Abri mis ojos lentamente y mierda que dolor de cabeza me producía la luz del día. Los volví a cerrar por unos segundos, hasta que pude reaccionar que lo que mis ojos alcanzaron a ver no era mi habitación. De nuevo abrí mis ojos ahora asustada. Estaba en una cama desconocida y no solo eso estaba completamente desnuda. Rápidamente, me senté en la cama para observar toda la habitación tratando de recordar que paso o en donde me encontraba. Y entonces lo vi, era el Mexicano con dos señoras muy sonrientes en una foto.
En ese instante me regresaron todos los recuerdos de anoche. Como en el boliche lo vi de lejos y me tome cinco shots de Tequila para animarme a ir con el. La forma en que bailamos, los besos, su cuerpo encima del mío, su voz ronca gimiendo mi nombre, el orgasmo, y como le confesé que el me gusta.
Sonriendo me recosté de nuevo en la cama, tapando mi rostro con la sabana. Me había acostado con Simon Alvarez y no me arrepentía de nada. Pero en donde estaba el? Me gire para tocar el lugar donde el había dormido y estaba frío, eso indicaba que hace tiempo que el se había levantado. De alguna forma agradecía que no estuviera.
No sabia que le iba a decir, o como reaccionar ante el después de lo que paso, y lo mas importante es que seguro en estos momentos soy un espanto y huelo horrible. De ninguna manera iba a dejar que Simon me viera en ese estado.
Me levante de la cama en busca de mi ropa, pero al igual que yo mi vestido olía feo. Anoche mientras bailábamos, Simon me tiro algo de su cerveza encima. El pobre se espanto creyendo que me iba a enojar pero yo solo reí y lo atraje hacia mis labios. Nunca había sido tan atrevida como ayer pero las ganas que le tenia a ese hermoso castaño eran mas fuertes que nada.
Abrí el armario de Simon en busca de algo que me pudiera poner de el. Tome lo primero que vi , que fue un buzo blanco. También con todo y pena tome prestado uno de sus boxers era mejor eso que ponerme las mismas bragas de ayer o nada. La única prenda con la que Simon no me iba a poder ayudar era el sostén, tendría que andarme sin el.
Me adentre en el baño y sonreí al ver una nota en el lavado.
Buenos Dias Bonita, espero hayas descansado. Se que dijiste que no estabas borracha anoche pero con todos esos tequilas que te tomaste estoy seguro que despertaras con un dolor de cabeza tremendo. Te dejo aquí una botella de agua y unos analgésicos para que te ayude con eso. También en los primeros dos cajones de el lava manos puedes encontrar toallas, pasta de dientes, y cepillos nuevos. Te espero en la cocina para desayunar.
SimonNo pude evitar sonreír como tonta al leer esa nota. Simon es tan atento conmigo que es lo que mas me había atraído de el, nunca nadie tomaba su tiempo para asegurarse que yo estuviera bien. Ni si quiera Matteo quien fue mi novio muchos años.
Tome un baño caliente y me cambie con la ropa de Simon. Camine hacia la cocina y ahi lo vi, estaba parado dándome la espalda. Parecía estar muy concentrado preparando algo de comida. Llevaba puesto unos jeans azules y una remera sin mangas color azul con tonos grises.
—Buen día.— Hable. Se giro para verme y en su rostro se dibujo una sonrisa grande. Me encanta como se le achinan sus ojos y los hoyuelos que se le forman al sonreír.
—Buenos dias, Ambar.— la mirada de Simon me recorrió de pies a cabeza.— Te queda mucho mejor esa sudadera a ti que a mi, que dicho sea de paso es mi favorita.— dijo sonriendo, haciéndome sonrojar por completo.
—Que pena Simon espero no te importe, tome prestadas algunas de tus prendas.— El alzo su ceja.
—Algunas? Yo solo te veo la sudadera.— No pude evitar ponerme roja y rápido cambie de tema.
