apparence ❀ JungHope

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―¿No dijo YoonGi la razón de su visita? ―dijo Jungkook quien se encontraba sentado frente a su padre.

―No, tal parece que quieren mantenerlo en secreto...no me agrada nada de esto hijo, y por eso quiero que te vayas de la mansión, en caso de cualquier inconveniente.

―Sabes que no te dejaré solo, padre, enfrentemos a YoonGi juntos.

―Jungkook...si YoonGi planea atacar y nos asesina a los dos la mafia Jeon se acabará y se desatará un enorme caos por el poder, demasiada gente inocente moriría ¿eso es lo que quieres?

―Señor Jeon, el auto para Jungkook está listo ―anunció HoSeok quien entró en la habitación―, siento la interrupción, pero nos han dicho que está mucho más cerca el señor Min.

―Muy bien, gracias HoSeok, escolta a Jungkook a su auto y después regresa conmigo.

―Como usted ordene, señor Jeon.

―HoSeok vendrá conmigo ―dijo inmediatamente Jungkook con un tono autoritario, el castaño simplemente mordió su labio inferior con cierto temor.

―Lo siento hijo, pero HoSeok es el mejor en combate, confío en él para mantenerme a salvo.

―HoSeok es mi prometido padre, y no pienso arriesgar su vida.

MinHo vio a ambos con sorpresa, ninguno de esos dos le había mencionado su compromiso aún, habían querido decirle hasta que las cosas se calmaran con los Min, pero Jungkook había visto necesario decirlo.

―¿Es eso cierto, HoSeok?

―Sí señor...Jungkook y yo...estamos comprometidos ahora ―dijo el castaño con la cabeza baja y un fuerte rubor en sus mejillas.

MinHo suspiró, si le hubieran dado la noticia en otro contexto probablemente estaría saltando de felicidad y le ofrecería a su hijo organizar toda la boda por costumbre familiar, pero ese había sido el momento menos indicado para celebrar. El mayor de los tres pellizcó el puente de su nariz y pronto les dirigió una fría mirada

―Lo siento hijo, pero HoSeok se quedará conmigo, es su trabajo, independientemente de que sea tu prometido o no.

―¡Si serás un-

―Jungkook, él tiene razón ―dijo HoSeok bajando la mirada poniéndose frente a MinHo, en sus ojos se podía ver la misma expresión de aquella noche en la que confesaron sus sentimientos―, yo soy el sicario de la familia Jeon, y haré lo que ésta me ordene sin importar qué.

La sangre de Jungkook hirvió, sabía perfectamente bien sobre la inseguridad de HoSeok, sabía que ese hermoso castaño siempre se hacía sentir de lo peor solo por que tenía esa estúpida idea de que por ser un sicario no merecía la felicidad.

―Así que, joven Jeon, déjeme escoltarlo a la camioneta.

Jungkook vio a su padre con el entrecejo más que fruncido, no deseaba acatar esas órdenes, lo único que quería era cuidar a su prometido, porque para él HoSeok jamás sería un simple empleado para él, siempre sería el centro de su universo. Pero la mirada de su padre era severa, esa mirada que nadie se atrevía a desafiar, aún así Jungkook haría todo por no poner en riesgo a la persona que más amaba.

Pronto una idea llegó a su mente, una que odiaba, pero era necesaria en esos momentos.

―Está bien, iré a la camioneta ―bufó Jungkook mientras se levantaba metiendo sus manos dentro de las bolsas de su elegante pantalón―, vamos, amor.

HoSeok no pudo evitar sonrojarse al escuchar a su prometido y asintió un par de veces yendo detrás del pelinegro.

―En seguida vuelvo, señor Jeon ―dijo el castaño caminando detrás de su prometido.