One-Shot's (Personajes Anime X Tn)

Suzuya Juuzou

Título: Mamá
Anime: Tokyo Ghoul

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—Papá— Dijo una pequeña niña albina con ojos color café entrando a la habitación de su padre.

—¿No puedes dormir?— Dijo Juuzou sentándose en la cama y extendiéndole los brazos para que su hija fuera con él.

La niña al ver esa acción de su padre, fue corriendo hacía el y lo abrazó. Su padre prendió la lámpara y acostó a la pequeña en su cama. Fue a apagar la luz del pasillo y cerró la puerta dejando que la lámpara iluminara un poco la habitación.

—Dijiste que me ibas a hablar de mamá, ¿Por qué no ha venido?— Juuzou se acercó a la cama y se sentó frente a su hija— ¿Es acaso que no nos quiere?— Algunas lágrimas empezaron a salir de los ojos de esta.

—Tu mamá está en un lugar especial, no puede venir mucho porque tiene cosas que hacer pero créeme que tu mamá te ama muchísimo y quiere lo mejor para ti— Juuzou secó las lágrimas de la menor y la tapó con la sábana.

—¿A dónde fue mamá?

—Ya te dije, tu mamá se fue a un lugar especial.

—Extraño a mamá— El mayor acarició la cabeza de su hija.

—¿Sabes? Tú mamá me envió un mensaje para ti. Planeaba enseñártelo mañana porque es muy noche pero creo que está bien que lo veas ahora.

La pequeña niña se alegró al escuchar las palabras de su padre. Juuzou se levantó y fue hacia su escritorio para tomar su laptop y prenderla, después de esperar un poco puso el dispositivo frente a su hija y se sentó a su lado.

—¡Quiero verlo, quiero verlo, quiero verlo!— Dijo la pequeña al ver el rostro de su madre en la laptop.

Juuzou con una sonrisa algo triste puso play al vídeo.

"¿Ya está grabando?" Comenzó a hablar la madre de la pequeña haciendo que está se emocione "Bien. Hola, enana. Espero que estés muy bien, no sabes las ganas que tengo de verte"

—Yo también tengo ganas de verte, mami— Dijo la niña acercándose más a la computadora mientras que su padre la miraba desde atrás con la misma sonrisa.

"Estoy muy muy muy feliz de tener a una hija como tú. Eres una niña muy linda, muy inteligente, muy tierna, divertida, eres simplemente preciosa, corazón. ¿Sabías que el amor es la fuerza que mueve al mundo? Contigo lo comprobé"

La pequeña niña cada vez estaba más y más feliz de escuchar decir a su madre todas aquellas palabras.

"Algún día me gustaría verte para ver cuánto haz crecido, platicar contigo y ¿Quién sabe? Tal vez discutir un rato como madre e hija" La chica se rió haciendo que su hija también lo hiciera "Eres mi tesoro. No voy a prometerte que estaré siempre contigo pero si te puedo asegurar que siempre te amaré, mi vida, te amo más que a tu papá pero no le digas" Lo último lo dijo susurrando haciendo que la niña se girara poquito hacía su padre y rápidamente volviera a girarse a ver el vídeo.

—Es un secreto, shhhh— Le contestó la niña a su madre en un susurro y puso su dedo índice en sus labios.

"Juuzou, sé que estás ahí" El nombrado dejó de mirar a su hija para mirar la pantalla del computador "Te amo, Juuzou y te extraño mucho, has que nuestra bebé disfrute mucho, ¿Está bien? Y tú, bebé. Sé feliz y no hagas enojar a papi, ¿Sale? Que tengan dulces sueños"

Y con esa última frase el vídeo se acabó dejando la habitación en silencio. Juuzou apagó la laptop y la llevó de vuelta al escritorio.

—Papá, ¿Mami está embarazada?— Preguntó la niña desde la cama— Es que vi que tenía una panza muy grande como una embarazada, ¿Voy a tener una hermanita?

—Hermanita, no sé, solo sé que ya no vas a ser la única aquí— Dijo Juuzou acostando a su hija en la cama y volviéndola a cubrir con la sábana.

—¿Cómo se va a llamar?

—Todavía no he pensado en eso, ¿Tienes alguna sugerencia?

—No quiero que se llame como yo— Dijo la menor frunciendo el ceño y cruzando las manos sobre su pecho— Yo quiero ser la única que tenga el nombre de mamá.

Juuzou se rió ante el comentario de su hija y le acarició el cabello hasta que la menor cayó dormida. Después el albino salió de la habitación y fue hacía la sala. Agarró un pequeño álbum, se sentó en uno de los sillones que estaban cerca y lo abrió buscando una carta, al encontrarla la empezó a leer:

Hola, Juuzou. Posiblemente cuando leas esto ya no estaré contigo, perdóname mucho, créeme que verdaderamente me gustaría estarlo para ayudarte con nuestra hija, para poder abrazarte de nuevo, para poder hacer infinidad de cosas que ya nunca podré hacer. Perdóname por haberte dejado solo con nuestra hija de 1 año y 2 meses. Perdón por no haber sido fuerte. Perdón por haberme rendido ante el cáncer. Perdón por haberte hecho eso. En serio perdón por todo el daño que te causó mi pérdida, espero que algún día puedas perdonarme.

Mientras estaba en el hospital (Tres meses antes de que naciera nuestra bebé) me tomé la libertad de hacer algunos vídeos para que cuando nuestra hija se sienta triste que tú puedas mostrárselos y que sepa que su mamá siempre va a estar con ella. Sé que serás un buen padre y qué tal vez nunca usarás esos vídeos pero me hacia ilusión hacerlos. ¿Algún día le podrías mostrar alguno?

Perdóname de nuevo por haberte hecho esto, eres un esposo increíble y no te merecías esto. Te extrañaré demasiado, espero que algún día puedas encontrar a alguien especial que pueda tomar mi lugar para que no estés sólo.

Con muchísimo amor y cariño, (Tn).

Después de leer la carta, el albino caminó hacía un marco en el cuál había una foto de él con su esposa, (Tn).

—No hay nada de lo que tenga que perdonarte, amor— La voz de Juuzou poco a poco se empezó a quebrar— Fuiste mi persona favorita y aunque no estés aquí lo sigues siendo. Te amo tanto, (Tn).

Juuzou cayó al piso junto con el marco en manos. Las lágrimas cayeron sin piedad alguna. La ausencia de aquella chica había dejado muy destrozado al chico y pese a que ya habían pasado dos años el dolor siempre permanecía en él y siempre que se sentía mal iba y leía la carta que le dio su esposa cuando su hija tenía un año.

—¿Papá?— La voz de la pequeña (Tn) hizo que Juuzou la mirara limpiándose las lágrimas y dejando el marco en donde estaba con anterioridad— ¿Por qué lloras, papi? ¿También extrañas a mami?

—La extraño demasiado.

—Pero algún día podremos verla, ¿No?

—Eso espero, corazón— Dijo Juuzou abrazando a su hija para después cargarla— Ya es algo tarde y mañana tienes escuela, así que a dormir.