[026]

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Pov.Haneul

Desperté por el estrepitoso ruido de la alarma de mi celular, ahora me doy cuenta de que fue mala idea poner el sonido de un gallo.

Caminé hacia el baño mientras me tallaba los ojos pero, pare en seco para dar un vistazo a mi cama.

Había despertado en la bandera de Japón.

Saque las sábanas y las colchas para colocarlas en el cesto de la ropa sucia, después me encamine al baño para cambiarme de ropa y colocarme una toalla sanitaria.

Puse a remojar la ropa además de que fui por las sábanas para que sea menos batallozo a la hora de lavar.

Recuerdo cuando me dió el periodo por primera vez en esta casa; sentía que todo me daba vueltas al igual que mi piel se tornaba amarilla, el asco me dominaba por completa y corrí como si no hubiese un mañana a sacar el desayuno.

La señora Kim se había alarmado, pero después reaccionó y me ayudó a traer lo que necesitaba; me duche y coloque otra ropa, ese día había faltado a clases.

No puedo olvidar la reacción de SunHi cuando vio sangre en mi ropa interior, al principio me dió pena pero la risa me domino por completo.

"-¿A QUIÉN SE LE ROMPIÓ LA VAGINA?".

La señora Kim y el señor Jeon se encargaron de explicarle ese proceso, a SunHi no le gustaba la idea de que al crecer le llegaría el periodo y empezaba a decir que si ella piensa que eso nunca le va a suceder jamás le pasaría.

Después de remojar mi pijama y colocarme el uniforme baje a la cocina a tomar un poco de yogurt y una manzana verde, las rojas no me gustan. Jungkook cruzó la cocina sin dirigirme la mirada, abrió el refrigerador buscando algo, se de lo que se trata.

-Se terminaron los Banana Milk. -dije dando un mordisco a mi manzana.

-Estupendo, lo que faltaba. -dicho esto, cerró la puerta del frigorífico de mala gana y se fue, maldita sea YA DIRIGEME LA PALABRA.

Tire la botella de mi yogurt en el contenedor de los plásticos y salí, subí las escaleras para llegar a mi habitación y tome mi mochila, si se preguntan el porque no baje la mochila cuando fui a la cocina la respuesta es simple, me gusta dar vueltas.

Salí de casa para dirigirme al auto, donde MinSeok ya tiene la puerta abierta y Jungkook adentro, subí al vehículo con cuidado temiendo que la toalla se mueva y manche el asiento.

Jungkook miraba fuera de la ventana con los audífonos puestos, perdiendo su mirada entre el paisaje, mientras yo me perdía mirándolo con detalle cada una de sus facciones. Si hablamos del físico es sin duda alguien bello pero, me enamore de el por su forma de ser cuando decidió clavar el hacha de guerra, bueno la verdad no sé desde cuando me comenzó a gustar.

El trayecto me pareció más corto de lo normal, Jungkook no se había percatado de que ya habíamos llegado, así que le di un pequeño golpe en el hombro.

No reaccionó, así que le dí otro golpe.

Menos.

Ahora un codazo.

Ahora sí.

En su rostro solo mostraba confusión y una mueca de dolor y como el no iba a hablar primero lo hice yo.

-Ya bájate maldita sea. -procure que me saliera de lo más normal posible la frase pero pareció más una orden que no iba a declinar, a lo que Jungkook solo alza una ceja.

-¿Desde cuando eres tan autoritaria?. -preguntó el mientras sonreía, no le preste atención y me decidí a bajar del auto y caminar a la entrada. No es que sea bipolar cuando tengo el período ya que eso no me pasa, solo es que es más fácil que me llegue a irritar, pero no me pongo a llorar de la nada ni dar abrazos a lo baboso.

La hija de la sirvienta [JJK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora