7_ Tengamos nuestra cita

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Adrien miraba con un ligero rubor a la chica que estaba parada delante de él con su ropa puesta mientras olía la camisa, con sus ojos cerrados y mostrando su vientre.

-Que lindo aroma que tiene tu ropa.

Dijo la azabache con una pequeña sonrisa y él se acercó a ella para bajarle la camisa y acomodarle el pantalón que amenazaba con caerse.

La imagen de Marinette con sus pantalones jeans azules y su camisa negra, andandole ambos grandes, le causaba cierto calor y mucho más el hecho de que ella tenía el cabello suelto.

La azabache agarró sus ligas para el cabello pero Adrien le tomó de la mano, haciendo que ella lo miré.

Tenía ganas de decirle que con el cabello suelto se veía bonita y pasé a saber que a ella no le gustaba el cabello suelto por que le molestaba, ahora no estaban haciendo nada por lo que lo podía dejar así, pero llamarla bonita no haría que ella quiera romper con él.

-¿Pasa algo, Adrien?

Preguntó la peliazul con curiosidad y él miró a otro lado mientras la soltaba.

No debía ver a su mejor amiga y actualmente novia, como a una chica bonita.

-No, no pasa nada.

Se dio media vuelta y la chica le restó importancia mientras hacía sus habituales coletas.

Adrien estaba algo incómodo ya que Nathalie le dijo que su padre dio la orden a todos los empleados de dejarlo sólo con Marinette.

¡¿Qué clase de padre cuerdo dejaba a dos adolescentes sólos luego de que la chica terminó de bañarse y se pone ropa claramente grande para ella?!

Algún día su madre volvería e iba a acusar a su padre de todas las que le hizo, él lo sabía.

Adrien salió de sus pensamientos al sentir como su novia recargaba su cabeza en su espalda.

Al parecer Marinette se dio media vuelta para apoyarse sobre él.

-Me quiero disculpar contigo por querer que tengamos nuestra cita con éste clima pero... no te quiero mentir. Ya sabes que Lila me odia... ayer ella no se que fue lo que hizo pero Alya me dio una bofetada y me dijo que me odiaba...

Adrien quedó hecho de piedra al oír éso.

Así que al salir de clases Marinette se fue corriendo por éso.

Pero aún así, debía admitir que la admiraba.

Todo lo que le pasaba y resistía a los akumas.

Marinette era la chica más genial que conocía.

-Puede que suene egoísta de mi parte pero quería tener está cita contigo, el chico que amo, para despejar mi mente y ser la de siempre para así juntar valor para ir a hablar con Alya mañana.
Lo siento, soy una carga.

Adrien cerró sus ojos por un momento antes de dar un gran suspiro, darse media vuelta siendo imitada por Marinette y le tomó de las manos, antes de acercar su rostro al de ella y darle un beso en la frente.

Ella lo admitía, por un momento creyó que sería un beso en los labios.

El chico tras besar la frente de su novia, la abrazo para darle consuelo.

No era necesario estar enamorado para abrazarla o darle su apoyo, esto hasta él que sólo la quería como a una amiga lo podía hacer.

Marinette luego de unos segundos correspondió al abrazo, haciendo que Adrien sonría.

"Ésa es mi chica."

El sonriente rubio, pronto se puso serio y fruncio el ceño al ver como los rostros de Nathalie, su guardaespaldas y su padre se asomaban por la puerta.

"¡Malditas viejas chismosas! ¡Váyanse de aquí y consigan una vida propia!"

Los tres al darse cuenta de que fueron vistos, cerraron la puerta y se fueron.

Marinette soltó a Adrien y se volteó.

-¿Qué fue éso?

Adrien apoyo una mano en la cabeza de su novia y le desordeno el cabello, haciendo que ella frunza el ceño.

Adrien era quien mejor sabía que ella detestaba su cabello cuando se desordenaba y aún así se atrevía a hacer éso.

-No era nada, mejor dime ¿te gustaría que nuestra primera cita sea en mi habitación?...

Un fuerte resplandor se hizo presente gracias a la tormenta y la luz se fue por unos segundos ya que se encendieron las pequeñas luces de emergencias.

-¿Te gustaría tener una cita conmigo, en mí casa y sin luz?

Preguntó Adrien oyendo una pequeña risa de Marinette la cual lo abrazo y le dio un beso en los labios.

¿Cómo es que estaban casi a oscuras y ella podía verle los labios?

-Nada me haría más felíz, gracias Adrien.
Tengamos nuestra cita aquí.

Sólo por está vez, para animarla, la conseniria.

Novios por una bromaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora