18_Suegro

9.7K 786 156
                                    

En la oficina de Gabriel Agreste.

Marinette estaba parada delante de aquel diseñador que tanto admiraba y que en este momento él le daba la espalda.

-Es muy buena controlando sus emociones negativas, señorita Dupain Cheng. - exclamó el hombre con gran voz mientras ella fruncia el ceño.

Estar parada delante de su peor enemigo quien sí estaba ella solá y sin otro miraculous podría derrotarla... no era algo muy común.

-No mejor que Adrien.

Dijo mientras Gabriel se volteaba a verla, con sorpresa.

-Sé que esto puede afectar aún más su opinión sobre mí, pero...

Definitivamente ya estaba mal en su relación con Gabriel al descubrir sus identidades luego de ciertos incidentes hace un par de semanas pero... no podía callar.

-Adrien sufre más que todos, no sólo soy su novia, soy su amiga y sé todo por lo que pasa.

Gabriel Agreste al oír éso, se cruzó de brazos y la miró con más seriedad de lo usual.

-Según usted ¿qué le pasa a mi hijo?- preguntó el hombre.

Adrien estaba bien y él lo sabía por que era su padre.
No había nada que lo pueda preocupar más que la falta de su madre.

-Adrien quiso ir al colegio no sólo para poder hacer amigos, es un momento de libertad de todas sus responsabilidades, además siempre está pensando en su madre y no saber nada de ella no es lo que más le duele, lo que más le duele es que su padre, con quien debería estar más unido ahora, se cerró para él, privandolo de vivir su vida como un chico normal y...

-Pare, señorita.

Susurró el hombre fruncido el ceño por el atrevimiento de la muchacha.

-¡No es momento para encerrarse! ¡Usted perdió a la mujer que ama pero él parece que perdió a sus dos padres y vive en una prisión!

Gritó como nunca antes pasé a que siempre se mantenía tranquila y el hombre sólo le dio la espalda al oír éso.

-Creó que ya terminamos de hablar, váyase de mi casa, ahora.

Ordenó y Marinette no dijo nada, sólo se dio media vuelta y se fue, entrando Nathalie que oyó todo (andaba de chismosa)

-Señor...

-No necesito nada, Nathalie. Retirate.- ordenó el hombre y la mujer fruncio el ceño.

Una niña parecía más cuerdo que ellos...

-Los dos sabemos en el fondo que ella tiene razón.

Gabriel Agreste se volteó a verla con enojó y la mujer se dio media vuelta.

Ella ya sabía que razonar con su jefe era imposible.

-Ya me voy.

Y la mujer se fue, dejando a su jefe sólo, mientras éste suspiraba profundo, sin saber que hacer.
.

.
Afuera de la mansión Agreste.

Marinette suspiro con alivio mientras agradecía no haber tenido que usar todos los miraculous que llevó por sí se armaba una pelea con su suegro.

Su celular sonó y lo sacó para sonreír al ver una foto de Adrien y su padre, cubiertos de harina mientras su madre se asoma de atrás con una sonrisa sombría por el desastre que hicieron.

Adrien ya se ganó a sus padres por lo que veía.

-Bueno... a seguir adelante.

Susurró antes de ir a su casa, con una gran sonrisa...

¿Continuará?
.
.
.
.
.

.
.

.
.
.
.
.
¡Hola!

Estoy aburrido así que hice un capítulo para confundir un poco.

Espero que les haya gustado el capítulo.

Gracias por su tiempo.

Volveré...

Novios por una bromaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora