capituló 21

12.6K 1.1K 17
                                    


Arik podría haber matado a Hayder por su interrupción. ¿No podía ver que
estaba haciendo algo importante?
Él no estaba haciendo el amor con Kira. Él estaba aliviando sus miedos.
Mostrándole a ella que, mientras el león —rawr— era una parte de él, seguía siendo un
hombre. Su hombre.
¿Pero su beta comprendía lo que estaba tratando de hacer? Por supuesto que
no, estúpido, completamente gilipollas.

Mientras Arik soltaba a Kira, él entrelazo sus
dedos con los de ella para mantenerla atada a su lado no sea que de repente decidiese darse a la fuga de nuevo.
Ella había pasado por mucho en los últimos días. Toda su visión del mundo estaba ahora sesgada. Haría falta un poco de tiempo y una explicación para que ella aceptara todos los cambios, y que lo aceptara como su compañero.
Volviendo de nuevo a la zona principal, se alegro de ver que el cuerpo ya había
sido retirado. La justicia shifter era rápida. La limpieza shifter era aun más rápida.
Nadie podría encontrar el cuerpo de Gregory. Tenía un equipo que se aseguraría de
ello.
Mientras el observaba a Kira mirar detenidamente alrededor, sin duda
preguntándose cómo había desaparecido el cadáver, el trato con sus lacayos, Hayder y
Leo.
-Le tomó bastante tiempo a dos idiotas llegar aquí, -se quejó.
-¿Es que nuestro rey de la jungla de asfalto no es capaz de hacer frente a un
pequeño cachorro? -Leo arqueó una ceja.
-Ese no es el punto. ¿Y si no estaba trabajando solo? ¿Y si estaba armado? El
chico ya estaba rompiendo todo tipo de leyes shifter. ¿Quién iba a decir que no habría
traído un arma en vez de luchar cuerpo a cuerpo?
-Oops. Hayder no parecía disculparse en lo más mínimo.
Um, disculparme, ¿pero soy la única que piensa que es raro que estéis
charlando con Arik aquí mientras él está desnudo? - Intervino Kira.
Ah, esa era la mujer que había llegado a adorar.
-Kira, te presento a mi beta, Hayder, y al omega de la manada, Leo. Son
shifters también. 
-Eso no explica esta cosa rara de ir desnudo.
Bueno, no es que cambiemos de forma completamente vestidos.
-Eso puede ser difícil, - agregó Hayder. -Una:leona con un tanga es un espectáculo peligroso de ver. —
-¿Qué tan peligroso? se atrevió a preguntar Kira.
-Debido a que la foto que puse en Instagram de ella hizo que un trío de ellas
se abalanzaran sobre mí, y me rasuran de pies a cabeza. -Hayder negó con la cabeza,
ante el triste recuerdo.
Kira rió.
—Yo habría utilizado cera de depilación. Dura más.
Antes de que Kira pudiera dar a sus secuaces más consejos diabólicos para
arruinar la melena de un león, o la lujosa piel de una leona, él la llevo en dirección a la
salida. Justo fuera de su camioneta, sus ropas estaban arrojadas en el asiento del
conductor.
Se detuvo sólo el tiempo suficiente para ponerse los pantalones y zapatos.
Podía ver a Kira mordiendo su labio inferior, el estado de ánimo pensativo sobre ella
de nuevo. Tenía que llevarla de nuevo a... no a su casa. El estaría sometido a
demasiadas mujeres allí.
Él los llevó, en cambio, al apartamento de ella, que la tomó por sorpresa. Era
una hora tardía, la calle tranquila, y el silencio entre ellos peligroso.
No se atrevió a decir nada, y por una vez, se mordió la lengua también, hasta
que llegaron a la puerta de la calle que conducía a las escaleras hasta su apartamento.
Miró la cerradura y luego las manos vacías.
-Yo no tengo mi cartera o las llaves.
-Lo bueno es que las he encontrado en el callejón contiguo. -Junto con esa
nota. No quería pensar en lo que podría haber sucedido si el arrogante orgullo de
Gregory no lo hubiera forzado a dejarlo.
