Canción eres mía -Romeo santos
El aviso de los hombres de Jeoff diciendo que habían acorralado a Gregory
resultó ser un fracaso. El lobo sarnoso los había evadido una vez más. Peor aún, los
hizo quedar como tontos. La molestia rabiosa jugó con los hombres haciendo que
siguieran un rastro que conducía a un montón de ropa, junto con un gran cabreo,
echando casi humo por el montón de insultos.El hijo de puta los burló.
¿Pero por qué? Desde luego tenía que saber que era una mala idea. Arik no era el rey por nada. Ahora que Arik lo estaba cazando, los días de Gregory estaban contados.“Porque una vez que lo encuentre, iba a aprender una valiosa lección sobre divertirse un poco en mi ciudad.”Habría gran énfasis cuando Arik lo encontrara, lo cual no sucedió esa noche.
Frustrado, no de muy buen humor, y una persistente sensación de haberse
equivocado, Arik regresó a su apartamento. Un apartamento vacío.
-¡Ella se fue!- Dijo en voz alta, incapaz de contener su incredulidad. ¿Cómo
podía ella haberse ido? Él había desactivado su acceso al panel. Sabía que no debía
confiar en ella. ¿Qué mujer en su sano juicio querría quedarse después de que le
contara que era un león?
Pero él se había anticipado, y tan pronto como tomo el ascensor, él había iniciado la sesión en el sistema de seguridad del apartamento y bloqueado el acceso a ella. Sin embargo, según el registro de subidas, alguien había manipulado sus instrucciones.
-Madre.-Él gruñó su nombre, y justo a tiempo, además, cuando ella se paseaba desde su cocina, con un vaso de martini en la mano y varias aceitunas verdes que flotando en la parte inferior. -¿Qué estás haciendo aquí?-
-¿No puede una madre visitar a su hijo?
-No cuando un entrometido que, por alguna razón, le dio a mi compañera el
acceso al edificio después de habérselo quitado.-
-Oh querido. ¿Se supone que yo no debía hacerlo? Yo sólo estaba tratando de
hacer que la pobre se sintiera bienvenida ya que al parecer alguien tontamente decidió
coquetear con una humana.-Sus labios torcidos, y no por el sorbo de su martini,
extra seco.-Kira Es mi compañera.
-Sobre mi cadáver.
-Eso puede arreglarse.Lo dijo muy en serio, los brazos cruzados sobre el pecho.
Su madre no parecía ni un poco ofendida. Ella casualmente tomó otra copa de vidrio estriado.-Tanto melodrama. Lo espero de tus primos más jóvenes -mis hermanas son
tan bobas cuando se trata de criar a sus cachorros- pero tú eres el alfa de la manada.
Tú eres el rey de esta ciudad y señor de los que la habitan. Actúa como tal.-
-Yo lo soy, y como alfa te estoy diciendo que has ido demasiado lejos. Kira es
mi compañera.-No una muy dispuesta.
-Eso cambiará a medida que me conozca, lo que habría sido más fácil si ella
siguiera aquí. ¿A dónde fue?-Porque ella seguro que no había estado en el vestíbulo
principal. Un vestíbulo que estaba bastante vacío, ya que la mayoría de su manada,
probablemente, había asistido a un cuadrilátero subterráneo para ver lucha
clandestina.
The Ultimate Piel y Fang Throwdown acudían a la ciudad sólo una vez al mes y resultaban ser una gran atracción.-¿Cómo voy a saber dónde se fue? Yo simplemente le proporcioné los medios
para salir. Yo no manejo su destino.
Y ella no tenía un coche. A Arik de repente no le gustaba a donde se dirigía esto.-¿Sabes si ella llamó a un taxi?
Incluso mientras preguntaba, sus pies se movían, un sentido de premonición
formando una bola en su estómago. “No me digas que todo el asunto de Gregory-esta-
acorralado fue una treta”. Una astuta y descarada, sin embargo, eso explicaría la pista falsa que Arik y Jeoff habían seguido.El lobo rabioso había distraído a sus cazadores mientras iba tras su verdadera presa, Kira.
El ascensor no se movía lo suficientemente rápido y se detuvo unos pisos más
abajo. Aumentando su sentido de urgencia. No podía estarse quieto. Dio media docena
de pasos a través del corto pasillo golpeando el travesaño que abrió la puerta a las
escaleras. Su madre lo siguió, preguntándole,
-¿Dónde vas? ¿Por qué la prisa?
-¿Por qué la prisa? Te voy a decir por qué.Debido a que tontamente sobrepasaste tus límites como mi madre y le permitiste a mi compañera, una mujer en peligro por un perro rabioso, abandonar la seguridad de mi casa. Tú la pusiste en peligro.-Él saltó por encima de la barandilla en lugar de correr hacia abajo y aterrizó en el piso de abajo provocando un ruido sordo.
-Yo no sabía que estaba en peligro, -grito su madre, su débil voz desde su
lugar en lo alto de la escalera.
-Eso no importa.- Lo que importaba era Kira. No saber dónde estaba tenía a su león interior alterado. Tal vez ella estaba bien. Kira podría haber simplemente haber ido a la izquierda dirigiéndose con seguridad a una de las casas de su familia o incluso a la suya propia. Pero su instinto no lo creía, y demostró tener razón.
A menos de una cuadra de distancia, en un callejón que apestaba a lobo, Arik
se encontró con su bolso y una nota, una nota que era corta pero iba al grano.“ben al almasen solo… o ella moryra”
Una invitación a la violencia muy mal escrita. Que divertido.Y él sabía exactamente qué ponerse. La piel y los dientes.
Rawr.Mis hermosas lectoras como las quiero tanto el capitulo anterior era largo y aquí les dejo otro feliz fin de semana nos leemos el lunes bay😻
ESTÁS LEYENDO
Cuando un Alfa Ronronea •||Saga El Orgullo Del León I ||• [Terminada]
General FictionLa arrogancia del león no se define sólo por aquellos que él manda, sino que también reside en su pelo, por lo que cuando un ser humano se atreve a masacrar la melena de Arik, él consigue su venganza y la reclama como su compañera.