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—¿Cuáles son las actividades de hoy? —le preguntó Jeon a su pareja— ¿Podemos quedarnos en la mansión sin hacer nada mas que ver series como parejas normales?

—Kook... —HoSeok soltó un par de risas mientras se estiraba un poco sentado en la cama— Ya sabes que tú tienes la mayoría de los días libres y yo no.

—¡Y eso es injusto! Tú también deberías de estar libre —puchereó Jungkook abrazándolo por la espalda—. Deberías de estar solo a mi servicio —varios besos comenzaron a ser repartidos por el cuello y hombros de HoSeok.

—Jungkook...hoy tengo que ayudar a tu padre —suspiró el castaño con los ojos cerrados—. Y no puedo llegar tarde, sino me despedirá —dijo lo último con cierta gracia.

—Bobo, sabes que jamás te alejaría de nosotros, y que yo no se lo permitiría ni loco —comentó con una cálida sonrisa—, aunque creo que sería bueno que te quitara el puesto de sicario principal, así te tendría solo para mi las veinticuatro horas~

—¿Qué dices? Ya me tienes todo el día todos los días —soltó varias risas el castaño.

La pareja siguió discutiendo un poco hasta que HoSeok decidió levantarse para darse una ducha.

—He decidido que ahorraremos agua y me ducharé contigo —dijo Jungkook en el oído de su pareja una vez que entró a la ducha—. Y no aceptaré un no por respuesta~ —ronroneó el pelinegro mientras acariciaba el perfecto cuerpo de HoSeok delicadamente, como si se tratase de una pieza de porcelana sumamente frágil.

—Jungkook...detente, llegaré tarde —se quejó un ligeramente agitado castaño mientras cerraba los ojos.

—No pareces querer que me detenga —se burló el pelinegro mientras envolvía el ya erecto miembro de HoSeok con su mano—. Lo deseas tanto como yo~

—T-Te odio —jadeó HoSeok con los ojos fuertemente cerrados mientras movía ligeramente su cadera contra la mano de Jungkook.

—Quiero escucharte decir eso en cuanto te haga mío —dijo un ronco Jungkook entre pequeñas risas.

Horas después HoSeok se encontraba impecable en el despacho de MinHo, quien se encontraba tecleando un par de cosas en su computadora.

—Ya todo está listo, jefe —dijo el castaño mientras veía al más grande—. En cuanto usted esté listo saldremos.

—Muy bien, tenemos que poner en su lugar a la mafia Min —bufó el pelinegro—. Por cierto ¿mi hijo no te dio nada de problemas esta mañana?

MinHo, evidentemente, estaba al tanto del romance que sostenían su hijo y HoSeok, y no le molestaba en absoluto, le daba cierta felicidad de hecho. Su hijo siempre sería protegido, viéndolo desde un punto de vista estratégico; pero viéndolo desde un punto de vista de padre, le alegraba que su hijo se enamorase de un joven tan puro como HoSeok.

—No señor, yo...tomé mis precauciones esta vez —las mejillas del castaño se encontraban ligeramente rojizas, algo que hizo que MinHo sonriera enternecido. El pequeño y tímido HoSeok seguía allí, oculto, pero seguía allí.

—Muy bien, si te causa muchos problemas, dímelo —dijo un divertido MinHo soltando un par de risas mientras caminaban.

Horas después se encontraban frente a la gran mansión Min, HoSeok y MinHo se adentraron en la mansión, el castaño estaba en completa alerta, sabía lo que llegaba a ocurrir cuando las mafias se intentaban "poner en su lugar". Y desconfiaba profundamente de la mafia que estaban a punto de amenazar, sabía lo traicioneros que podían ser, y estaba preparado para ello.

apparence ❀ JungHopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora