apparence ❀ JungHope

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Jungkook regresó a la mansión un par de horas después al recibir el mensaje de que todo había salido bien, que por una gran fortuna un par de oficiales habían llegado a salvar el día. El joven Jeon jamás confesaría que le había marcado a ese molesto policía que tanto había estado molestándole.

—Vaya intervención tan conveniente —comentó el pelinegro que se encontraba apoyado sobre el escritorio con los brazos cruzados—. Por primera vez me siento feliz de que llegara la policía.

—El policía, para ser exactos —una tercera voz se hizo presente en el estudio, era HoSeok, quien seguía vestido de un simple sirviente, algo que no tan extrañamente calentó a Jungkook—, el policía que tanto molesta —bufó el castaño con los brazos cruzados poniéndose detrás de MinHo para colocar una taza de café en el escritorio—. Y sigo sin entender por qué estoy actuando aún de amo de llaves.

—Es divertido ver a un HoSeok no tan asesino como de costumbre —soltó entre risas el mayor de los tres—. Puedes retirarte a tus aposentos, joven Jung, claro, después de limpiar los platos de la cocina —comentó con diversión.

—Cenicienta, cenicienta, pronto, pronto Cenicienta —dijo el joven Jeon intentando evitar soltar esas carcajadas que amenazaban con salir de su boca— Lava y plancha. Trae la ropa, barre y limpia la terraza.

En ese preciso instante un puñetazo cayó en el rostro de aquel azabache, quien casi se cayó del escritorio, para su buena suerte tenía un muy buen equilibrio. En cuanto pudo estabilizarse vio a HoSeok, sus ojos se encontraban completamente acuosos y brillosos.

—¿Qué pasa? —preguntó inmediatamente bajándose del escritorio para acercarse al castaño quien simplemente caminó lo más rápido que pudo hasta la puerta para salir y dar un portazo detrás de él.

—El policía que llegó tocó las fibras sensibles de HoSeok —aclaró el mayor soltando un suspiro—, sabes cómo es él cuando mencionan a su familia...

Jungkook apretó sus nudillos con mucha fuerza en ese momento, asesinaría a "Mr. Perfecto" en cuanto lo viera, le había dejado más que claro que sólo fuera a ahuyentar a Min YoonGi, no que lastimara a su amado prometido.

—No sé qué tan sano sea que siga poniéndose así por ello Kook... eso podría lastimarlo y no solo físicamen-

—Ya se ha lastimado antes por eso, y no dejaré que vuelva a pasar —pronunció el azabache antes de salir corriendo de la habitación detrás de HoSeok. Le bastaron unos minutos para saber dónde se encontraría su amado chico; no quería dejarlo solo en esos momentos, sabía de lo que era capaz. En cuanto llegó a esa pequeña choza que tenían en el jardín suspiró y abrió la puerta, allí se encontraba HoSeok tal y como lo había encontrado años atrás: abrazado a sus piernas con un interminable temblor en todo su cuerpo— Amor...

—Me conoces tan bien —interrumpió el castaño con una triste sonrisa sin separar su rostro de sus piernas—, y sé que viniste para cerciorarte de que no cometiera una estupidez, te conozco bien también.

—Sabes que yo no puedo...

—Olvidar esa noche en la que casi me maté —HoSeok alzó su empapado rostro para ver a su contrario con una ligera y exhausta sonrisa—, lo sé, sé perfectamente bien que te da miedo encontrarme de nuevo con las muñecas destrozadas.

Jungkook suspiró y se sentó a lado de HoSeok comprimiéndose lo más que pudo, una vez allí volteó a ver a su pareja, quien contemplaba la nada.

—¿Y de qué nos escondemos? —preguntó Jungkook de la misma manera en la que lo hizo años atrás.

—De un monstruo —respondió HoSeok soltando un par de dolorosas risas.

—No tenemos que ocultarnos de él, Hobi-hyung.