Cogió el bolso del espacio entre los asientos delanteros.
Ella abrió la puerta y se volvió, abriendo su boca, probablemente para hablar,
pero él aprovechó y le robó el aliento con un beso.
Mientras que ella podría estar indecisa acerca de él y su futuro, su naturaleza apasionada sabía lo que quería. Lo quería a él.
Él la levantó y dijo:
-Envuelve tus piernas alrededor de mi cintura. -Ella obedeció y se rió en su
boca cuando él corrió por la empinada escalera.
-Yo podría haber subido por mí misma, -dijo en la parte superior mientras se
inclinaba para insertar la llave en la cerradura.
Sí, ella podría, pero lo había hecho por razones egoístas. Uno, quería tenerla
abrazarla, y dos, cuando empezara a jadear, quería que fuera a causa de él, y no esas
miserables escaleras.
Lo hicieron en su apartamento, y no más allá. El habría querido que se dieran
una ducha de agua caliente juntos y lavarse el hedor del lobo de ambos. Sin embargo,
solo y con ella tan impaciente y deliciosa, la boca devorando la suya con frenética
urgencia, se olvidó de su plan.
Sólo había una cosa que necesitaba en este momento. Ella, y la pared más
cercana.
Él la bajo, pero sólo el tiempo suficiente para quitarle los pantalones y sacarle el
top. Sus pantalones también acabaron en el suelo en un montón arrugado que
lamentaría más tarde.
Con ella desnuda, justo la forma como él la quería, la levantó de nuevo y
enredo sus labios con los de ella. Su piel se frotó contra la suya, suavemente
aterciopelada. Los picos de sus erectos pezones se clavaron en su pecho, mientras que su dulce núcleo humedecía su eje que se deslizaba hacia atrás y adelante entre sus
muslos, burlándose de ambos.
-Te quiero, -jadeó ella contra su boca, girando sus caderas y haciendo un sonido de desesperación.
-Tú me tienes, -fue su respuesta. Por ahora, y para siempre.
Se hundió a sí mismo en el glorioso calor de su sexo, deleitándose en la forma
en que ella le ordeñó, los músculos de su canal agarrándole tan deliciosamente. Como
él osciló dentro y fuera de su funda, la crema de su deseo recubriéndolo y aliviando su paso.
Podía sentir su placer construyéndose por la cercanía de sus pronunciados
maullidos, sus dedos clavados en su espalda.
La misma urgencia le afectó, y él golpeó en ella, abrazándola con fuerza, finalmente permitiéndose creer que realmente ella había escapado ilesa.
Y pensar que casi la había perdido, casi la perdió ante la arrogancia por haberse
apresurado a enfrentarse al enemigo en lugar de ir tras ella con un plan. Pero cuando
él había leído la nota y sabido que estaba en peligro, todo pensamiento racional se
evaporó.
La bestia se hizo cargo del hombre y se fue al rescate y prevaleció. Rawr.
Kira estaba a salvo. Su compañera estaba en sus brazos, encima de su polla y le catapultaba a la gloria orgásmica. Ella gritó su nombre mientras se acercaba, su placer
barriendo a través de ella en oleadas estremecedoras, un placer al que se unió. Podría haber rugió mientras se acercaba. Definitivamente acarició su cuello, aspirando de nuevo la marca que había hecho.
Se aferraron juntos, dos cuerpos con un solo destino. Una futuro y...
Una madre entrometida que golpeó a la puerta y gritó:
-Arik Theodore Antoine Castiglione, sé que estás ahí.
Kira gritó:
-¡Hey, Norma, supuse que aparecerías!, -antes de tararear el tema de Psycho. Tin - tin

Cuando su madre gritó de rabia, Arik rió. Y se rio. La vida en la manada estaba a punto de ser más caótica. No podía esperar.

 No podía esperar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cuando un Alfa Ronronea  •||Saga El Orgullo Del León I ||• [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora