apparence ❀ JungHope

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—Voy a matar a ese hijo de puta —gruñó Jungkook mientras entraba a la mansión—, no le perdonaré jamás que te haya mandado a secuestrar.

—Jungkook, no nos conviene matar o siquiera empezar una guerra contra los Min, ellos son una mafia bastante fuerte ¿recuerdas?

—¡Pero está intentando quitarme a mi prometido!

—Mírame —dijo HoSeok tomando entre sus manos el rostro de su amado chico— ¿Acaso logró llevarme? —Jungkook negó— ¿tengo algún rasguño? —una nueva negación se hizo presente— ¿Lo ves? Todo está bien, cielo, estoy perfectamente bien, sólo algo adolorido —dijo el mayor de ambos sonriéndole dulcemente a su contrario—. Y sabes que puedo cuidarme solo; odio la idea de hacerte entrar en una guerra solo porque ese imbécil piensa que puede tenerme.

—Prométeme que jamás dejarás que te haga nada —murmuró Jungkook colocando sus manos en las mejillas de su prometido igualmente—, por favor prométeme eso.

—La vida es impredecible Jungkook yo...

—Entonces no pienso dejarte salir de la mansión ni tampoco alejarte de mi ¿entiendes?

HoSeok vio a Jungkook en ese momento de una manera amenazante, realmente le sorprendía lo paranoico que podía llegar a ser su prometido. No sabía si mandarlo lejos u obedecerlo, su naturaleza le gritaba lo primero, pero su amor por el castaño provocaba que quisiera hacer caso a cada una de sus palabras.

—Jungkook, soy un adulto, y peor aún, soy un jodido sicario —expresó con frustración el mayor—, puedo protegerme y tengo que protegerte a ti también, así que, no puedes encerrarme en una burbuja —suspiró bajando la mirada alejándose un poco de su prometido— ¿Cuando comprenderás que simplemente no puedo salir huyendo de todo? —una traviesa lágrima bajó por la mejilla de HoSeok, la cual quitó rápidamente antes de correr de aquel lugar.

Jungkook lo hubiera perseguido, de no ser porque una mano lo tomó del brazo con nada de gentileza.

—¡Suél-

—Déjalo ir, hijo, necesita su espacio —la mirada de MinHo era seria, se sentía mal por su hijo, pero sabía que lo había malcriado un poco al decirle que HoSeok estaría para el 24/7 y que estaría a sus órdenes por siempre—, ven, charlemos un poco —ambos se dirigieron al despacho del mayor, una vez allí se sentaron frente a frente en la pequeña sala del mismo cuarto—, tengo que hablar seriamente contigo, Kook. Y es sobre HoSeok. 

—Padre, ya sé...

—No, no tienes ni la menor idea lo que te voy a decir, niño terco —regañó el mayor frunciendo el ceño—. Jeon Jungkook, yo mismo te crié, sé que no fui el mejor padre, no sabes cuánta falta me hizo tu madre para evitar que... —MinHo vio a su hijo, la mirada que éste le dedicaba le recordaba a cuando tenía sus "charlas" cuando era sólo un niño. No pudo evitar que una pequeña sonrisa apareciera en su rostro—, te hicieras un niño tan caprichoso, porque sí, a pesar de que ya seas mayor de edad eres muy consentido, por todos —suspiró frotando su sien—. Hijo, sé que amas con todo tu ser a HoSeok, que lo tienes en un pedestal desde que tenías seis años, porque sí, déjame decirte que desde esa edad no podías despegarte del pobre de HoSeok.

—Hey, lo dices como si fuera algo malo —bufó el menor.

—Pues, el no dejar respirar ni un segundo a HoSeok es realmente malo —confesó MinHo riendo un poco—, hijo, los seres humanos necesitamos algo que se llama privacidad, algo que probablemente tú me has pedido toda la vida. Mira, Jungkook, HoSeok es muy paciente, realmente te adora, créeme; y estoy seguro de que no hay nada que desee más que estar por siempre contigo, de hecho creo que le gustaría más huir contigo a una playa y no ser hallado jamás —sonrió suavemente al recordar aquella vez que encontró a un joven HoSeok de veinte años buscando casas en la playa—. Él siempre ha querido lo mejor para ti, y miles de veces lo he visto llorar en silencio por no poder estar contigo todo el tiempo, claro, eso pasó cuando era mucho más joven, pero en verdad sufría cuando te mandaba a otros lugares sin él —río suavemente—. Y por eso es que deseo tanto como tú su felicidad, y créeme que el que lo persigas y le exijas cosas que él verdaderamente no puede darte no lo hace nada bien.