CAP 19 JESSIE

13 2 0
                                        

En un segundo mi vida cambio, en un segundo mi vida dio un giro, recordare ese día, recordare cada cosa de aquel día. Cuando paso eso si tuve la intención de suicidarme, si tuve la intención de dejar de fastidiar, para que también me dejara de doler a mí. Es que me sentía tan sucia, una miserable, sentí que aquel día arrebataron con todo. Las esperanzas de que todo volviera a hacer como antes ya era imposible. Tan imposible como tocar las estrellas, tan imposible como mirar al sol sin sentir que te ardan las vistas, todo era tan imposible. Estar cercas de mis padres se había vuelto en un desafío que creí que podría con el paso del tiempo cumplirlo pero ya no, de hecho no se en el momento que deje de intentarlo. En el momento que deje de intentar cada cosa que amaba, en el momento que ellos me dejaron en el olvido. Pero estoy aquí, estoy viva, estoy luchando. Supe que había alguien que me necesitaba y por esa persona que recién está aprendiendo lo que es la vida tendría que estar aquí, tenderle mi mano y demostrarle que si yo pude ella no se tiene que detener.  Siempre estaré ahí para salvarla, siempre le daré lo que pueda, entonces entendí que no podía permitir que la alejaran de mí, y no saber de ella. Pero esa decisión costo tanto, pero si este era el precio que tenía que pagar lo estoy aceptando y no me arrepiento. No sé cuánto tiempo pase hasta que todo esto sane y pueda caminar con la frente en alto, no sé cuánto tiempo pase hasta cuando sienta que esto ya no duele, ni lastima. Pero lo que si se, es que estoy lista, estoy desde ahora preparada no me dejare vencer, si ellos decidieron olvidarme pues yo decidiré aprenderé a vivir, caminare hacia delante y no mirare para atrás, caminare sin cesar y sabré que cuando salga de esta inmensa oscuridad, llegara el día que todo sea tan claro, que todo sea realmente bueno en mi vida.

Estaba sentada en la cama de mi habitación, mientras pensaba en cada una de las cosas que me paso, y la voz de mi abuela me saco de mis cavilaciones. Ella se quedó a dormir fue un gesto demasiado amable de su parte.

— ¿Ya despierta? ¿No pudiste dormir? —pregunto por lo que tuve que mirarla, estaba sentada en un sofá que estaba en la habitación.

—Si dormí bien ¿y tú abuela? —pregunte y la mire descifrando su respuesta.

—No esta tan incómodo aquí—dijo y miro al sofá por lo que sonreí.

—Me alegro, oye gracias por estar aquí. No tenías, pero lo hiciste gracias.

—No te preocupes—respondió e hizo un gesto restándole importancia al asunto mientras caminaba y se ponía a un lado mío.

—Abuela, ve a asearte. Yo iré después.

Ella asintió y fue al baño de la habitación, después de unos 30 minutos salió y me acompaño a mí. Aunque no era necesario podía hacerlo sola, pero ella era tan terca que sabía que no me haría caso. Después de terminar con mis necesidades volví a la cama, gracias a Dios ya no tenía el suero se había acabado en la noche y no me volvieron a poner. Eso era tan cómodo al menos solo me acompaño porque podía utilizar mis propias manos.

Mi abuela estaba sentada a un lado de mi cama conversando conmigo, entre risas, abrazos cariñosos y esos momentos que nos chocan las emociones alguien golpeo la puerta.

—Pase—respondí y la perilla de la puerta se giró y vi a Lucy que cerraba la puerta.

—Hola—salude y le sonreí amablemente.

—Buenos días—dijo mi abuela y la miro.

—Buenos días—saludo ella, mientras caminaba hacia mí.

— ¿Cómo amaneciste? —pregunto, cuando se quedó parada frente a mi cama.

—Dormí bien ¿y tú? —pregunte amablemente.

Algo raro tiene JCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora