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Los sollozos amortiguados se escuchaban  en el silencio de la mansión Yoon tanto los de  Ha Ni como los de Ga Eul, ambas estaban sufriendo, la primera por perder a su padre y la segunda por su amiga

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Los sollozos amortiguados se escuchaban  en el silencio de la mansión Yoon tanto los de  Ha Ni como los de Ga Eul, ambas estaban sufriendo, la primera por perder a su padre y la segunda por su amiga... nadie decía nada, habían pasado quizás diez  horas desde que salieron del cementerio y todos decidieron quedarse en casa de Ji Hoo, las chicas querían saber cómo seguía Ha Ni y los demás estaban demasiado cansados para volver a casa, hacia una hora atrás uno a uno se fueron despertando y levantándose, pero de un momento a otro se comenzaron a oír los sollozos de la castaña, pero nadie quería interrumpirla, hasta que Ga Eul ya no pudo mantener la compostura y ella misma comenzó a dejar que sus lagrimas salieran libres.

- no puedo creerlo... él era su todo- decía entre sollozos - que hare ahora? Como puedo evitar que se deprima? Que puedo hacer? - cuestionaba al príncipe de la mafia mientras se aferraba a su brazo como pidiendo respuestas, el solo pudo posar su mano libre sobre su cabeza tratando de consolarla.

- debes ser fuerte – fue lo único que el mafioso pudo decir

- no sé que hacer – respondió asustada

- Ga Eul - la llamo el alfarero - tú lo conocías bien? - pregunto refiriéndose al señor Oh

- si, era un hombre trabajador y padre amoroso, las veces que fui al restaurante siempre me atendió con una sonrisa cálida, me trataba como a otra hija, se preocupaba por la salud de Ha Ni, nunca lo vi enojado... a excepción de la vez que Seung Jo Humillo a Ha Ni frente a él, ese día le dejo muy en claro que si él se enteraba de otro trato similar, se olvidaría de quien era - recordó con lagrimas en los ojos - también la vez que intentaron asaltarme, el me defendió y me llevo al hospital y después a casa. Mis padres lo conocían... el era como un ángel para Ha Ni y para mí también - se permitió llorar más fuerte. Oprimiendo el corazón de todos de solo pensar si ella estaba en ese estado... - no quiero imaginar cómo esta mi pequeña caracol - susurro externando el pensamiento colectivo.

- Tranquila – susurro Yi Jeong sentándose a su lado y tomándola en un fuerte abrazo – todo estará bien, lograremos animarla, tu siempre puedes con todo – la consoló

Ji Hoo no lo soporto mas y se levanto de su asiento a paso decidido, el acompañaría a la castaña, ya una vez había sido su paño de lagrimas por culpa de Seung Jo, nada le costaría serlo para tratar de calmar el dolor que el sabia llevaba dentro en ese momento.






Su pecho dolía, sentía  que su corazón estaba roto, que su alma se la habían arrebatado,  sentía que le faltaba el aire, abrazada con una de las almohadas se dedico a dejar salir sus lagrimas, pero pronto su llanto se hizo más furioso y desesperado, no quería molestar a nadie, mas le era imposible contenerse, se pensó sola y decidió dejarlo salir por completo. Se sobresalto cuando una mano se poso en su hombro, al ver el rostro de Ji Hoo intento ocultar el de ella


- No te escondas – susurro el

- No quiero que me veas así – contesto entre hipidos sentándose en la cama

- Quiero que te desahogues – murmuro – no te dejare sola, ahora me tienes a mi.- ella se lanzo a sus brazos y dejo que sus lagrimas salieran con completa libertada, por segunda vez estaba siendo consolada por el hombre que le ofrecía su corazón con los brazos abiertos

- Era todo lo que tenia – susurro aun en medio de sus brazos – que hare sin él? – cuestiono abatida 

- Debes volverá empezar, salir adelante.

- Como puedo hacerlo? Mi razón de vivir, la fuerza de mi vida, mi energía era él, como puedo  seguir adelante sin él? – dijo mientras lloraba con desesperación

- Lo sé, pero recuerda que ahora tendrás un bebe – le recordó - y necesitas cuidarte, el te necesita sana y fuerte

- No quiero que nadie sepa que estoy embarazada – dijo después de unos minutos  y la miro como dando a entender que en algún momento se enterarían  - terminare el año escolar y después desapareceré de Seúl – dijo dejándolo estático.

- A donde iras? – cuestiono de inmediato

- No lo sé, solo quiero que nadie me encuentre – contesto

- Yo  necesito saber a dónde iras, no puedo  dejarte ir sola, me iré contigo

- No es necesario, ya has hecho demasiado por mi – dijo ella avergonzada

- No te lo estoy preguntando es más, tu solo preocúpate de estudiar, yo arreglare todo para irnos de aquí – sentencio y la abrazo fuertemente como temiendo perderla si la soltaba

- Ji Hoo… yo – susurro ella

- Es imposible – contesto antes de escucharla a ella – no puedo dejarte ir sola, ya es muy tarde

- Tarde para qué? – inquirió ella

- Para dejarte ir, me eh enamorado de ti – ella se aparto de el de inmediato para mirarlo a los ojos

- Ji Hoo… yo… yo no puedo… - tartamudeo

- Se que no es el momento adecuado, pero debía decírtelo, definitivamente eres la mujer que quiero a mi lado el resto de mi vida, no es un buen momento para ti, estas vulnerable y lo se, pero si no te lo digo ahora, siento que me arrepentiré el resto de mi vida – confeso

- Lo siento, no tengo cabeza para nada ahora – susurro apenada

- No quiero una respuesta, solo quiero que lo sepas y antes de que decidas hacer cualquier cosa, recuerdes que hay un hombre que te seguirá hasta el mismísimo polo sur – completo arrancándole una pequeña sonrisa.

- Gracias – susurro mientras depositaba un beso en la mejilla del castaño y se aferraba a él, ya un poco más calmada

Estare a tu lado. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora