La vida de Ambar Smith había dado un giro de trescientos sesenta grados en tan solo un mes. Encontró el amor de pareja y de familia y eso la tenia mas que feliz. Pero su Madrina la mujer que la crió se encontraba encerrada en una institución psiquiátrica y sin poder ver a causa del incendio. A ella le dolía ver rota y en ese estado a esa mujer fuerte a la que ella había crecido admirando, pero igual se sentía tranquila al saber que esta recibiendo toda la ayuda que necesita. Incluso ella aceptó recibir ayuda de un psicólogo y es que si el amor la ayudo a cambiar pero no era suficiente para sobrellevar todo lo que había pasado durante sus diecinueve años de vida.
Justo ese chico que le enseño amar era quien la acompañaba y apoyaba en todo esta etapa. Los dos parecían garrapatas y chicles según las palabras de sus amigos y es que los tortolitos no se separaban ni un momento ni para dormir. Desde que se pusieron de novios aquella noche de tormenta y pasaron la noche juntos, la parejita ya no pudo dormir separada. Aveces Simon iba a la habitación de Ambar o ella iba a la de el y así se turnaban las habitaciones. Tampoco es que se escabullían para hacer "cosas" su relación era mas que sexo, a los dos les hacia bien dormir y despertar juntos. Eso era justo lo que hacían dormir plácidamente la mañana después de la fiesta de cumpleaños de Luna, la rubia dormía en el pecho desnudo de su novio mientras el la abrazaba ambos envueltos en las sabanas. Anoche no fue exactamente una de esas noches en las que la chica se escapo a la habitación de su novio para solamente "dormir."
Siempre ponían una alarma para poder salir sin ser vistos pero esa mañana los dos despertaron espantados por un grito proveniente de la garganta de Miguel. Todos los habitantes de la mansion corrieron hacia los gritos para ver que ocurría. Se encontraron con un fúrico Miguel a punto de estrangular a Matteo mientras Luna intentaba detener a su padre lo que se le dificultaba por lo pequeña que era. Simon corrió ayudar a su amiga. "Basta Miguel que paso por que quieres matar al Italiano?" Pregunto el castaño mientras lo sostenía de los hombros. "Lo vi, lo vi con estos ojos que se han de comer los gusanos, vi como salía de la habitación de mi hija!" Todos abrieron los ojos en sorpresa. "Papá ya te explique que Matteo solo vino a despedirse nada mas no durmió conmigo." Grito Luna. "Me importa un pepino que vino hacer, estos muchachos tienen prohibido entrar, ver, y oler sus habitaciones!" En eso Miguel voltea a ver a Ambar y la encuentra con la camisa de Simon. Sin pronunciar una sola palabra y aun mas enojado apunto a ambos y tomo un respiro antes de hablar. "Los quiero fuera de aquí hoy mismo a los tres. Yo creo un mes fue suficiente para ahorrar el dinero de la renta de algún apartamento y yo ya necesito dormir tranquilo." Sin mas se fue dejando a todos con la boca abierta.Un mes después
Ambar y Simon estaban sentados en el frío piso del baño de el apartamento que compartía el Mexicano con pedro y Matteo. Ambos tomados de la mano mientras ella recargaba su cabeza en el hombro de el al borde del llanto. Y es que no era para menos en tres minutos sabrían si a su corta edad y con tan solo dos meses de noviazgo, ya se convertirían en padres. ¿Que como se encontraron en esta situación? Pues todo comenzó cuando Miguel echo a los chicos de la mansion. Simon y compañía habían logrado alquilar un departamento dias después que los echaran a patadas, dejando triste a un par de ojos azules. No poder estar con su chico tenia mal a Ambar y es que aparte que ya no vivían bajo el mismo techo la pareja no se había podido ver toda una semana a causa de una infección en la garganta que mantuvo a la rubia en cama con fiebre. Simon intento visitarla pero Miguel seguía furioso y le prohibió subir a verla. Cuando Ambar mejoro de salud regreso a trabajar quería estar a solas con su novio pero en El Roller era complicado con tanto trabajo que tenían y en casa de Simon no había privacidad. Matteo y Pedro eran de lo mas chusmas. Por ese motivo se dio el día libre para ella y Simon, a Pedro no le agrado la idea de quedarse solo en el trabajo pero quería ver a sus amigos feliz y termino por aceptar hacerse cargo de todo.