-Juguemos un juego: El que se enamora pierde. Pues, pierdes si te olvidas que es un juego y empiezas a amar de verdad.
-Creó que éste será el primer juego que perderás.
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▷ Historia totalmente mía.
▷ No copias, ni repr...
El pequeño Jaemin agitaba la caja de cereales una y otra vez, al no haber sonido alguno con mucha tristeza tuvo que aceptar que los cereales se habían terminado; para tener seis años era un niño muy listo.
– ¿Qué pasa, príncipe? – Preguntó Seunghun al pequeño quien corrió a él, su papá le cumplía todos y cada uno de sus deseos; tenía el mejor padre del mundo y por supuesto lo amaba demasiado. – ¿Se acabó el cereal?
– Ya no hay más papá, tengo hambre. – Replicó el pequeño pelinegro quien no tenía ninguna facción parecida a su "padre" o a su mamá, todo de él se parecía a Park Jihoon quien en efecto era su papá. – ¿Crees que podamos comprar más?
– ¡Claro que si cariño! – Exclamó Seunghun cargándolo en brazos, amaba a ese niño con todo su corazón. – ¿Entonces vamos al supermercado?
– Quiero ir a Seúl, papá. – Respondió Jaemin sonriendo, en la primaria de Busan, sus amigos comentaban lo encantadora que era la ciudad de Seúl. – ¿Crees que podamos ir? ¿Puedes, puedes?
Aunque el mayor sonrió no pudo evitar ponerse nervioso, era inevitable que al tener secretos no podía estar tranquilo cuando se hablaba de un tema relacionado con ello.
– Claro, tesoro, papá te llevará a Seúl. – Contestó mientras el pequeño se abrazaba a él. – Ve por tu mamá, vamos a salir los tres.
Cuando bajó a la superficie echó a correr encontrándose con su abuela en el pasillo.
– ¡Cómo creces Jaemin! – La mamá de Seunghun le apretó un cachete con dulzura. – No te pareces en nada a papá ni a mamá pero eres un encanto.
– Claro que soy guapo como papá, abuela. – Mencionó el niño sonriendo, era todo un encanto y una ternura; bien decían que lo que se hereda no se hurta.
Siguió en su travesía encontrando a su madre en su habitación, entonces abrazó sus piernas ya que no era muy alto pero él sabía que si comía llegaría a ser enorme como los adultos o eso le habían dicho.
– ¡Jihoon! – Exclamó su madre contenta, ese había sido el nombre de pila del pequeño, cuando Tn despertó Seunghun ya le había registrado como Jaemin y aunque aquello le hizo enojar no le quitó la felicidad de ser madre. Se inclinó y acarició los cachetes de su hijo. – Te pareces tanto a él...
– ¿A quién, mamá? La abuela dice que no me parezco a papá. – Mencionó el niño sin comprender y la expresión de Tn cambió a una tensa. – Vamos a ir al súper mamá, papá va a llevarnos a Seúl.
– Seúl. – Resonaba en la cabeza de la chica quien asintió a su maravilloso hijo para después besarle la frente.
|| Dos horasdespués ||
Jihoon caminaba por los pasillos del supermercado, se había escapado un momento de la oficina para ir por un pote de helado, oh helado, cuanto le recordaba a ella y a sus labios.
En el mismo supermercado pero en otro pasillo el pequeño Jaemin corría jugando a las escondidas con Seunghun y Tn.
Ella corría detrás del pequeño quien creía ser perseguido por su papá, entonces dobló en 'U'.
– ¡Papá! – Exclamó el pequeño chocando contra Jihoon quien se quedó absorto y no pudo reaccionar porque frente a él apareció la mujer que amaba, Tn.
– ¡Jihoon! – Llamó la chica a su hijo por su nombre de pila, apenas giró chocó contra su hijo, y contra el chico que amaba; Park Jihoon.
Seunghun desde el cajero veía la escena con tristeza, la sangre llama y eso acababa de comprobarlo.
