agresivo [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora