La hija de la sirvienta [JJK]

[031]

Pov.Haneul:

Se había hecho un pequeño silencio del otro lado de la línea, tenía miedo y no sabía a quién recurrir.

-Si te estoy molestando, te pido una disculpa. 

-¿Donde estas? ¿te encuentras bien?.

Podía sentir su preocupación desde el otro lado, no quería llorar y que el me escuchase, odio hacerlo pero aunque no lo crean, realmente soy demasiado sensible.

-Te enviaré la dirección por mensaje, pero si estás ocupado no vengas, no es algo importante.

-Haneul, no te muevas de ahí y no digas que no es importante, ¿olvidas que lo eres para mí? Te veo en unos minutos.

No me dió tiempo para contestar ya que había colgado, le envié la dirección o eso creo, las manos me temblaban y no podía escribir correctamente.

Al cabo de unos minutos, vi como un auto paraba frente a mi, Jimin bajo del vehículo a una velocidad increíble, se acercó y me abrazó, aquel gesto hizo que mis lágrimas empezarán a correr por mis mejillas, mojando su playera. No quería que el me viera llorar, pero sus brazos me rodeaban por completo, transmitiendo paz y calidez.

-¿Estas bien?. -pregunta, parece que no quiere soltarme, como si el tuviera miedo que me caiga en pedazos cuando me suelte.

-No. -mi voz salió rota y el lo noto, me acarició el cabello terminando con un beso sobre mi cabeza- Siento haber hecho que vengas hasta acá por una tontería.

-¿Puedes decirme que pasó?. -su voz lograba tranquilizarme, me solté de su agarre y lo mire a los ojos, vio como una lágrima corría hasta llegar a mi barbilla, en acto tomo la lágrima con ls yema de sus dedos, lanzandola lejos.

Las palabras ahora no salían de mi boca, MinSeok salió del lugar y vio a Jimin.

-Joven Park, puedo explicarlo. -habla el anterior nombrado.

MinSeok cuenta todo lo sucedido, desde la parte donde se siente mal y me deja dar un paseo hasta donde termine con un pequeño cachorro en mis manos, huyendo de aquel demonio.

Jimin quedó pasmado, pasando su mirada hacia mi, volvió a tomarme en sus brazos, pensé que me daría algún regaño, pero no.

-Te estabas sacrificando por otros, eres muy valiente. Pero aún no entiendo del todo el porque me llamaste.

-El cachorro, necesita cuidados, no quiero dejarlo aquí a merced de que alguien tenga que adoptarlo y lo traten mal, pero tampoco puedo llevarlo a casa.

-Me gustaría ayudarte, pero mamá es alérgica al pelo de las mascotas, lo siento pequeña.

Sabía que esto no terminaría bien, tendría que dejarlo ahí, no tenía el permiso de la señora Kim ni del señor Jeon que el es el dueño de la residencia.

Asentí con la cabeza a la respuesta de Jimin, entre al lugar de nueva cuenta para despedirme del cachorro.

-Lo siento Gureum. -dije al cachorro, mientras el veterinario me observa.

-¿Gureum?. -pregunta el hombre.

-Es el nombre que le acabó de poner, las nubes negras estaban frente a una desgracia que parecía inevitable, pero aquellas nubes pueden cambiar de color, supongo que ahora el las ve blancas. -dije mientras veía a aquel animal, que ahora duerme plácidamente.