Pedro y Nico me invitaron a un antro o boliche como le dicen ellos, pero los desgraciados me dejaron solo para irse a bailar con unas chicas. Y ahi estaba yo solo con mi soledad, tomándome mi quinta cerveza cuando la vi. Estaba mas linda que nunca, llevaba un vestido negro y su pelo rubio suelto. Observe como se tomaba un shot de tequila con tanta facilidad, sin hacer un solo gesto ni nada. Parecía que lo que tomaba no era tequila si no agua. Pero que raro verla en este lugar, tomando, y sola sin el chicle de su novio Matteo. Vi como le pedía otro trago al barista, bueno parece que la güerita se quiere poner alegre esta noche. No sé si sintió mi mirada o que fue pero sus ojos azules se encontraron con los míos. No podia ni quería dejar de verla y por alguna razón ella tampoco apartaba su vista de mi. Se tomo su trago y comenzó alejarse de la barra. O, por Dios! Ella venia hacia mi, voltee para ver si había alguien detrás de mi, pero no había nadie. Y de pronto la tenia enfrente de mi y sonriéndome, tenia que ser el alcohol haciéndome alucinar o algo. No podia ser cierto que mi crush imposible Ambar Smith se me haya acercado.
—Hola, Mexicano!— Saludo en un tono fuerte para que pudiera escucharla sobre la música.
—Ho.. hola Ambar!— Balbucee. Me quería golpear mentalmente, primera vez que me dirige la palabra para algo mas que para hacerme un pedido o darme las gracias y yo tartamudeando como tonto.
—Sos un poco raro lo sabés? Que hacés solo en un boliche?— Pregunto. Bueno seguro ya pensaba que era un perdedor y ahora viéndome aquí solo tomando, lo terminó por confirmar.
—No vine solo, mis amigos están por ahi bailando.
—¿Y vos por qué no estas bailando?
—No lo sé, nadie me a venido a sacar a bailar.— Dije apenado. Ambar abrió sus ojos con sorpresa ante mi respuesta.
—Mira vos. Me gusta eso de que seas vos el que espera que las chicas le pidan bailar. Me imagino que para las citas sos igual.—Sonrió. Yo solo encogí mis brazos.
—Veni, vamos a bailar!— Dijo tomándome de la mano.
Sentí como una onda de electricidad recorría mi cuerpo, al tiempo que su piel entro en contacto con la mía. Ella tiraba de mi brazo para que la siguiera pero yo no podia moverme estaba estático. Me sentía un completo imbécil, mi crush quería bailar conmigo y yo estaba como si estuviera pegado al piso sin poder moverme.
—Mexicano! Hey! ¿Que te pasa?— pregunto chasqueando sus dedos en mi cara, sacándome de mi trance.
—Perdón, Ambar es que yo no quiero tener problemas con tu novio.— Conteste.
Ambar soltó mi mano y pude ver como un leve rastro de tristeza se asomo por su rostro, para pronto ser remplazado con uno de enojo.
—Yo ya no tengo novio! Pero si vos no queres bailar conmigo no hay problema, me busco a otro que si quiera.— Dijo enojada, dándose la vuelta para irse.
—Espera!— Grite, tomándola de el brazo girándola hacia mi. Nuestro cuerpos quedaron demasiado pegados. La mire a sus ojos con una intensidad grande. — Si, quiero bailar contigo.— Dije muy seguro. Ella sonrió y en medio de toda esa gente nos adentramos a la pista.
Ambar y yo bailábamos al ritmo de cumbia, salsa, y reggaetón. Nuestros cuerpos pegados y sudados moviéndose al ritmo de cada canción. Por momentos mientras ella rodeaba mi cuello con sus manos sentía que miraba mis labios como si me quisiera besar, pero eso era imposible no? No sé en que momento pero ahi en medio de la pista ella tomo la iniciativa y comenzó a besarme. Comenzó suave y lento permitiéndome saborear sus labios esos que tanto había deseado. De un momento a otro el beso se convirtió en uno mas feroz, de una tenia su lengua jugando con la mía, sus manos alborotando y tirando de mi cabello. Yo aunque correspondí a sus besos aun me encontraba en un estado de shock. Me estaba besando con Ambar Smith mi crush, mi todo. Esto tenia que ser un sueño. Dejamos de besarnos por falta de aire, ella me miro por un momento lamiendo y mordiéndose los labios. Me dio una sonrisa mostrando todos sus dientes y comenzó a bailar de nuevo y yo le seguí el ritmo.
