CAP 1 JESSIE

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—¡NOOOOO…NOOOOO!—trate de gritar pero mi voz salió en un susurro.  Fue una pesadilla otra pesadilla, me senté en mi cama, mire el despertador eran las 4:00 AM. Baje a la sala ya no podía dormir el miedo invadió mi cuerpo una vez más malditas pesadillas, solo quiero dejar de tenerlas y levantar asustada, llorando, ya no quiero. Tome un vaso con agua, el miedo de la pesadilla ganaba mis nervios, a pesar de que fue hace mucho tiempo las pesadillas siguen en mí, quisiera acostarme pero no tenerlas, quisiera que cuando las pesadillas me están matando, que mi mamá entre y me abrace y que me diga que todo estará bien, que mi papa…mi papá, era tanto la nostalgia que las lágrimas ya no las pude detener mi papá como quisiera que me dijera “te quiero”, que me abrazara, que me besara. Camine hasta el sofá y me acurruque en el no sé cuánto tiempo había pasado, pero cuando desperté, mi abuela estaba hablándome y no podía entender ni una palabra de lo que me decía.
—Jessie despierta, cariño—dijo mi abuela.
—mmmhmmmhmm—me frote los ojos—. Abuela­­—dije con la voz adormilada.
—Si Jessie cariño soy yo—dijo, dulcemente—. Levántate, tienes que levantarte ya.
—Abuela—dije a mala gana.
—Nada de abuela, tu hermano ya está lista así que arriba—dijo.
—Está bien —dije, y me pare y fui a mi cuarto.
                                   

—Cuídate, cariño, cuídala Brad—dijo mi abuela.
—Claro, abuela—dijo Brad y me miro.
—Abuela, adiós—dije y le di un beso en la mejilla y nos fuimos, en el auto de Brad.
 Él tiene 20 años y yo 18.
—Te quedaste dormida en el sofá—dijo Brad­.
—Lo sé—dije, mientras ponía algo de música en la radio.
—Otra vez —dijo y me miro, mientras conducía.
—Si Brad —dije.
— ¿Qué paso esta vez?—pregunto y frunció el ceño. 
— ¿Qué paso con qué?—dije, sabia a lo que se refería mi pesadilla. 
—Jessie tu pesadilla, dormiste en el sofá otra vez por eso —dijo y ya pude ver el enojo en su mirada—. ¿No es así? 
—Si Brad es por eso —dije y baje la mirada.
—Lo siento Jessie pero sabes que me preocupas —dijo, dulcemente.
—Lo se Brad—dije y le sonreí—,dime Brad ¿Cómo te sientes? Es nuestra primera semana en Los Ángeles—dije tratando de olvidar nuestra pequeña charla sobre mis pesadillas.
¿Qué quieres que te diga? Es lindo es cierto, pero extraño demasiado New York —dijo. 
—Lo siento Brad —dije.
—No, tranquila no es tu culpa, tal vez ya era hora de salir de ese ambiente de New Yorkino —dijo y sonrió— ¿Y tú? 
—Yo estoy bien, tranquila —dije—. Creo que ya llegamos.
—Si—parqueo el auto—. ¿Te llevare donde la Dr.Landau? —pregunto.
—Si, a las 16:00 PM —dije y bajamos del auto.
—Tienes que ir al salón lo sabes—dijo dulcemente.
—Lo sé—baje la mirada—¿me acompañas? —pregunte tímidamente, me tomo de la mano y me condujo por el pasillo, y llegamos al salón.
—Ya está—dijo y sonrió.
—Gracias—dije y lo abrace, él sonrió. Entre al salón, y no había muchos estudiantes, tome asiento en uno de las primeros asientos, y espere hasta que llegaran los demás y el profesor.                                                                       

