—¿En serio creen que soy un estúpido? —gruñó el chico de cabellos castaños mientras veía a los dos chicos que se encontraban atados a dos sillas— En verdad me sorprende que se hayan atrevido a siquiera pensar en traicionar a los Jeon —una amarga risa salió y Jung tomó una de las pinzas que había sobre la bandeja—. Chicos, chicos, imagino que saben cuál es su destino ¿cierto?
—N...nosotros no...yo... ¡fue culpa de Lee! —se excusó uno de ellos.
—Bueno, por lo que veo es muy fácil sacarte información cuando te encuentras en peligro, eres capaz de traicionar a tu propio equipo ¿eh? —HoSeok se acercó a aquel chico mientras jugaba un poco con las pinzas— ¿Sabes qué pienso de las escorias que tienen esa manía de delatar a sus compañeros? —una ladina sonrisa apareció en aquellos finos labios— Creo que son una puta escoria que no merece nada en esta vida.
Un fuerte grito resonó en la bodega, Jungkook al escuchar aquello soltó una pequeña risa y se acomodó en su asiento para contemplar lo que su traviesa y algo malévola pareja hacía. Su cuerpo se calentaba con la simple pose tan amenazante de su amante, realmente le quitaba el aliento incluso cuando hacía las peores fechorías.
Pronto uno de los contadores entró a la habitación de Jeon.—¿Esos...esos son dientes? —preguntó completamente petrificado el pobre contador.
—Sí —respondió Jeon con una divertida sonrisa— ¿qué se te ofrece, Jimin? —preguntó el pelinegro volteándose finalmente.
—Yo...sólo venía a entregarte los reportes de este mes —dijo el chico de cabello plateado mientras dejaba un sobre en la mesa sin poder despegar su aterrada mirada del monitor—.
«Definitivamente lo que Jeon tiene de amable HoSeok lo tiene de sádico...y es el novio de mi mejor amigo.» pensó el más bajo con sumo terror
—Muchas gracias, Jimin, puedes retirarte...a menos que quieras ver a HoSeok rompiendo dedos —dijo Jungkook intentando no soltar una carcajada por la palidez de su mejor amigo.
—No, creo que iré a sacar más cuentas, ta sabes, la vida de un contador es ajetreada, sí...¡adiós!
Jungkook soltó varias risas al ver que Jimin salió prácticamente volando de su despacho. Nuevamente su mirada se fijó en la pantalla, los gritos de aquellos hombres lo hicieron reír un poco, por más loco que sonara, le causaba gracia el ver a su novio siendo tan "rudo", pero que fuese tan dulce y suave cuando se encontraban solos.
La dualidad de HoSeok era sumamente perfecta.
—Hm, será una noche algo larga para ti, mi amor —murmuró Jungkook con una lasciva sonrisa en sus labios.
Varias horas después HoSeok se encontraba dándose una merecida ducha, estaba sumamente cansado, a pesar de haber disfrutado el asesinar a aquellos traidores, siempre terminaba hecho polvo. Lo único que deseaba era dormir, dormir y dormir.
Mientras se enjuagaba dio con una de sus cicatrices de niñez, la contempló un par de segundos recordando el peor día de su vida.
«Bebé, escúchame, escucha a mami ¿sí? Quiero que en cuanto te diga salgas corriendo con todas las fuerzas que tengas. Prómeteme que no mirarás hacia atrás ¿sí? Por favor, hazle a mami ese favor.»
Un par de lágrimas se formaron en sus ojos, su madre había sido su más grande adoración, y el haberla visto morir de aquella manera había sido simplemente devastadora.
"¿Si hubiese corrido hacia ella podría haberla salvado?" pensaba el castaño con rabia y remordimiento cada vez que recordaba.
—¿Pensando en el pasado? —una dulce y profunda voz interrumpió su torturosa reflexión.
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apparence ❀ JungHope
Fanfiction¿Qué pasaría si el guardaespaldas más rudo de la mansión de los Jeon no es lo que parece? Jung HoSeok es el sicario personal de la mafia de los Jeon; él tiene la reputación de ser uno de los asesinos más violentos y fríos de todo Seúl. Sin embargo...