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Hablemos

Stephanie tardó un poco en convencer a Tony de que no se fuera y se quedara esa noche en el hotel. Llámenla paranoica, pero sentía que en cualquier momento alguien atacaría al chico; su regreso tan sorpresivo bien podia significar la oportunidad de oro para los malos.

Cuando pidieron la llave, la muchacha fue bastante entusiasta, al aparecer ya tenía órdenes en caso de que el Joven Stark se quedara.

Steph ayudó al menor a llegar al elevador y posteriormente a andar por el pasillo hasta la suite exclusiva que "esperaría siempre por Tony Stark cada vez que quisiera volver," palabras de la recepcionista. Tony se arrojó en peso inmediatamente sobre el amplio y cómodo colchón.

—Deberías darte un baño.—Comentó Steph.

—Creo que esto ya lo viví.—Murmuró Tony con voz somnolienta, mientras hacía amago con uno de sus talones, tratando de quitarse los zapatos.

La rubia sonrió un poco y se acercó a ayudar al menor con su pequeño problema. Desató con tranquilidad las agujetas antes de quitarlos y dejarlos en el suelo de manera ordenada.

—Descansa, Tony.

No, no, queeedate.—La voz de Tony dejó relucir su estado de ebriedad. Se alzó sobre sus codos y miró a la rubia. Su cabello enmarañado hizo reír a la soldado.—Quédate.

—No me iba. Solo iba a recostarme en ese... Sillón.—Señaló.

Noouu... La cama es muy grande para los dos...

Stephanie miró de Tony, a la cama y luego al sillón. No le parecía una buena idea. Sí, la cama era gigantesca como para seis personas, pero Tony dormía como esas seis, era muy inquieto; aún no olvidaba las veces que de niño se quedaba en su apartamento y debía levantarse durante la noche para vigilar que todo estuviera bien y que no se cayera de nuevo.

—Duerme, mañana hablaremos.—Steph no se esperó que al darse la vuelta Tony reaccionaría tan rápido y la tomara del brazo para girarla hacia él.

—Quédate... Conmigo.

Stephanie no tuvo opción, cayó ante esos enormes ojos de cachorro que le miraban con súplica. Se arrepentiría de eso, estaba segura.

Tony se sacó la ropa, quedando sólo en un apretado boxer y una delgada camiseta blanca. Steph hizo todo lo posible por ignorarlo y solo se recostó a lado del menor, boca arriba, y de manera rígida. Stephanie se tensó aún más en el momento que el chico se abrazó a su abdomen y se pegó por completo a su cuerpo.

—¿Es tu primera vez compartiendo cama?—Susurró Tony contra su hombro.

—No me hagas cerrarte la boca, Tony.—Masculló Steph.

Tony soltó una ligera carcajada.

—Sólo soy yo, Capitán.

Stephanie suspiró. Se quedaron en silencio varios segundos y por un momento creyó que Tony se había quedado dormido, su respiración se había vuelto acompasada.

—Sí. Sigues siendo Tony.—Murmuró.

—Te extrañé tanto.—Musitó el menor, de pronto.—Jarvis me dijo que llamaste un par de veces.

—Sí.

—¿Por qué no fuiste por mí?—Murmuró el chico con repentina seriedad.

Steph se removió hasta quedar de costado, frente a frente con el menor. Alzó su mano para acariciar el rostro del chico, pero se detuvo a solo unos centímetros. Titubeó un par de veces, antes de volver a bajar su mano. Tony le miraba atentamente, aunque tuviera sus ojos adormilados.

2.¿Cosas De Edad O Genios? (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora