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not his blue tie anymore

Ben le dio un largo sorbo a su café, esperando que aquel líquido lograra espantar el enorme cansancio que sentía. Y es que, por mucho que había intentado dormir, pasó toda la noche en vela. El motivo de su insomnio tenía nombre y apellido, claro estaba.

—¿Qué haces despierto tan temprano un domingo?

Katriona todavía vestía su camisa negra, cuando apareció en la cocina del actor. Éste no se había percatado de aquel detalle, pero, al parecer, la había usado como pijama. No le prestó importancia, de todos modos, y simplemente se dedicó a continuar con su desayuno.

—Me despierto a esta hora. —mintió. 

—Oh. —la rubia susurró apenas. No tenía que ser adivina para darse cuenta del extraño comportamiento que Ben había adoptado, luego de que ________ apareciese en su departamento la noche anterior. Parecía ido de sí mismo.

El actor le había confesado sobre el acuerdo que la muchacha y él habían hecho, enterándose así de que, finalmente, toda su relación había sido una farsa para sacarle celos, sin embargo, la manera en la que Hardy estaba actuando le hacía sospechar y preguntarse si todo había sido tan falso como él decía.

—¿Qué tal si salimos a almorzar a algún restaurante hoy? —propuso la mujer, en un intento de romper el incómodo silencio que se había formado en la sala principal del departamento.

—Yo... le he prometido a Joe ayudarle a ensayar unas líneas hoy. Almorzaré con él. —inventó el rubio, mintiéndole una vez más. Katriona buscó en su rostro algún indicio que le indicara si lo que decía era verdadero, y, luego de unos segundos, le pareció que lo era.

—Bueno, podemos hacerlo mañana, entonces, ¿te parece?

—Claro, suena bien. —respondió Jones, intentando de lucir entusiasmado. Aún así, no fue suficientemente bueno como para que Perret le creyera.

—Creo que ya debería irme. —suspiró la actriz.

La mujer volvió al cuarto de el intérprete de Roger Taylor, con una pequeña esperanza de que este último le siguiera, pero no lo hizo. Pensó que quizás el muchacho necesitaba espacio y un poco de tiempo a solas, para asimilar y pensar las cosas y decidió que recordarle todo lo que se había perdido durante los últimos once meses, sería un pequeño "empuje" que le ayudaría a reflexionar. Fue con esa intención, que le dio un apasionado beso al momento de despedirse.

—Me querías de vuelta, ¿no? —le preguntó, separándose de él. Ben tardó unos segundos en responder, pero, finalmente, asintió—. Bien, me tienes, no vuelvas a perderme. —fue lo último que le dijo, antes de marcharse.

Cuando ya estuvo solo, Hardy miró su reloj. Eran las nueve y cincuenta tres, lo que significaba que tenía tan sólo una hora para arreglarse. Tomó una ducha rápida y sacó del closet el impecable traje que había elegido para la ocasión. Abotonó su camisa tan blanca como la nieve y se colocó la chaqueta negra que hacía juego con los pantalones. Buscó en el armario una corbata, sin embargó recordó que ________ le había dicho que ella misma había comprado una que combinaba con el vestido que utilizaría.

El taxi le dejó en el edifició de la muchacha veinte minutos después de haberlo tomado. Justo a tiempo. Saludó al recepcionista, quien ya le conocía, e ingresó al elevador. Bastó que tocara una vez el timbre para que abrieran la puerta, mas no fue la mejor amiga de Joe quien le recibió sino que una pelirroja que nunca antes había visto.

—Oh, no puedo creer que tengas el descaro de venir para acá. —le dijo la muchacha, apenas le vio, con una voz bastante molesta y los ojos achinados, como si estuviese asesinándole con la mirada. Él sólo frunció el entrecejo, confundido. Y luego entendió de quién se trataba.

THE MASTER PLAN - BEN HARDYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora