¿Qué pasaría si el guardaespaldas más rudo de la mansión de los Jeon no es lo que parece?
Jung HoSeok es el sicario personal de la mafia de los Jeon; él tiene la reputación de ser uno de los asesinos más violentos y fríos de todo Seúl. Sin embargo...
HoSeok se encontraba revisando los informes de los recientes ataques, tenía que descubrir quién había estado saboteando sus operaciones, sabía que era uno de sus trabajadores, sin embargo, aún no concretaba el nombre de ese soplón.
—Mierda —suspiró el castaño frustrado revolviendo sus cabellos. El joven chico se acercó a su pizarrón de sospechosos y los miró fijamente, había sacado ya toda la información de cada uno, se podría decir que incluso sabía más de ellos mismos que ellos— ¿Quién carajos es el soplón? —gruñó HoSeok mientras veía sus opciones con el ceño fruncido.
De repente unos brazos se enredaron en su cintura y varios húmedos besos comenzaron a ser repartidos por su cuello; HoSeok en ese momento suspiró cerrando los ojos.
—Jeon, estoy trabajando —se quejó el castaño intentando librarse de los brazos que lo apresaban.
—Estás demasiado tenso, cariño ¿qué pasa?
—Tú negocio está siendo saboteado, eso es lo que pasa.
—¿Sigues sin encontrar al traidor? —murmuró Jungkook sin dejar de repartir besos por el trigueño cuello de su guardaespaldas.
—Si lo hubiese encontrado no estaría aquí, genio —bufó HoSeok con sumo enojo mientras quitaba los brazos del más alto—. Así que déjame hacer mi trabajo.
—¿Y si te ordeno que te relajes? —dijo el más alto volviendo a apresar a HoSeok entre sus brazos con una ligera sonrisa.
—Jeon Jungkook ¿debo de recordarte mi puesto?
—Por favor.~ —a Jungkook le fascinaba cuando aquel castaño se ponía a explicarle lo importante que era su protección, le daba demasiada ternura aunque una expresión asesina adornara el rostro de su amado chico.
—Soy el jefe de seguridad de la mafia de los Jeon y mi prioridad ante todo es mantenerlos a salvo sin importar el costo; incluso si tengo que cambiar mi vida por su seguridad tengo que hace-
Las palabras del castaño se vieron interrumpidas por los suaves labios de Jungkook.
—Tienes que aprender a relajarte, bebé —murmuró el castaño con una divertida sonrisa.
—El mafioso que no tienen nada de qué preocuparse habla —se quejó HoSeok mientras colocaba sus brazos alrededor del cuello de Jungkook.
—Así me amas.~
—Lamentablemente.
Ambos soltaron una pequeña risa y se volvieron a besar profundamente, pronto Jungkook acorraló a HoSeok contra su escritorio.
—Jeon...sabes que no podemos hacer estas cosas a esta hora —dijo entre risas el castaño—. Y menos en mi oficina donde cualquier guardia puede entrar.
—Pero te necesito —se quejó el castaño suspirando—. Necesito la atención de mi novio.
—Y te la dará en cuanto nos encontremos en tu habitación —concluyó HoSeok alejando un poco a su contrario—, Jungkook, sabes que tengo que mantener esa reputación de asesino sin sentimientos.
—A veces odio que te hayas dado esa reputación.
—Es para protegerte, bobo, todos los guardias me tienen respeto y temen a traicionarme — sonrió el castaño ganándose una risa por parte de Jungkook.
—Lo sé, lo sé, aunque bueno, solo uno se atrevió al parecer.
—Sí, supongo que sí —suspiró HoSeok mientras desviaba su mirada hacia el pizarrón que analizaba hace unos minutos.
—Estúpidos nuevos, son los que más fácil traicionan —bufó el castaño separándose de su pareja para tomar nuevamente los expedientes—. Échale un vistazo, creo que podrías ayudarme a completar mi trabajo ¿quién de esos idiotas crees que es el que nos está traicionando?
Jungkook tomó los expedientes y se recargó sobre el escritorio, analizó cada una de las fotografías y también leyó cuidadosamente la información de cada uno de los expedientes.
—Recuerdo haber visto a uno de ellos salir el otro día —dijo un pensativo Jungkook—, él podría ser quien nos está vendiendo —señaló una de las fotos.
—El imbécil de Lee ¿eh? —dijo HoSeok mientras tomaba aquel expediente para darle una milésima revisada— ¿Quién lo diría? El tierno hijo de Jeon MinHyuk encontró a quien nos estuvo traicionando estos meses.
—Y el rudo jefe de seguridad no lo logró, interesante~
Ambos soltaron un par de risas y se dieron un dulce beso.
—¿Cómo fue que el niñito bueno de la mafia se enamoró de el sicario más brutal de todo Seúl? —murmuró uno de los guardias que estaba asomado por la puerta.
—La vida es una ruleta rusa, Jackson, demasiado incierta y escalofriante. Será mejor que nos vayamos, no queremos que HoSeok nos castre o algo.
En ese momento ambos guardias se fueron dejando a la pareja disfrutarse un poco más.
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Aló manguitooos. ¿Qué tal va su día hasta ahora? El mío bien aldnsl. ¿qué les va pareciendo la historia?
Dejen sus comentarios, dudas y sugerencias aquí, mis manguitos con sal y limón. uwu♡
¡nos leemos pronto!
p.d. hoy actualizaré los otros dos fics que me faltan ¡lo prometo!
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