Las clases transcurrieron normales, no era la única nueva, había otra chica más creo que se llamaba Ashley, terminaron las primeras horas y estaba recogiendo mis cosas para ir a la cafetería
—Hola —dijo alguien a mis espaldas, me di media vuelta y la vi.
—Hola —dije.
—Soy Ashley—dijo y sonrió.
—Soy Jessie—dije y le devolví la sonrisa.
—Eres nueva, yo también lo soy —parecía emocionada y muy buena onda—.Te gustaría pasar hoy en la cafetería juntas—dijo tímidamente.
—ememm pues bueno, está bien Ashley—dije, y fuimos a la cafetería.
— ¿Y de dónde eres?—dijo.
—Soy de New York—dije, y tome un sorbo de mi jugo—. ¿Y tú?
—Yo soy de aquí—dijo y sonrió.
Entablar una conversación con Ashley era muy fácil era súper que hermosa, era esa chica dulce, atrevidamente sexy y esas ganas de ser como ella desea, tremendamente feliz ella es una buena chica. Ashley tiene ese cabello rubio súper hermoso, esos ojos azules, y una piel totalmente perfecta, su curvas resaltan con mucha clase, no es exagerada.
—Es hora de irnos —dije y Ashley asintió.
Salimos de la cafetería íbamos caminando por el pasillo, y alguien estaba encima de mí, los nervios se apoderaron de mí, el corazón me latía a una velocidad impresionante, no sabía qué hacer si pararme y salir corriendo. No sabía qué diablos hacer y el tiempo que estábamos así parecía una eternidad, cuando solo habían pasado segundos
—Lo siento —dijo, sonrió y se paró, me dio la mano y me paro en un solo movimiento.
—Disculpa —dije tímidamente.
—No te preocupes venia distraído y no te vi, soy Dylan—dijo y mostro sus perfectos dientes bancos.
—Jessie—dije tímidamente.
—Jessie—alguien hablo a mis espaldas, voltee y era Brad.
—Brad—dije y sonreí, no sé en qué momento pero Brad ya estaba hay junto conmigo y ese chico que no recuerdo como se llamaba Dailan, no lo sé.
—Es hora de irnos —dijo serio.
—Está bien, adiós… —dije, me interrumpió, porque no me acordaba de su nombre.
—Dylan —dijo y volvió a sonreír.

***
                                                         
—Las pesadillas ya no son como antes—dije—. Ya no son muy a menudo, he tratado de…de controlarme.
Estaba acostada en un sofá color crema en el consultorio del Dr. Landau.
— ¿Tus ultimas pesadillas como han sido?, ¿Qué has visto?—pregunto el Dr.Landau. Tenía los ojos cerrados, tratando de irme a ese mundo lleno de terror.
—Mi última pesadilla fue verme acorralada, y llena de sangre, estaba asustada—dije con un hilo de voz.
—Tranquila Jessie, no te apresures, hazlo con calma —dijo dulcemente el Dr.Landau.
No podía evitarlo las lágrimas contenidas, ya no las podía resistir, y el parecía saberlo.
—Jessie, llora hazlo, lo necesitas—dijo, y yo ya estaba llorando.
—Jessie eres muy fuerte lo sabes—continuo—. Eres muy valiente, tus pesadillas son tu temor más grande, no dejes que ellos tomen el control sobre ti ni que manejen tu vida.
—Ya lo hicieron —susurre—. Mi vida cambio para mal, no lo sé, solo sé que cada momento que recuerdo, es un sufrimiento y un dolor tan grande —dije más calmada.
—Lo que te paso a ti, fue muy horroroso lo sé, pero no hay cosas en esta vida que no se superen —dijo y sonrió.
Confiaba en él, había sido la persona  que me habia ayudo desde el momento en que mi vida se cayó, cuando todo en mí se desmorono, cuando creí que no habían posibilidades para vivir él estaba ahí, apoyándome en todo, como un padre, amigo, él era el Dr.Landau, él era un tipo muy bueno, y digo muy bueno porque soportarme a mí con todo y mis crisis él es una gran persona…

Algo raro tiene JCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora