Estaba apoyada en la baranda frente a las puertas de la sala de llegadas del aeropuerto mientras esperaba a que Elizabeth apareciese tan preciosa como siempre por ellas.
Hacía como dos años que no la veía. Ella se mudó de Sídney a Perth hacía un año y medio, y la posibilidad de vernos se redujo drásticamente. Seis meses más tarde yo me vine a Londres, así que definitivamente habíamos dejado de vernos.
De pronto, las puertas se abrieron y apareció una preciosa chica de pelo liso y oscuro. Miró a todos lados y finalmente posó su penetrante y azul mirada en mí. Sonreí y corrí a su encuentro abrazándola y aspirando su tenue olor a lavanda.
-Te he echado de menos, ex – Rulos. –dije saludándola.
-Y yo a ti, doña Cabezota. –respondió.
La ayudé a llevar su maleta hasta el coche y le impedí en todo momento mirar quién conducía. Quería que fuese una sorpresa.
Hice a Elizabeth taparse los ojos y entrar a los asientos traseros. Una vez estuvimos sentadas y acomodadas les hice una señal a Calum y Luke, quienes habían accedido a acompañarme al aeropuerto, para que se volviesen. Ellos lo hicieron y sonrieron a mi preciosa prima que seguía con los ojos tapados.
-Liz, abre los ojos. –susurré.
-¡SORPRESA! –gritaron los chicos una vez ella se destapó los ojos. Liz abrió la boca sorprendida y se volvió hacia mí para abrazarme.
-Eres la mejor prima del mundo. –dijo.
-¿Y a nosotros no nos dices nada? –dijo Calum fingiendo dramatismo.
-Por supuesto, encantada de conoceros, chicos. –dijo Liz echándose hacia adelante y abrazando a los chicos. Ellos le devolvieron el abrazo y emprendieron el camino a casa.
Elizabeth pasó el camino contándonos cosas sobre su vida en Perth y sobre sus amigas, al menos a las cuatro que no echaba de menos.
-¿Cuatro? Por tus fotos en Instagram parece que eres extremadamente sociable. –preguntó Calum.
-¿La sigues en Instagram? –preguntó Luke asombrado.
-No, le quité el móvil a Vic un día. –respondió Calum.
-¿Cómo que me quitaste el móvil? –pregunté frunciendo el ceño.
-A ver, lo dejaste desbloqueado en el sillón y fuiste al baño. Y cotilleé un poco.
Puse los ojos en blanco y sacudí la cabeza. A este chico cada día le faltaban más luces, ya era oficialmente un hecho.
Cuando volvimos a casa Kat corrió a encuentro de Liz abrazándola y conduciéndola dentro, supongo que contándole todo tipo de cosas.
Iba a seguirlas pero sentí que Luke agarraba mi mano y tiraba de mí hacia él. Empujó a Calum a detrás del coche y me hizo seguirlos colocándome al lado de Calum y cruzándose de brazos.
-¿Qué pasa? –pregunté arqueando una ceja.
-A Calum le pone Liz. –dijo Luke tranquilamente. Abrí los ojos como platos y comencé a mirar aleatoriamente a Luke y Calum buscando una explicación.
-¿Qué? –grité sorprendida.
-¡No! –replicó Calum.
-Tío, te acabo de calar mirándole el culo desde que ha ido a abrazar a Kat.
-Luke, yo el culo se lo miro incluso a Victoria, Jennifer y Katherine.
-¿Perdona?
-Lo siento, Vic, pero es que estáis muy buenas, asúmelo.

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Australian.
Fiksi PenggemarAshton, Luke, Michael y Calum son famosos, mundialmente conocidos y están en el punto álgido de su carrera. Pero no le niegan a nadie volver a casa de vez en cuando. Victoria vive en Sydney con Kat, su mejor amiga, y trabajan juntas para hacer todo...