Carta 37

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Querido Deku,

Hoy fue un día de quedarse en cama.

Dormí, en su mayoría.

Dormir. Es agradable. Dormir sin sueños, eso es.

Los sueños se pueden doblar.

Aizawa me trajo comida todo el día. ¿Tal vez como una disculpa? Mamá me habría dicho que me levantara y la consiguiera.

Y yo no tenía mucha hambre de todos modos.

Tuve algunos visitantes.

Shouto. Él vino.

Él no tiene tacto. Preguntó inmediatamente cómo me sentía (horrible= y cómo estaban mis muñecas (igualmente horribles).

Trajo algún tipo de chocolates de niño rico. Dejó uno en tu altar, y me dio el resto.

Dijo que su hermana usualmente los comía cuando ella estaba deprimida, por lo que pensó que podrían ser necesarios.

Es un buen chico.

Se las arregló para convencerme de poner un futon en la sala de estar, con lo que Mic estaba sorprendente bien, y nos envolvimos en mantas y miramos televisión un poco.

Cosas sin sentido. Sin hablar.

Al final, me dio una palmada en el hombro y me deseó que tuviera un buen día y se fue.

Pero esa no fue la interacción más descabellada.

Apareció Uraraka, con flores, llorando y disculpándose.

No recuerdo mucho de lo que pasó después del flashback de ayer y no le he dado a nadie el tiempo ni la atención de explicármelo, pero puedo adivinar lo que vio y estoy seguro de que no fue genial.

Ella dijo que no sabía lo que sucedió, todo de lo que estaba enterada era de lo que Iida le dijo; yo causé la muerte de alguien, y soy un jodido lunático que se ríe de eso.

Se disculpó mucho, en realidad, incluso después de que le dije que era suficiente.

Y ella estaba llorando tanto. ¿Tiene derecho a llorar tanto? Ella no lo vio, joder.

Entonces, una vez más, no sé qué vio, y traté de lanzarme de un tejado para atrapar el 'tú' que vi.

Lo que sea.

Iida no se presentó, pero es probable que haya enviado la canasta de mejórate pronto más rara que jamás haya visto, con chocolates lujosos, ¿Esta es un especie de cosa de ricos?

Hito estuvo conmigo todo el día, pero también lo contaré como visitante. Me hizo compañía cuando no pude volver a dormir. Me mostró ese juego de Nintendog. Compró un gato pequeño y esponjoso y le puso mi nombre, pero estoy convencido de que lo vendió justo después de que me lo mostró.

Eijirou.

Fue el último de los visitantes.

Entró en silencio. No regalos, no dulces.

Se detuvo en tu altar y rezó.

Puso un anime malo.

Y luego se envolvió en una manta y abrió los brazos hacia mí.

Ese tipo es un jodidamente afectuoso. ¿Qué, como su fuer a abrazarlo cada vez que me diera la oportunidad?

...Él hace un buen radiador, sin embargo. Sus abrazos son agradables. Ni siquiera se queja cuando me pongo lloroso de la nada, solo me da pañuelos y me sujeta con fuerza.

La mayoría del tiempo solo veíamos anime y estábamos tranquilos, pero de vez en cuando mencionaba algo sobre que no me sintiera avergonzado por lo del día anterior, o por ser viril por tomarme días de cuidado personal, cosas así.

Y luego lo jode todo al final. Se está levantando y preparándose para irse y él...

Besó mi frente.

Y sonrió.

Y me dijo que vendría mañana.

Maldita sea, Kirishima.

Pero lo admito, fue agradable.

Todavía tengo que lidiar con... cualquier jodida cosa que haya sido ayer. Y todavía tengo que lidiar con cómo se relaciona con la escuela y la UA, pero—

Tal vez no tenga que hacer eso mañana.

Kacchan.

#14Donde viven las historias. Descúbrelo ahora