Capítulo 15.

402 41 5
                                    

Evan: Vic, tengo que hablar contigo. Por favor, es muy importante.

Decenas de mensajes como ese habían seguido llegando a mi móvil durante toda la tarde, pero yo seguía ignorándolos. Tal vez con el tiempo a Evan se le pasará la tontería y me dejaría en paz.

Después de ir al cine y a dar una vuelta por Regent’s Park decidimos volver a casa de los chicos donde nos encontramos a Ashton acaparando el sofá y a Kat sentada en la escalera hablando por teléfono. Tenía una cara de preocupación evidente así que me acerqué a ella y le pregunté qué pasaba.

Ella me dio el teléfono y me instó a hablar con el interlocutor. Arqueé una ceja y ella me dio una palmada en el hombro metiéndome prisa.

-¿Diga? –dije.

-¿Vic? Por favor no cuelgues, es muy importante. –dijo la voz de Evan. Parecía preocupado así que decidí hacer un esfuerzo.

-¿Qué pasa?

-¿Recuerdas lo que te conté de mi abuela paterna?

-¿Lo de que tenía amnesia selectiva?

-Sí. Bueno, no se llama exactamente así, pero el término médico es muy raro. Vic… Es hereditario. –dijo con un hilo de voz.

Entonces todo cobró sentido. Que dijese que nunca habíamos dejado de estar juntos, que se negase a romper. Todo, absolutamente todo tenía explicación.

-Dios. –susurré.

-Escucha, ahora estoy recordando un par de cosas, y sé que hemos roto, así que lo siento mucho. Tengo que colgar, han venido mis padres.

-Vale, Evan. Que todo vaya bien.

-Gracias Vic. Eres la mejor.

Colgué el teléfono y se lo devolví a Kat aún en estado de shock. Ella se sentó aún más cerca de mí y pasó un brazo por mis hombros dándome ánimos.

-¿Estás bien, cariño?

-No estoy segura, Kat. Evan sigue siendo una parte importante de mi vida, y esta enfermedad ahora… es demasiado que asimilar. –admití.

Kat me abrazó y depositó un pequeño beso en mi frente. Se levantó y extendió su mano para ayudarme a hacer lo mismo.

-No vamos a preocupar a los chicos hasta que sepamos cómo reaccionar. –susurró abrazándome y conduciéndome al salón con los demás.

Me senté junto a Luke y enterré mi cara en su cuello. El rió por lo bajo y besó con fuerza mi coronilla.

-Cada vez que entro en casa estáis las parejitas haciendo cositas. Me da asco vuestra ñoñería. –se quejó Calum entrando en el salón.

-¿Tienes que estarte quejando siempre? –replicó Michael dando vueltas en la silla giratoria.

Ninguno teníamos muy claro por qué se empeñaba en poner la condenada silla en el salón, como si fuese un sillón de lectura normal y corriente, pero el chico parecía feliz dando vueltas a todas horas, así que, palabras textuales de Calum, “déjalo que sea feliz, así al menos se estará callado”.

-Me quejo porque todos tenéis novia y ya no tengo con quien salir. –dijo frustrado Calum.

-Cal, yo tampoco tengo novia. –dijeron Michael y Luke al unísono.

-Luke, dices eso con Vic encima de ti, y Michael a ti te gusta Jennifer. Yo lo sé, tú lo sabes, ¡hasta Obama tiene que saberlo! –dijo de repente Ashton.

-¡Que no estamos juntos, qué pesados! –exclamé.

-Sí, sí, sí, lo que vosotros digáis. –replicaron todos.

Australian.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora