One-Shot's (Personajes Anime X Tn)

King

Título: Ladrona.
Anime: Nanatsu no Taizai

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"Listo" di enviar al mensaje antes de agarrar la mochila con unas cuántas pertenencias ajenas "Te espero donde siempre?" esperé unos cuantos minutos a que me respondiera pero no vibró el celular.

—¿Por qué demonios no me responde?— susurré aún oculta por si el dueño de la casa despertaba.

Desbloqueé el celular y abrí de nuevo whatsapp, entonces me di cuenta que no se enviaban, me fui a mensajería y encontré el mensaje de mi línea que decía que se me había acabado el saldo. Malditos sean los planes telefónicos.

Atentamente escuché para ver si venía alguien pero no, salí de mi escondite y comencé a buscar el módem de la casa, sin éxito.

—¿Quién eres tú?— Escuché a mis espaldas a alguien.

Mi cuerpo se tensó, guié mi mano hasta mi pantalón rozando la pequeña daga que traía guardada mientras me daba la vuelta para mirar a quién me había hablado.

—Mi nombre es (Tn), se me acabó mi saldo y no puedo enviar un mensaje, la puerta de esta casa estaba abierta así que entré para ver si alguien podía pasarme la contraseña del internet.

—Pero, es muy noche— El chico de cabello castaño claro al parecer no comprendía muy bien la situación. Punto a mi favor— Además de que no está el florero favorito de mi mamá, ¿Lo tomaste?— Comienza a sospechar, punto menos para mí.

—No, yo acabo de entrar.

—Tus ropas están rotas— Miré mi cuerpo y me di cuenta que se refería a la chamarra que traía, se me había olvidado que hace un mes cuando estaba siendo perseguida por los policías tuve que pasar por unos rosales y se me rompió un poco— ¿Vives en la calle? Le diré a mamá y a papá que te adopten— ¡¿Qué?!

El chico salió corriendo y yo lo perseguí pero él era muy rápido. Al darme cuenta que no lo iba a alcanzar preferí dejar las cosas que tenia en mi mochila rápidamente en el lugar en el que las había agarrado para que no sospecharan de mí.

—Es una niña de la calle, se llama (Tn), es muy linda y quiero que la adoptemos.

Escuché las voz del castaño acercándose junto a unos pasos apresurados, hábilmente regresé a donde me había dejado el chico e intenté hacer mi cara de niña indefensa.

—No podemos adoptar a alguien que no conocemos, King— Habló un hombre llegando junto al chico prendiendo la luz.

—Te dije que era de confiar, ella se pudo haber ido pero como no tiene a donde irse se quedó aquí esperando a ver si la podemos adoptar.

El señor me comenzó a mirar de pies a cabeza, me dijo que me quitara la mochila y lo hice, él comenzó a ver el interior de esta pero no encontró nada, echó un vistazo rápido a la casa viendo si faltaba algo.

—¿Podemos adoptarla? Quiero una amiga, no tengo muchos amigos, si la adoptamos ella sería mi amiga y podríamos jugar mucho, también podríamos estudiar juntos, nos divertiríamos muchísimo.

El señor seguía sin confiar en mí pese a que según yo parecía una niñita inocente, se acercó y comenzó a revisarme para ver si tenía algo, me tensé en cuanto encontró la daga.

—¿Por qué tienes esto?— Preguntó el señor con el ceño fruncido.

—Mi mamá me lo dio, me dijo que es para protegerme por si alguien malo intenta hacerme algo, hace mucho que no veo a mamá— Miré el suelo con fingida tristeza.

De repente sentí unos brazos rodear mi cuerpo y abrazarme, era el chico el que me estaba abrazando, correspondí su abrazo y oculté mi rostro en su cuello.

—Puedes quedarte, niña, pero yo me quedaré con esto porque en esta casa no hay gente mala que quiera hacerte daño así que no la necesitarás. King— El castaño lo miró pero no dejaba de abrazarme— Váyanse a dormir.

—Sí, papá— King tomó mi mano y me llevó corriendo a su habitación— Aquí dormiremos.

Miré la habitación y King me pasó un camisón, me dijo donde estaba el baño y me fui a cambiar.

Ahora tenía un problema más grande del que tenía al inicio, debí de haberlo dejado inconsciente en cuanto se me presentó la posibilidad pero él ya había visto mi cara y era peligroso salir corriendo. Ya no importa, tengo que pensar en otra cosa.

Salí del baño y King estaba acomodando la cama. Él me miró y se sonrojó un poco, incómoda intenté bajar más el camisón.

—Toma— Él se acercó y tomó mi mano para ponerme un anillo en el dedo anular— Ahora va a ser tuyo, yo tengo uno igual, significa que cuando seamos grandes nos casaremos— ¿Casarme? No— Hasta entonces haré que seas buena y que ya no robes, ladrona— Abrí mis ojos ante sus palabras, ¿Desde cuándo sabía eso?

King solo me miraba con una sonrisa, después se acercó y besó mis labios con dulzura.

"Serás buena para que podamos casarnos, ¿Verdad?"