2.¿Cosas De Edad O Genios? (TERMINADA)

23

Impulsos

Cuando abrió sus ojos por primera vez, el mundo a su alrededor se movía con mucha velocidad. Solo pudo escuchar gritos y pasos apresurados. Luego, volvió a la inconsciencia.

***

La segunda ocasión que despertó, todo estaba tranquilo y silencioso. Su entorno estaba semi oscuro como si estuviera a punto de amanecer. Captó el típico sonido del marcador de los latidos del corazón, el cual se aceleró de manera brusca cuando pensó que de nuevo había pasado años dormida y despertaba en un siglo distinto. Su cuerpo parecía entumido, pero eso no le importó al momento de incorporarse con velocidad y arrancarse el montón de cables que había en su cuerpo.

Su entorno giraba de manera vertiginosa, sus piernas parecían las de un bebé mientras trataba de caminar hacia la puerta, la cual se abrió abruptamente y por ella entraron cinco enfermeros que la devolvieron con rudeza a la camilla. No pudo pelear demasiado, inyectaron algo en su cuello y volvió a dormir.

***

Ésta ocasión la luz del sol traspasaba libremente las ventanas. Su desarrollado oído captó retazos de conversaciones, pasos ligeros, sonidos de máquinas. Miró a su costado derecho, su piel estaba expuesta y su piel lucía ligeramente rosada como si se hubiera quemado. Frunció el ceño cuando un par de imágenes la bombardearon, pero así como llegaron, desaparecieron.

Estuvo unos minutos recostada, hasta que la ansiedad comenzó a carcomerla y tuvo que ponerse de pie. Sacó con cuidado los cables y de igual manera se puso de pie. Se dió cuenta que no podía estar en un año distinto, si todo se veía bastante normal a su vista. Recorrió una vez más el sitio con su mirada, antes de colocarse una de esas batas de hospital y comenzar a caminar hacia la puerta.

No había nadie en el pasillo, así que con cautela procedió a avanzar por el lugar. Giró en una esquina y luego avanzó hasta la salida de emergencia, tomó las escaleras y bajó solo un par de pisos. Al salir de vuelta a los blancos pasillos, se dió cuenta que estaba en el lugar donde los enfermos de más gravedad estaban en observación. Caminó un poco, mirando con curiosidad los vidrios que permitían ver a sus inquilinos, cuando uno llamó su atención.

Tony.

El nombre llegó como un flashazo a su memoria; fue tan violento, que fue como si algo la hubiera bombardeado desde el centro de su cerebro. Miles de imágenes, recuerdos, aparecieron frente a ella.

—Tony.—Murmuró de pronto como si algo hubiera hecho clic en su mente.

—¡Oiga! No puede estar aquí.

—¡Tony!

—¡Capitán!

Ella no supo quien la llamó. Solo podía sentir el miedo expandirse como una enfermedad sobre su cuerpo, el pánico adueñándose de su cordura. Luchó por safarse de los brazos que intentaban retenerla, ella solo trataba de llegar donde Tony. No soportaba mirarlo de esa manera, el chico se veía vulnerable, su cabello enmarañado, su rostro mallugado y esa horrible máscara cristalina que le ayudaba a respirar.

—Suéltenla.

Esa voz. Stephanie dejó de moverse y giró su vista hacia el recién llegado.