Canción
Daddy yankee - con calma!Tú. No. Acabas. De. Hacer. Eso. !El cliente, quién le había hecho descaradamente proposiciones sexuales, sonaba más bestia que hombre.
Era evidente su rabia e incredulidad mientras miraba el mechón de pelo que ella acababa de cortar.
-Oh diablos. No me acabas de hacer eso. Pero -ella había cortado el precioso
pelo al hombre grande.
Era su propia culpa. Fuera de balance desde que lo conoció, ella culpó a sus
furiosas hormonas que no habían dejado de dar vertiginosas volteretas en su bajo
vientre desde que lo había conocido.
Él había entrado, y ella tomo de golpe conciencia de su presencia. Él habló, y todas sus terminaciones nerviosas hormiguearon.Él la irritaba como ningún hombre.
Ella lo debería odiar. Sin embargo, en su lugar, se le humedecieron sus bragas cuando
ella tan fácilmente imagino la escena de lo que él dijo. Arañándolo, sudoroso sexo caliente.
Con un tipo que le molestaba y que mantuvo la presión en ella hasta que se
rompió y se vengó.
Tratándola como un objeto sexual.
Más tarde, ella culpo a sus manos por tomar momentáneamente mente propia
y cortar con las tijeras.Al menos por una vez, su boca no la había metido en problemas. Sin embargo,
no significaba que se quedaría para hacer frente a las consecuencias. No cuando el
hombre grande la miró queriéndola matar.Escuchando a su sentido de conservación,
que gritó, “corre, ¡idiota!”, Kira dejó las tijeras y salió corriendo por la puerta principal
de la peluquería y, apenas observando la boca abierta de los otros clientes, así como
las de su tío y su primo que también trabajaban allí.
El ruido de la calle resultó variado y caótico, motores zumbando, frenos chirriando, voces charlando, la ciudad llena de vida, pero a pesar de todo esto, ella todavía oyó el golpe de una puerta golpeando una pared, el carillón de las campanas colgado en él, zumbando en advertencia.Aún más preocupante era el gritó,
-¡Trae tu culo de vuelta aquí, mujer!
El diablillo en ella, que al parecer, albergaba un deseo de muerte, le dedicó un dedo.
¿Era eso un rugido? La gente a su alrededor no tropezaban o reaccionaban, y
sin embargo ella podría haber jurado que había oído el eco de un león en un sonido
fantasma.Sólo echó a correr y esquivar lo más rápido que pudo. Con sólo un estrecho
margen ella logro pasar a través de la calle justo antes de que un autobús lento, con
una corriente de coches detrás de él, pasara.Ella utilizó su voluminoso contorno para cubrir su camino en el callejón. Hacia
abajo, luego a través de una puerta abierta, en una cocina que conocía bien. Pizzería
de la tía Theona.Olía tan condenadamente bueno. La levadura de pasta recién hecha, se
mezclaba con el aroma tentador de grisines
de pan recién horneados. Si ella no
tuviera tanta prisa, ella se habría detenido para un bocado.
Sin embargo, el instinto de conservación la mantenía en movimiento, saltando
sobre el cubo con ruedas lleno de jabón y agua. Se dio la vuelta al borde del mostrador
de acero inoxidable y surcado con los hornos calientes.
-¡Kira! ¿Qué estás haciendo? - Gritó su tía, empujando profundamente en la
masa.
-No puedo quedarme a hablar. Corriendo de un cliente enojado, -gritó
cuando ella saltó a través de las puertas oscilantes de la cocina, y a través de las mesas de formica blanca saliendo a otra calle, el mercado.La multitud de compradores sirvieron no sólo como un medio eficaz de camuflaje “¿Dónde está Kira?”, sino que significaba demasiados testigos para que el Sr. Tipo Grande la matara.
Saltando a través de las personas, Kira se mantuvo en los lugares de mayor
actividad hasta que llegó al centro comercial de pescado, propiedad de su tío, Vince.
Ella dirigió su cabeza, y agitando un “Hola” a él que se encontraba detrás del
mostrador. Ella se dirigió directamente a la sala de almacenamiento en la parte
posterior. Dentro de la habitación, tomó la escalera que conducía al segundo piso y al
apartamento que tío Vince le había alquilado cuando se mudó aquí hace unas
semanas.
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Cuando un Alfa Ronronea •||Saga El Orgullo Del León I ||• [Terminada]
General FictionLa arrogancia del león no se define sólo por aquellos que él manda, sino que también reside en su pelo, por lo que cuando un ser humano se atreve a masacrar la melena de Arik, él consigue su venganza y la reclama como su compañera.