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just in case

No volvió a ocurrir una situación similar a la que sucedió ese día, cuando el timbre les interrumpió a punto de besarse, y, por su bien, ________ creía que, al fin y al cabo, aquello era lo mejor que podía pasarle. Ben parecía bastante decidido en recuperar a Katriona y, por supuesto, en un escenario así no había espacio para ella.

Durante las últimas dos semanas la maquilladora y el actor no habían compartido mucho tiempo juntos. A decir verdad, prácticamente nada. Las jornadas de grabación comenzaban a tornarse más largas para Ben y la boda de Greg y Ashley se encontraba cada día más cerca, por lo que ________ pasaba horas con la pareja, ayudándoles a afinar los últimos detalles de aquel día tan importante, lo cual, además, le servía como una distracción de sus sentimientos.

Pero, como nada es para siempre, esa noche se verían. Había prometido acompañarle al cumpleaños de Sean, un compañero de la escuela de artes dramáticas a la que Ben y Katriona habían asistido y, por lo tanto, uno de los amigos que la ex pareja tenían en común.

La muchacha se bajó del taxi en la dirección que Ben le había envidado por mensaje de texto. Pese a que el gran londinense le había insistido en pasar a recogerle, ella, por otro lado, insistió en que prefería llegar por su cuenta al club nocturno donde se llevaría a cabo la celebración. Y, es que, mientras menos tiempo a solas pasara con Ben, más fácil le sería superarlo y menos sería el dolor que sentiría cuando Katriona y él estuvieran juntos otra vez.

Como las fiestas no eran un ambiente que frecuentaba mucho, le pidió ayuda a Sophie para encontrar un atuendo adecuado para la ocasión. Fue gracias a ella que terminó vistiendo una falda negra con una preciosa blusa de encaje del mismo color. Su amiga había un hecho un muy buen trabajo, pues apenas entró al club fueron varías las miradas que se posaron sobre ella. La joven, de todos modos, no se dio cuenta de aquello hasta que, entre la multitud, halló a Ben con los ojos fijos en ella y la boca semi abierta, una expresión que se le hizo extraña y le preocupó. Tardó unos minutos en llegar a la barra del lugar, donde él se encontraba, y cuando lo hizo, el hombre seguía en ese estado estupefacto.

—¿Qué pasa? —le preguntó, asustada, logrando que el rubio por fin volviera a la realidad—. ¿Tengo algo en mi cara?

—No, no. Es sólo que te ves —el actor quería decirle lo preciosa que lucía, sin embargo, pensó que ese era un cumplido que debía guardar para Katriona, cuando ella y él volvieran—... te ves muy bien, ________. De verdad.

—Oh —ella le entregó una pequeña sonrisa—. Muchas gracias Ben, tú también te ves muy bien.

—Ven, te presentaré a los chicos. —dicho aquello, el muchacho le tomó de la mano y le guio hacia otro sector de la discoteca.

La joven maquilladora sintió algo de nervios en un comienzo, sin embargo, Andrew, Mark y James, los mejores amigos de su novio falso, resultaron ser chicos simples, simpáticos y acogedores. Creyó que Katriona debía ser muy cercana a ellos —lo cual le asustaba—, pero se dio cuenta que estaba equivocada cuando, al llegar al club con algunas de sus amigas, la mujer les ignoró olímpicamente. En ese momento, Andrew, aprovechando que Ben había ido a la barra en busca de una bebida para él y su acompañante, se atrevió a comentar lo feliz que estaba de que ella y Ben hubiesen terminado. ________ no pudo evitar sentirse incómoda en aquel momento. Si tan sólo supiera que muy pronto estarán juntos otra vez, pensó.

Para ser sincera, la muchacha no pensó que se divertiría tanto, pero, la grata compañía y los dos mojitos y medio que había bebido le hicieron cambiar de opinión en un abrir y cerrar de ojos. Y pese a que pensó que Ben aprovecharía la ocasión para acercarse un poco más a Katriona, este no se despegó de ella en ningún momento de la noche. El actor, realmente, estaba más pendiente de disfrutar de la compañía de ________ que de su ex novia. Tanto así, que cuando el vodka con soda que bebía comenzó a hacerle el efecto correspondiente, tomó la mano de la muchacha y, entre risas, la arrastró a la pista de baile.

La música electrónica no era la favorita de ninguno de los dos, pero la estaban pasando tan bien que decieron darle un intento. Fue entre torpes pasos de baile y saltos, que Ben se acercó a su compañera de trabajo.

—¿Puedo besarte?

La pregunta tomó por sorpresa a la joven, mas supo controlar sus expresiones faciales y lucir calmada ante los ojos del actor. Tragó saliva con pesadez y sin saber qué decir, parpadeó un par de veces, confundida e incusive cuestionándose si había escuchado bien.

—Kat-Katriona está mirándonos mucho y si no nos besamos podría sospechar. —el rubio susurró en su oído.

—Está bien —tras encontrarse perdida en sus pensamientos por varios segundos, terminó por acceder a la petición del actor—. Hagámoslo.

Ben suspiró antes de colocar sus manos sobre las mejillas de la muchacha, al mismo tiempo que ella se afirmó en su pecho. Fue él quien se acercó a ella, y quien hizo que sus respiraciones chocaran, pero ella la responsable de que sus narices rozaran con delicadeza. La situación parecía ser un juego en donde perdería quien besara al otro primero. Y en el momento en que ________ mordió su labio, Ben supo, con aquel simple gesto, que había perdido. Y aunque odiaba perder, esta vez no le importaba en lo absoulto.

Sin poder aguantar ni un segundo más, su boca acorraló a la de ella, con desesperación y vehemencia, como si su vida dependiese de aquello. Pudo sentir la menta del mojito que había bebido en su boca y eso sólo le incitó a profundizar el contacto. Sintió los brazos de la joven subir hasta su cuello y cómo el beso comenzaba a convertirse en uno más lento, a medida que el aire se les iba agotando. Se separaron recién luego de unos minutos, pero Ben siguió repartiendo pequeños y tiernos besos sobre los labios de ella.

—Creo que Katriona me está estrangulando con la mirada ahora mismo —la muchacha, con las mejillas calientes, rio bajito y el intérprete de Roger Taylor no pudo evitar sonreír, ante lo adorable que aquel gesto le pareció—. Bueno, ya se ha ido.

Ambos voltearon por un segundo a ver cómo, acompañada de sus amigas, la mujer caminaba en dirección a los tocadores. Luego de eso, los ojos de ambos se enfocaron únicamente en los labios del otro. Acababan de descubrir el paraíso, y por supuesto que querían una probada más de él.

—Creo que deberíamos besarnos un poco más, sólo por si voltea a mirarnos. —sugirió Hardy, sin despegar sus ojos de los labios de la joven.

—O por si vuelve. —balbuceó ella, con la mirada estática en la boca del rubio.

—O por si vuelve. —repitió el actor, antes de volver a besarla una vez más. 


THE MASTER PLAN - BEN HARDYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora