Estare a tu lado.

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- Sunbae, que haces? – interrogo sorprendido Ga Eul alejándose del casanova

- Ga Eul, tú no eres solo una amiga – dijo mirándola a los ojos – eres especial, tu eres mi alma gemela

- Sunbae...

- no, Ga Eul sé que necesitas tiempo, pero me encargare de conquistarte, no me podrás alejar de ti, si te dejo ir, me arrepentiré el resto de mi vida, tu misma lo dijiste, recuerdas?, ya no te podrás esconder de mí, porque te amo – aviso antes de darle un corto beso en los labios y regresar dentro de la mansión, dejando a una Ga Eul hecha un desastre debatiendo entre ir y detenerlo o esperar para ver cuantos días le duraría el capricho.

- Solo será cuestión de días, ya se cansará de perseguirme – susurro para ella.

La fiesta paso tranquila, todos estaban felices por los novios quienes desprendían amor y felicidad por cada poro de su cuerpo, ya avanzada la tarde uno a uno los invitados fueron partiendo, dejando solo a los F4 en la mansión Yoon, todos sabían que la luna de miel se realizaría cuando la castaña terminara la preparatoria y para eso aun faltaban dos meses, por lo que los esposos Yoon decidieron dejarla para una vez que la pequeña naciera.

- Todo salió perfecto – dijo una emocionada Jan Di – eres la novia mas bella que visto – soltó mirando a la castaña

- Es verdad te vez hermosa – confirmo Ga Eul

- Pero ustedes tampoco se quedan atrás – alabo Woo Bin

- Es verdad, se veían deslumbrantes – murmuro Ha Ni

- Son unas hermosas damas de Honor, verdad So? – pregunto Ji Hoo

- Por favor, estamos hablando de tu matrimonio sunbae, nosotras no somos importantes – se quejo Ga Eul, sin dejar que el alfarero hablara

- Pero ellos dicen la verdad, el día de hoy las tres fueron la envidia de toda Corea del Sur – dijo el casanova mirando directamente a Ga Eul, logrando que ella se sonrojara profundamente.

- Bueno chicos yo me retiro, no quiero seguir importunando a los recién casados – dijo el mafioso en tono coqueto

- También yo me retiro, vamos Jan Di? – interrogo el heredero de Shinwa

- Jun Pyo sunbae, podrías dejarme en casa también? – interrogo Ga Eul

- No te quedaras aquí? - interrogo Ji Hoo

- Hoy quiero ver a mis padres – dijo ella con una sonrisa tranquila – además ustedes necesitan su espacio

- Yo te llevo – se ofreció el alfarero

- Bien vámonos – dijo el mafioso – buenas noches, no les pediré que descansen – dijo travieso mientras los demás soltaban una carcajada

"trátala bien, no quiero tener que pelear contigo nuevamente"
Woo Bin

"si la haces llorar, ahora te mato"
Ji Hoo

"cuídala, no quiero que te golpeen nuevamente"
Jun Pyo

El alfarero sonrio por los mensajes, pero sus amigos tenían razón, el debía tratarla bien, no por las amenazas de los demás, el la quería y debía comenzar a demostrárselo, de lo contrario la perdería, y se arrepentiría el resto de su vida, la vio removerse incomoda en el asiento a su lado

- Si tienes algo que hacer pudo pedir un taxi – le dijo Ga Eul

- Nada es mas importante que dejarte a salvo en tu casa – contesto el con calma

- Pero no quiero retrasarte – insistió ella

- Ga Eul, si tuviera algo importante que hacer, no me habría ofrecido a traerte, además quiero pasar cada minuto que pueda a tu lado, mientras me sea posible. – le dijo el mientras la miraba a los ojos y ella se sonrojo profundamente.

- Honestamente – comenzó ella – solo me da curiosidad por saber cuanto durara tu capricho- murmuro con voz pesada – ya no quiero ilusionarme para después quedar llorando por causa de un tonto juego. – se quejo

- No eres un juego para mi – se quejo – Ga Eul, ya te lo dijo, me enamore de ti sin proponérmelo y lo único que quería era protegerte de mi, pero ya es demasiado tarde, cuando estuve apunto de perderte me di cuenta que no te quiero lejos de mi, te quiero a mi lado, ahora y para siempre – termino ella lo miro con los ojos llenos de lagrimas y el aprovecho su descuido para robarle otro beso, esta vez mas tierno y delicado que el de esa tarde, esta vez el quería demostrarle que realmente la quería y nada cambiaria eso

Los Yoon estaban aun en la sala de la mansión, ya todos se habían ido peor ellos estaban ahí, solo mirándose y en silencio, Ji Hoo la notaba nerviosa, casi incomoda, y el estaba peor, no quería presionarla y aunque ardía en ganas de estar con ella, el no la presionaría, iría a su ritmo, a paso lento, ya se sabia dueño de ella, era su esposo, además ella le había dicho que lo amaba, con eso le bastaba, eso lo hacia feliz

- Lo hicimos – escucho – nos casamos – completo ella

- Te arrepientes? - pregunto el casi en burla

- Claro que no – contesto de inmediato – eres lo mejor que me a pasado - dijo sonriéndole

- Y ustedes lo mejor que llego a mi vida – contesto el mientras se acercaba para acariciar el vientre de su esposa

- Ji Hoo – susurro ella

- Tranquila, no te obligare a nada, solo quiero que te sientas segura, y feliz, nada sucederá si así lo quieres, solo te necesito a mi lado, no quiero preciona.. – ella lo corto con un beso

- Solo tengo miedo que te decepciones de mi – susurro ella – pero quiero ser tuya – murmuro tan bajo que el casi no la escucha

- Estas segura? – cuestiono el

- Si, quiero entregarme a ti y que me enseñes a amarte como si fuera la primera vez - dijo ella mientras sentía arder sus mejilla

- es nuestra primera vez – dijo antes de tomarla en sus brazos y llevarla a la habitación – me encargare de borrar todo el dolor del pasado, desde hoy para siempre – le dio un beso – serás mía

Esa noche ella se entregó al hombre que la hizo feliz, que la cuido y la protegió cuando mas lo necesitaba, ella se entrego en cuerpo y alma, conoció el amor y la plenitud se sintió satisfecha y completa por primera vez en su vida, ella se había entregado al amor y esta vez había sido una experiencia maravillosa, ella se había entregado al amor de su vida.

Finalmente había encontrado su paz, había logrado conquistarla, ella lo amaba y atrás habían quedado esas noches solitarias en las que sufrió por un amor no correspondido, finalmente había encontrado a su otra mitad y ahora estaba completo, el verla dormir en sus brazos después de hacer el amor por primera vez fue lo mejor que había vivido, y era solo el principio de su historia, la cual el mismo se encargaría estuviera llena de momentos felices para recordar.

- Ji Hoo, te amo – susurro ella entre sueños

- Te amo – contesto el depositando un beso en la sien de la castaña – y desde ahora, estaré a tu lado.