No podia dejar de observarla, me encantaba ver lo concentrada y seria que se veía mientras trabajaba. Ella tan responsable, tan hermosa, tan ella. La nueva encargada del Roller, mi jefa, mi rubia, mi nada. Esa era mi realidad ella y yo no éramos nada, ni siquiera se podia decir que éramos amigos. Y ahi venia el, ese imbécil que la podia abrazar, besar respirar su exquisito aroma. Tenia el privilegio de poder decir qué era su novia. Ese al que por momentos odiaba por no estar en sus zapatos, Benicio. Vi cómo se acerco a ella y charlaron unos minutos para luego despedirse. El intento besar sus labios pero ella le corrió la cara, yo reí internamente. Era muy evidente que ella no lo quería pero entonces que hacía con el? Sus ojos zafiro se conectaron con los míos y ahi estaba esa mirada que me pedía a gritos que mandara mi orgullo y prejuicios al diablo. Esa que me provocaba tomarla en el Simon Mobil y salir corriendo lejos de todo y todos para solo ser ella y yo.
Unos ojos verdes que me miraban con enojo me sacaron de la burbuja en la que me encontraba. "Si salís del mundo Ambar capaz y terminas tus deberes." dijo un enfadado Pedro. "Del mundo de qué? Pedro no sé de qué hablas." Sobo su frente con frustración. "Hablo de como vos no haz hecho nada desde hace más de una hora por estar babeando por la jefa, ahora vos te encargas de cerrar y yo me voy con Delfi. Chau Simon." "Pero Pe..." Se marcho dejándome con la palabra en la boca. Qué le pasaba? Si solo fueron unos minutos los que me distraje.
Estaba organizando y terminando todo lo del Roller cuando escuche su hermosa voz. Había olvidado por un momento que ella seguía aquí, que estábamos solos. "Dirá la gente que yo estoy loca, si yo estoy loca es porque andas en mi cabeza." La escuche cantar en el camerino. "Que lindo cantas Ambar." dije interrumpiéndola haciendo que pegara un pequeño brinco del susto. "Ayy Simon! Me espantaste!" dijo llevándose una mano al pecho mientras yo me reía de su cara espantada. "No te rías! Que haces acá todavía? Que hoy no cerraba Pedro?" "Si pero tenia que ver a Delfi y como buen amigo que soy le di chance y tome su lugar." Mentí, no le podia decir la verdadera razón por la que me quedaba a cerrar hoy. "Si sos un lindo siempre. Y bueno ya terminamos por hoy no? Listo para cerrar?" "Si ya, nos vamos juntos a la mansion?" Pregunte con la esperanza de pasar más tiempo con ella. "Gracias Simon pero Benicio quedo en pasar por mí para que no me fuera sola. Si hubiese sabido que hoy te quedabas vos no le hubiese pedido el favor." Maldecí por mis adentros, otra vez él. "Claro tu novio. Como olvidarlo." Rode mis ojos cruzándome de brazos con enfado. "Vos estas celoso Simon?" Se acerco con una sonrisa burlona. "No! pero no entiendo que haces con el si a leguas se te nota que no lo quieres!" Ambar entrecerró los ojos y apretó sus labios analizando lo que acababa de decir. "Y vos cómo sabes que no lo quiero?" Cuestiono. Esta era la oportunidad para decirle todo, para dejar todo lo malo atrás. Vamos Simon no seas estúpido dile lo que sientes, enfrenta tus miedos cobarde! Me gritaba mi conciencia. Por primera vez le hice caso y tome a Ambar por las mejillas llevándola suavemente contra la pared. Ella abrió sus ojos en sorpresa mientras que los míos bailaban de un lado a otro, preguntándose si lo que estaba apunto de hacer era lo correcto. "Lo sé porque no lo miras como a mí. Tus ojitos hermoso no brillan al verlo. Lo sé porque veo como lo rechazas cada que te quiere tocar. O dime Ambar acaso tiemblas así como lo haces ahora cuando lo tienes cerca?" Acaricie su rostro y cerro los ojos al sentir mi tacto. "Simon yo..." "Ambar!" La interrumpí haciendo que volviera a verme. "Me encantas! Y me vale madre que estes de novia, que estes en una onda dark, o que aun no cambies por completo.Quiero caminar contigo y ayudarte con lo que sea que tú quieras hacer, pero quiero que estemos juntos Bonita. Quiero ser yo el que te abrase, te bese, al que le sonrías al verlo. Te quiero! Ambar por fa..." Sus labios sobre los míos no me permitieron continuar con mi discurso. Me beso, nos estábamos besando después de tanto tiempo y me sentía en la gloria. Nos separamos por falta de aire y abrí mis ojos lentamente mirándola un poco sacado de onda. "Te tenia que callar de alguna forma y ademas hace tiempo que moría por besarte." dijo encogiendo los hombros y mordiéndose los labios. "Pues sí me vas a callar que siempre sea a besos." Respondí sin pena robándole una sonrisa, para después volver a juntar nuestros labios.
Este Beso se puso mas caluroso, alguna vez me preguntaron que era un beso caluroso para mí y he aquí la respuesta. Nuestras lenguas batallaban entre sí, los mordiscos y estirones de labios se sentían ricos. Mi chamarra comenzaba a estorbar tenia calor mucha calor. Con la ayuda de Ambar mi chamarra salió volando por el camerino. No sé si nuestros cuerpos podrían estar más pegados de lo que ya estábamos contra la pared pero yo la quería sentir más. La alce para que ella rodeara sus piernas por mi cintura y yo ya sentía una incomoda presión en la parte baja de mi cuerpo. Quería liberar esa presión de muchas formas y por instinto comencé a mover mis caderas contra ella haciendo que mi erección chocara con su feminidad. Ambos estábamos dejando salir unos pequeños gemidos, definitivamente esto se estaba descontrolado. "Bonita" dije agitado entres sus labios. "Tenemos que parar." Ambar dejo de besarme y abrió los ojos dejándome ver cómo sus pupilas se encontraban completamente dilatas, sus ojos llenos de deseo. "No! yo quiero que me hagas el amor Simon." dijo tratando de recuperar el aliento. Yo trague duro hace unos minutos estaba en la calle de la amargura lamentándome por ser tan cobarde y no afrontar mis sentimientos. Y ahora la chica que quiero, esa que tiene mi mundo patas arriba, quiere que le haga el amor. Pero por mas que yo moría por hacerlo esto era una locura. "Bonita si quiero te juro que sí, pero no así y no aquí." Ambar dejo salir un suspiro y bajo sus piernas al suelo. Iba a retarme cuando de pronto escuchamos a alguien. "Ambar dónde estas?" Era Benicio y así de golpe regrese a la realidad. Ambar noto mi molestia y me tomo por el rostro. "Esta noche te espero en mi habitación, Simon yo quiero estar con vos. Yo me encargo de terminar lo mío con Benicio sí? Ahora me tengo que ir." Me dio un beso corto, se acomodo la ropa y el cabello para después salir en busca de su proximo ex novio dejándome ahi todo pasmado y muy excitado.
"Simon, Simon!" escuche la voz masculina de alguien a lo lejos. Abrí mis ojos y ahi estaban Matteo y Pedro riéndose de mí. "Otra vez soñando con la rubia?" Pregunto el Italiano en tono de burla. "No! Cómo crees!" conteste. "Pues tu amiguito dice todo lo contrario." dijo Pedro estallando en una risa junto con Matteo. Como los odiaba a ellos y a estos malditos sueños. Solo en ellos era lo suficiente valiente para afrontar mis sentimientos.
Yo debería estar haciendo mi tarea de Matemáticas pero como las odio acá estoy haciéndome pendeja jajaja