Capítulo 3

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En el suelo y los sofás de nuestro salón estaban tirados los chicos con los que la noche anterior habíamos ido de fiesta. Dormían como angelitos, todos vestidos con la ropa de la noche anterior. Todos menos Ashton. Éste dormía estirado en un sofá, bocabajo y sin camiseta.

“¿Se quitó la camiseta para dormir y los demás no?” pensé. Entonces, por alguna razón, pensé en el vestido blanco que llevaba Kat anoche. Algo en mi cabeza hizo clic y se ataron todos los cabos sueltos. Me volví bruscamente maldiciendo el consecuente mareo y observé con los ojos como platos a mi mejor amiga con la camiseta que la noche anterior había llevado Ashton.

-Tú… Kat, ¿has…? ¿Con Ashton?-empecé a balbucear.

-Relájate, no ha pasado nada.-me interrumpió.

-¡Cómo que no ha pasado nada? Kat, estás con su camiseta puesta, por Dios.-exclamé en un susurro.

-A ver, estábamos muy borrachos anoche, pero no fue nada más que unos besos.

-Besos.-dije arqueando una ceja.

-Vale, tal vez algo subiditos de tono, pero nada más. No me acosté con él.

Asentí y me acerqué a la cocina a por algo de comer y a tomar una pastilla para el dolor de cabeza. Kat me siguió y le alcancé una taza de café junto con una pastilla que ambas tomamos a la vez y de buena gana.

Nos sentamos en el último sillón disponible de la sala cogiendo un libro cada una mientras esperábamos a que los chicos se despertasen.

Alrededor de media hora más tarde empezamos a oír que nuestros huéspedes comenzaban a levantarse, y Kat cerró el libro de golpe esbozando una sonrisa. Yo por mi parte fingí seguir leyendo. Este asunto era cosa suya.

-Buenos días. ¿Nos habéis secuestrado?- dijo una voz ronca que identifiqué como la de Luke.

-De eso nada, querido. Os ha secuestrado Kat, yo simplemente me he despertado con resaca.-respondí recibiendo una risita por parte de Michael, quien se había acercado gateando hasta mi sillón. Le sonreí y chocamos los cinco.

Cerré el libro y dirigí mi mirada a Ashton, quien miraba disimuladamente a Kat, o tal vez al hecho de que llevaba su camiseta.

-Ashton, esa es tu camiseta.-observó Calum.

-¿Tienes algo que contarnos?-dijo Luke arqueando una ceja.

Me senté a su lado y alterné mi mirada entre Kat y Ashton exigiéndoles una explicación sin ni siquiera abrir la boca.

Él abrió los brazos haciendo que Kat se sentase a su lado apoyando su cabeza en el hombro de él. Besó su mejilla y nos miró a los cuatro que estábamos sentados en el suelo con los brazos cruzados y ambas cejas alzadas.

-Pues… bebimos de más y nos liamos.-soltó Ashton.

-¿Y ya está? ¿Sólo ha sido cosa de una noche?-preguntó Michael.

-Sí.-respondió Kat.

-Pues no me lo creo.-repliqué.

-Vic tiene razón, si hubiese sido cosa de una noche no nos habrías invitado a dormir, ni estaríais así de acarameladitos.-afirmó Luke. Los demás asentimos y observamos como las caras de Ashton y Kat se volvían tan rojas como tomates.

Después de haberles picado un poco decidimos preparar un gran desayuno y ver una película, la cuestión era qué película veríamos.

Con la ayuda de Calum, rodé la pequeña mesita de la sala de estar y colocamos un par de cojines en el suelo para empezar a ver la película.

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